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En el Día Mundial del Sueño: mitos, bulos, datos y curiosidades sobre todo lo que ocurre mientras dormimos

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Cada 19 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño y desde Maldita Ciencia aprovechamos para recordaros algunos mitos, bulos y datos relacionados con este y con la importancia de dormir bien. Os contamos qué funciones cumple el sueño, por qué tenemos pesadillas, roncamos o bostezamos, si la siesta es mala o si dormir con plantas en la habitación puede ser perjudicial porque nos roban el oxígeno.

Qué funciones cumple el sueño y cuánto es necesario dormir para que lo haga

El sueño es una necesidad fisiológica y, como tal, su privación tanto aguda como crónica, tiene graves consecuencias sobre la salud". Los efectos a corto plazo de no dormir pasan por un empeoramiento en nuestra atención y memoria y un impacto en nuestro ánimo y conducta, de manera que nos volvemos irritables y más impulsivos.

¿Y cuántas horas son suficientes? Según una declaración conjunta de consenso de la Sociedad de Investigación del Sueño y la Academia Estadounidense de la Medicina del Sueño, los adultos deberían dormir al menos siete horas o más por noche de forma regular para promover una salud óptima.

Por qué tenemos pesadillas y en qué fase del sueño se producen

Las pesadillas se producen durante las fases REM del sueño, las de sueño profundo, y corresponden a un fenómeno de las parasomnias, trastornos de la conducta durante el sueño. Las pesadillas pueden ser habituales en la infancia y tienden a disminuir con la edad. Tenerlas de vez en cuando no debe ser motivo de alarma. 

Esta situaciones pueden producirse frente a eventos traumáticos, como efectos secundarios de algunos medicamentos o ante eventos estresantes cotidianos. El estrés, los cambios en los ritmos circadianos o el aburrimiento han influido en que durante la pandemia hayamos tenido más pesadillas.

¿La siesta es buena o mala para la salud?

Lo cierto es que no está claro: hay algunos estudios científicos pero muestran resultados contradictorios.

Por un lado, una investigación publicada en 2015 observó que las personas con hipertensión arterial que se echaban una siesta tenían una menor tensión arterial y que era más baja cuanto más tiempo duraba la siesta. Otro estudio de 2010 incide en que las siestas mejoran el rendimiento cognitivo.

No obstante, la siesta también tiene sus riesgos. Si te la echas demasiado tarde, podría afectar a tus patrones de sueño nocturno y dificultar dormir en la noche. Además, las siestas pueden dejar a las personas con inercia de sueño, especialmente cuando duran más de 10 o 20 minutos, según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos. La inercia del sueño es la sensación de aturdimiento y desorientación tras despertar. 

Qué es el ruido blanco y por qué no es lo más recomendable para dormir a tu bebé

Se considera ruido blanco a aquellos ruidos uniformes, sin grandes variaciones en su cualidad ni intensidad, como el sonido de la lluvia, del fuego de una chimenea, de la lavadora, de la radio o de la televisión a un volumen bajo.

Sobre si estos sonidos sirven para algo o si puede, en algún caso, ser perjudiciales, lo que la ciencia sabe a día de hoy es que no hay suficiente evidencia científica para recomendar su uso. Eso sí, recurrir a ellos de forma sistemática puede ser contraproducente al crear una dependencia del bebé al sonido para poderse dormir.

No hay evidencias científicas de que las radiaciones que emite el móvil mientras dormimos, aun estando en la mesilla o debajo de la almohada, repercutan en la salud

Por muy cerca que tengas el móvil, incluyendo las horas de sueño; por mucho que hables por teléfono o mandes mensajes durante el resto del día, sus emisiones ni te van a causar cáncer ni van a ser el origen de ninguna otra enfermedad. 

Si así fuera, y teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad en la que dependemos continuamente del dispositivo, todos nosotros seríamos potenciales víctimas de esas "fatídicas consecuencias". Sin embargo, no hay evidencias científicas que reflejen algo similar.

Por qué dormir sobre el lado izquierdo del cuerpo puede suponer algunas ventajas para la salud 

Dormir acostados sobre el lado izquierdo sí que puede tener ciertas ventajas, pero hacerlo del derecho no supone ningún problema grave. Existen datos acerca de que, si lo hacemos sobre el izquierdo existe menos posibilidad de reflujo gastroesofágico, una de las causas de despertares nocturnos y de sueño no reparador.

¿Cuál es la mejor postura para dormir durante el embarazo?

Mientras que algunos expertos y la literatura científica apuntan a que, durante el embarazo, también es más recomendable dormir hacia el costado izquierdo, aunque sólo a partir del tercer trimestre del embarazo; otros mantienen que no importa la postura a la hora de dormir.

El motivo es que en el primer trimestre no se limita la posición para dormir y en el segundo no se recomienda boca abajo por la incomodidad para dormir por la propia barriga. En cambio, en el tercer trimestre se desaconseja dormir boca arriba debido al peso del feto y la placenta sobre la vena aorta y la vena cava inferior que irrigan la placenta. Estos vasos sanguíneos pasan por el vientre y el propio peso del útero los comprimiría si dormimos boca arriba. Aunque es algo que en general no tiene por qué dar problemas, podría llegar a suponer disminución del riego sanguíneo a la placenta.

No, no es perjudicial dormir con plantas en la habitación porque nos roben el oxígeno

No hay evidencias de que dormir en una habitación con plantas sea malo para la salud porque nos 'roban' el oxígeno. Es cierto que, para sobrevivir, una planta realiza dos procesos: la fotosíntesis, mediante la que absorbe dióxido de carbono y expulsa oxígeno; y la respiración, que es la sucesión inversa. 

Pero ni ambas actividades se alternan día y noche, respectivamente (que es lo que os hace sospechar), ni la cantidad de oxígeno que una planta consume durante la respiración es lo suficientemente relevante como para que sea perjudicial para nuestra salud. De hecho, una persona durmiendo a nuestro lado consumirá más oxígeno que una planta. 

No, no hay evidencias de que dormir con media cebolla en la mesilla cure (o alivie) el resfriado

A parte de un olor peculiar en la habitación en la que la sitúes, por el momento, no hay evidencias de que dormir cerca de una cebolla partida por la mitad calme la tos u otros síntomas del resfriado. Lo cierto es que no existen investigaciones suficientes sobre el tema.

Ahora bien, no es una costumbre que vaya a hacerte ningún mal. Además, al no haber medicamentos que curen el resfriado (sólo algunos que ayudan a sobrellevar los síntomas) y por obra y gracia del efecto placebo, mucha gente sigue utilizando este remedio casero "por si acaso".  

No, levantarte de la cama de golpe, aunque te maree un poco, no te va a matar

Si alguna vez te has mareado al incorporarte de la cama rápidamente, no hay nada que temer: no es una señal de que vayas a morir, ni mucho menos. Esta situación tan habitual es consecuencia de la hipotensión ortostática o postural a la que, en cristiano, nos referimos como bajada de tensión, ya sea por pasar mucho tiempo de pie o por levantarnos de golpe.

La hipotensión ortostática suele ser una sensación leve y breve que no conlleva mayor complicación cuando no existen problemas cardiovasculares previos. Lo que sí es cierto es que esta puede ser la causa de un desmayo que sí podría ser peligroso si, al perder la consciencia y caer, nos golpeamos contra el suelo o con objetos cercanos

¿Por qué se producen las erecciones matutinas?

Conocidas en inglés como "morning woods" (algo así como madera o bosque mañanero, una descripción cuanto menos gráfica) o tumescencia peneana nocturna (NPT), las erecciones durante el sueño o al despertar son comunes en prácticamente todos los hombres. Aunque suelen tomarse como una señal de estimulación sexual, en realidad se trata de una respuesta física a varios estímulos, no necesariamente sexuales. 

En primer lugar, el nivel de testosterona es mayor al despertar y durante las fases REM del sueño, cuando dormimos profundamente. Esto puede ser motivo suficiente para que se inicie una erección, incluso sin haber estimulación física. Las erecciones nocturnas, eso sí, están relacionadas con la salud sexual. De hecho, la prueba de erección nocturna se utiliza para el diagnóstico de disfunción eréctil.

¿Por qué roncamos?

Normalmente roncamos porque algo interrumpe físicamente el flujo de aire que expulsamos al respirar mientras dormimos. Existen diferentes factores que pueden interferir en la emisión de este incómodo sonido mientras descansamos. Por ejemplo, la alergia, algún tipo de deformación en la nariz o pequeños pólipos que la puedan obstruir, poca musculatura en la garganta y la lengua o el sobrepeso.

La causa más frecuente del ronquido es que los pacientes, por diferentes razones, pero sobre todo por el sobrepeso, por la edad o por los cambios hormonales en el caso de la mujer, tienen los tejidos de la vía aérea superior laxos, débiles: el paladar, la lengua, etc., están blandos. Debido a esa laxitud, al dormir se produce una vibración, que es el sonido que podemos identificar como un ronquido, en el que intervienen sobre todo el paladar y la lengua", aclara.

¿Por qué bostezamos y por qué se contagian los bostezos?

A día de hoy no conocemos con certeza el motivo por el que se contagian los bostezos, pero se barajan algunas hipótesis. Lo que se sabes es que este gesto está influenciado por los patrones circadianos [los ciclos que indican a nuestro cuerpo cuando es de día y cuándo de noche] que y suele ocurrir durante estados de disminución del procesamiento mental y fatiga. También que sirve para “mejorar la circulación intracraneal y el enfriamiento del cerebro. 

Entre las hipótesis que se barajan sobre su contagio, algunas sugieren que los bostezos son una forma de comunicar el estado interno de uno mismo”. Por ejemplo, una transición de un estado de excitación fisiológica o psicológica a un estado más relajado. Otras hipótesis tienen en cuenta el papel de los bostezos para “promover la vigilancia grupal” y “sincronizar el comportamiento del grupo”.  

No, hacer la cama no es malo para tu salud por los ácaros

El origen de este mito es un estudio de 2005 pero, por alguna razón, cada pocos años vuelve a hacerse noticia (incluso con las mismas declaraciones), sin que haya habido ninguna novedad sobre el tema. 

Según la investigación, basada en simulaciones informáticas, dejar la cama sin hacer podía reducir la humedad en las sábanas y el colchón, condiciones necesarias para la supervivencia de los ácaros. Sin embargo, los ácaros pueden sobrevivir varios días en condiciones “secas”, por lo que dejar la cama ventilándose durante unas horas podría no ser suficiente para matarlos. Y, aunque consiguiéramos deshacernos de ellos, aún quedarían sus restos, que pueden seguir causando alergia durante mucho tiempo. 

¿Por qué a veces nos dan pequeños espasmos justo antes de dormirnos?

Estás a punto de dormir y justo... ¡brinco! Sea por lo que sea, un pequeño espasmo recorre tu cuerpo y te saca de ese agradable duermevela en el que te encontrabas. Estos pequeños espasmos tienen que ver con la pérdida de control de nuestro sistema motor al quedarnos dormidos.

Hay dos situaciones que se asocian a este fenómeno. Por un lado, la sensación de falta de fuerza, de que te caes, que se llama la parálisis del sueño, el momento al despertar o al dormirnos en el que nos parece que no podemos movernos. La otra cuestión, que puede estar asociada a esta primera o no, es la sensación de la que hablábamos, de que nos da un espasmo en todo el cuerpo, que se llama mioclonia (sacudida muscular) del sueño.

¿Se puede morir de sueño? 

Esa opción existe y tiene un nombre: insomnio familiar letal, una enfermedad genética muy rara que termina por destruir nuestro sistema nervioso. Los síntomas de esta enfermedad aparecen, de media, en torno a los 50 años. Entre los más comunes se encuentran el insomnio y la demencia que empeoran con el tiempo, al ser consecuencia de una patología neurodegenerativa progresiva. 

El insomnio familiar letal acaba reduciendo el número de neuronas en el tálamo, la parte del sistema nervioso que, entre otras funciones regula el ciclo del sueño. El gen que lo causa se hereda de forma dominante, por lo que una persona que lo tenga tiene un 50% de posibilidades de transmitir la enfermedad a su descendencia.

¿Cómo se hacen los estudios de sueño para ver si los ronquidos son problemáticos?

Si los ronquidos son recurrentes y si, a pesar de una noche completa de sueño, nos encontramos aún cansados, hay indicios de que estos puedan acompañar a una apnea del sueño, un trastorno caracterizado por la interrupción de la respiración durante un mínimo de 10 segundos cuando dormimos. De ahí que se nos recomiende un estudio de sueño

En la parte relacionada con la neurofisiología, se registra mientras se duerme y a través de cables con receptores diferentes funciones corporales que dan pistas sobre la apnea: la saturación de oxígeno, el esfuerzo que una persona hace al respirar, la actividad cerebral, la frecuencia cardiaca y los movimientos del cuerpo durante el sueño. 

Por la parte de otorrinos, se explora en el paciente la vía aérea, la nariz por dentro y la garganta hasta abajo, con una pequeña cámara similar a las que se emplea en las endoscopias, pero introducida por la nariz.

¿Qué es la hipersomnia?

No solo la falta de sueño, sino que también el exceso puede suponer un problema, en especial cuando nunca ‘nos parece lo suficiente’. Esto es lo que ocurre en casos como la hipersomnia, cuyo síntoma principal es la sensación de agotamiento y sueño extremo durante el día, a pesar de haber dormido profundamente en la noche.

Para diagnosticarla, debe descartarse la posibilidad de que el cansancio sea consecuencia de otras situaciones, como de efectos secundarios de algunos medicamentos; el síndrome de Kleine-Levin o de la Bella Durmiente u otras situaciones como estrés, depresión, consumo habitual de estupefacientes, problemas de tiroides… Estos comportamientos deben ser evaluados antes de dar  un diagnóstico de hipersomnia.

Inercia del sueño: la culpable de por qué nos sentimos cansados después de algunas siestas

Despiertas de una cabezadita de media tarde y parece que te ha pasado un trailer por encima, sintiéndote incluso más hecho polvo que antes de dormir. ¿Por qué pasa eso? La culpable de que el remedio sea peor que la enfermedad (hoy, aquí, que te despiertes más cansado o cansada de lo que te acostaste) es lo que se conoce como inercia del sueño y dependerá de la duración de la ‘siesta’.

Una vez que empiezas a dormir, al pasar cierto punto (normalmente cuando la siesta se nos empieza a ir de las manos), el cerebro empieza a pensar: ‘Ah, vale, se ve que vamos a estar haciendo esto durante las siguientes X horas’, como si fuese nuestra hora de irnos a la cama. Si interrumpimos el descanso una vez ha pasado este tiempo, nos sentiremos adormilados. Aunque se desconoce su razón biológica, los investigadores plantean la hipótesis de que es un mecanismo de protección que ayuda a mantener el sueño en momentos de despertares no deseados.

¿Por qué a las personas mayores les cuesta más dormir durante la noche?

Según explican los expertos consultados por Maldita.es, esta reducción de las horas de sueño según cumplimos años puede estar relacionada con varios factores: cambios fisiológicos habituales con el paso de los años, modificaciones en las rutinas y patologías o trastornos del sueño más propios de esa edad.

Qué es la parálisis del sueño y qué factores aumentan la posibilidad de que ocurra

Como las pesadillas, la parálisis del sueño, problema por el que nos habéis preguntado esta semana, se asocia a la fase sueño REM (Rapid Eye Movement): ocurre cuando hay una desincronización temporal entre la consciencia del sujeto, que está despierto, y el control muscular, atonía típica de esta fase del sueño.

Esta parasomnia o trastorno de la conducta durante el sueño consiste en la imposibilidad de moverse y hablar durante un breve periodo de tiempo, que puede ocurrir al adormecerse o al despertar y que supone, en la mayoría de los casos, una experiencia extremadamente desagradable para el paciente, como señala la Sociedad Española del Sueño (SES).

Qué supone para nuestra salud la falta de sueño a corto y largo plazo

Cuando no se duerme lo suficiente (privación del sueño), uno se puede sentir cansado y que su rendimiento se vea afectado, incluyendo la capacidad de pensar con claridad, reaccionar rápidamente y formar recuerdos. La consecuencia es el aumento de la posibilidad de tomar malas decisiones y de exponerse a situaciones de riesgo. De hecho, las personas que no duermen bien son más propensas a sufrir accidentes.

Además, la falta de sueño puede incluso afectar al sistema inmunitario. Se ha demostrado que las personas que no tienen horas de sueño de calidad tienen más probabilidades de exponerse a un virus. La falta de sueño “también puede afectar la velocidad de recuperación de la enfermedad”.

Trucos para volver a dormirse si nos desvelamos durante el sueño

No hay nada malo en despertarse en mitad de la noche ni en dormir menos de ocho horas si tu cuerpo no las pide. Ahora bien, para retomar el sueño en caso de despertarnos a mitad de la noche, se recomienda evitar mirar la hora y usar aparatos electrónicos, por ejemplo, pero, en general, lo más útil es hacer hincapié en tener una buena higiene del sueño que disminuya los despertares nocturnos.

¿Y qué supone esto último? Por ejemplo, intentar tener un modo de vida que marque la diferencia entre la noche y el día y fomentar la exposición a luz solar y la realización de ejercicio físico por el día (limitando estas actividades desde la última hora de la tarde), por ejemplo. También prestar atención a unos patrones regulares de alimentación y de sueño para favorecer el ritmo circadiano, evitar las siestas diurnas y el quedarse hasta muy tarde en la cama cuando no hay que trabajar. Añadimos usar la cama solo para dormir, no tomar cafeína, no hacer cenas copiosas y trabajar en rituales que nos relajen (una ducha, una infusión, un ratito de lectura…). 

Alimentos y productos que te harán dormir peor

La comida picante se asocia con una peor calidad del descanso, ya que puede generar acidez, indigestión, reflujo ácido y elevar la temperatura corporal. Por su parte, las comidas bajas en fibra y altas en grasas saturadas y azúcares se relacionan con un sueño más ligero, menos reparador y con más despertares. Igual ocurre con el consumo de alimentos poco saludables, como la comida rápida, los fideos instantáneos y las golosinas (pero cuidado, que correlación no siempre implica causalidad).

Las bebidas energéticas, así como el café, el té y cualquier producto con cafeína también debe excluirse. No solo por este sino por otros muchos motivos, debemos evitar las bebidas alcohólicas: entre los múltiples efectos negativos del alcohol, este hace que durmamos peor.

La importancia del sueño: qué funciones cumple y cuánto es necesario dormir para que lo haga

El sueño cumple diversas funciones de regeneración. Pero, ¿cuánto es recomendable dormir? Lo suficiente es lo que pida tu cuerpo (o al menos siete horas).

La privación tanto aguda como crónica del sueño, como necesidad fisiológica que es, tiene graves consecuencias sobre la salud. Sus efectos a corto plazo pasan por un empeoramiento en nuestra atención y memoria, un impacto en nuestro ánimo y conducta, de manera que nos volvemos irritables y más impulsivos.

A largo plazo, ha demostrado favorecer el desarrollo de obesidad, hipertensión arterial y diabetes tipo 2, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como el infarto agudo de miocardio y el ictus, y, en último término, aumenta la mortalidad. La carencia de sueño favorece también la presencia de trastornos del ánimo, como la depresión, aclara la médica.

Por qué es importante que los ciclos de sueño no se ‘corten’ para lograr descansar bien

Es cierto que es importante que los ciclos de sueño no se ‘corten’ para lograr descansar bien (aunque, si para ello te da por usar calculadoras de sueño, que sepas que no están basadas en evidencia científica). Lo que sabe la ciencia al respecto es que, si se interrumpe el sueño constantemente, no se lograrán todos los beneficios de un descanso continuado y reparador. Además, tan importante es la duración del sueño al completo (de seis a ocho horas en personas adultas y sanas) como que este sea ininterrumpido.

¿Qué trucos sirven para ayudar a dormir a un bebé o a un niño pequeño?

La mayoría de los niños de entre uno y dos años necesitan de 10 a 13 horas de sueño por día y los menores entre tres y ocho años, un mínimo de entre 9 y 10 horas. Al fin y al cabo, dormir es un hábito necesario para restablecer el equilibrio físico y psicológico de las personas y se convierte en fundamental en la época infantil, para lograr un correcto desarrollo y bienestar del menor, favoreciendo los procesos de atención, memoria, ayuda en la consolidación del aprendizaje y mejora del comportamiento. 

Para conseguirlo, puede resultar útil establecer una rutina de horarios, realizar actividad física regularmente, evitar pantallas y fomentar un ambiente tranquilo y con una temperatura agradable.

Por qué “la ciencia” no dice que dormir ocho horas al día es demasiado

Aunque varios titulares afirman que, según un estudio, es demasiado dormir ocho horas al día, lo que realmente dice el trabajo al que se refieren es que respetar periodos de descanso nocturno de entre 5 horas y media y siete horas y media “nos garantizará que nuestro sistema cognitivo funcione y se mantenga estable durante mucho más tiempo”. 

Además, el estudio se centra en personas mayores, por lo que no se puede extrapolar a toda la población. Al fin y al cabo, dormimos menos según envejecemos y correlación no implica causalidad. Además, hay personas que normalmente duermen más que la media sin que sea negativo en sí mismo.

¿Puede la melatonina ayudar a dormir a los niños pequeños?

Si alguna vez, para que duerma mejor (o duerma, directamente), te has planteado dar melatonina a hijos, sobrinos, nietos o cualquier niño o niña pequeño, en general, te recordamos que no hay consenso científico respecto a si es o no una buena opción. En caso de planteárselo, la recomendaciones es consultar siempre antes a un especialista.

No hay suficiente evidencia científica para afirmar si es más saludable dormir con o sin pijama 

Lo cierto es que, aunque existen pequeños estudios que apuntan a que dormir como la naturaleza nos trajo al mundo puede tener ciertos beneficios, no hay mucha literatura científica al respecto.

La clave para responder a esta pregunta reside en la temperatura, factor en el que el pijama puede echarnos un cable. Aunque puede variar en función de la persona, la ideal para dormir es de alrededor de los 22 ºC. Para conseguirlos, en ocasiones puede ser necesario un pijama adecuado, según la estación. Y, zanjando todo un debate popular, mejor sin calcetines, ya que estos no favorecen una adecuada termorregulación.

Dormir en verano: trucos para conciliar el sueño pese al calor nocturno

Verano. Sinónimo de vacaciones escolares, playa, fruta, relajación... Y calor. También por las noches. Esto lleva a que para muchas personas el estío signifique también insomnio. Para intentar conciliar el sueño más fácilmente durante estos meses, ten en cuenta que hay que controlar los factores que intervienen en nuestro reloj circadiano y que pueden variar en verano: la temperatura, las horas de luz (cuantas más, mejor) y las cenas (mejor que no sean tardías). También es importante mantenerse hidratado y, de usar el aire acondicionado, hacerlo con cuidado. 

¿Por qué el sonambulismo es común en la infancia pero raro en los adultos?

La razón es que este trastorno se da en la fase de sueño profundo a vigilia y, mientras que en los niños esta es prolongada, según se avanza en edad se reduce, disminuyendo con ello la posibilidad de levantarnos sonámbulos.

Taparse la boca para dormir mejor: qué dice la evidencia científica de esta práctica

Tanto empresas como usuarios de redes sociales sugieren taparse la boca con una cinta adhesiva mientras se duerme para obligarnos a respirar por la nariz en lugar de por la boca. A esta práctica se le atribuyen beneficios como un mejor descanso o tratar problemas como ronquidos o apnea del sueño. Pero hay muy pocos estudios que afirmen, más allá de los testimonios individuales, esta sirva para dormir mejor. De hecho, sociedades científicas dedicadas al sueño recuerdan que hay tratamientos más seguros y eficaces que ponerse un adhesivo en la boca para dormir.

¿Es mejor dormir con o sin ropa interior? 

A pesar de que no existe mucha evidencia al respecto, en hombres sería indistinto pero, en mujeres, sí podría ser recomendable utilizarla. El porqué es que el riesgo de dormir de un modo u otro se encuentra en la posibilidad de que ocurran infecciones urinarias. En hombres, dado que la uretra es larga (atraviesa el pene en toda su longitud), estas infecciones no son frecuentes: el recorrido desde el extremo exterior de la uretra hasta la vejiga es largo y, por tanto, el ascenso de gérmenes es difícil.  

Por el contrario, en las mujeres la uretra es corta y su extremo está en mayor contacto con gérmenes. De ahí que, al dormir con ropa interior que ajuste, se puede evitar su ascenso a la vejiga: el pantalón de pijama [en caso de llevarlo] es más holgado y se mueve más, permitiendo que los gérmenes pasen con mayor facilidad.

¿Realmente un vaso de leche caliente nos ayuda a dormir mejor?

Tomar un vaso de leche caliente antes de meterte a la cama no garantiza que vayamos a dormir mejor: a pesar de que la leche contiene sustancias que, de una forma u otra, pueden relacionarse con el sueño, por sí sola, no interfiere en este. 

A pesar de que se ha investigado bastante al respecto, lo que se ha visto es que el efecto es muy moderado y, a veces, nulo. Entonces, ¿por qué se suele señalar precisamente a la leche, como posible cómplice para lograr un sueño reparador? Por dos motivos: sus componentes y nuestra experiencia (spoiler: esta última relacionada con los hábitos y la higiene del sueño).

Dormir con el pelo mojado no aumenta las posibilidades de resfriado, pero tampoco es una práctica recomendable

Salir a la calle en invierno con el pelo húmedo puede hacer que nuestra temperatura corporal se reduzca y así contribuir a que nuestro sistema inmune en las fosas nasales o la garganta esté algo más débil, por lo que sería más fácil resfriarnos. 

Ahora bien, irse a dormir con el pelo mojado no conlleva una disminución de la temperatura tanto como salir al aire libre: las condiciones de temperatura de una habitación y de una cama son más regulables, por lo que es poco probable que esta costumbre nos haga enfermar (nuestro sistema inmunitario no está a otras cosas). Eso sí, hacerlo aumenta el riesgo de desarrollar infecciones producidas por hongos.

¿Es ‘malo’ cenar cereales antes de irse a dormir?

Si hablamos de cereales de desayuno, nutricionalmente hablando, no van a resultar interesantes ni para cenar ni en ningún otro momento del día, debido a algunos de sus ingredientes (especialmente, el azúcar), pero no porque aporten hidratos de carbono, que puede ser el argumento más utilizado. En Maldita.es ya explicamos que que no se pueda comer hidratos de carbono por la noche porque, en teoría, engordan más o son peores, es uno de los grandes mitos de la nutrición. 

Eso sí, no se puede juzgar una comida o una cena, de forma aislada, como algo bueno o malo sin considerar el resto de la alimentación. Además, también importa el tipo de cereales al que nos refiramos (no es lo mismo un bol de avena o de cereales integrales sin azúcar que de cereales azucarados ‘de desayuno’). 

¿Es mejor ducharse antes de dormir o a la mañana siguiente?

No hay evidencias científicas suficientes para poder afirmar rotundamente que ducharse por la mañana sea mejor que hacerlo antes de dormir o viceversa: aquí el criterio es el gusto del consumidor.  Una ducha nocturna puede hacer que conciliemos el sueño antes y que este sea de mayor calidad, ya que facilita la vasodilatación periférica, recomendable para dormir. 

En el caso de las duchas mañaneras, estas también pueden tener ciertas repercusiones positivas: una ducha fresca o templada contribuye a disminuir ese periodo de somnolencia al levantarse de la cama. Esto ocurre porque favorece el procedimiento contrario,  la vasoconstricción periférica, y porque disminuye la inercia de sueño.

Dormir con el aire acondicionado encendido es perjudicial para la garganta

Los dolores de garganta no siempre son consecuencia de estar enfermos, también interfieren en ellos las condiciones de temperatura y humedad de nuestro entorno.

Lo que ocurre con la exposición frecuente y mantenida al aire acondicionado es que puede producir faringitis, molestias e inflamación de la garganta. La probabilidad es mayor si el aire lo utilizamos mientras dormimos ya que, en determinadas ocasiones, lo hacemos con la boca entreabierta, lo que aumenta la exposición al aire acondicionado, a la vez de la cantidad de horas en las que no hidratamos la garganta al no ingerir líquidos.

Aunque la relación entre sueño y peso es compleja, hay evidencias que asocian dormir poco con un mayor riesgo de obesidad

A pesar de que las relaciones entre las horas de sueño, los hábitos alimenticios y la salud mental son complejos y, por tanto, no es fácil responder a la pregunta sobre si dormir poco puede hacernos engordar, en general sí parece que el sueño insuficiente se asocia con un mayor consumo de calorías y obesidad.

Esto podría deberse, según los investigadores, a que cuando se duerme poco se tienen más tiempo y más oportunidades para comer y una mayor angustia psicológica. Además se necesita más energía para manterse despierto de forma prolongada y pueden producirse cambios en las hormonas del apetito.  

¿En qué se diferencian las pesadillas y los terrores nocturnos?

Aunque, en ocasiones, sea complicado distinguir entre una y otra situación, las pesadillas y los terrores nocturnos no son lo mismo. Existen varias diferencias entre ambos, por ejemplo, la fase del sueño en la que ocurren (fase REM y sueño profundo, respectivamente), el motivo que los causa, el recuerdo del episodio a posteriori (unas se recuerdan; los otros, no) y la actitud de la persona cuando los experimenta.    

Que se te caen los dientes, que vuelas, que sales a la calle sin vestir… ¿Existe alguna explicación para que nuestros sueños ‘compartan guion’?

Ciertos sueños comunes pueden tener un significado lógico. Por ejemplo, soñar con que nos caemos y levantarnos de un sobresalto puede estar relacionado con una recolocación del líquido del oído interno, responsable del sentido del equilibrio. O soñar con una molestia en los dientes puede estar vinculado al bruxismo (un trastorno en el que se aprietan, crujen o rechinan los dientes de manera inconsciente y se puede dar durante el descanso) o algún recuerdo sobre nuestra dentadura.Otra explicación es que los sueños que, aunque los sueños pueden parecer comunes, cuando nos empezamos a fijar en los pequeños detalles realmente no lo son tanto. Además, realizando un análisis exhaustivo y científico de los sueños, los eventos que ocurren en él y el tema principal, estos sueños comunes representan menos del 1% total”.

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