“Las mascarillas son insalubres e inútiles”. Este es el mensaje que lanzó la llamada ‘Liga Anti-Mascarillas’ en 1918 en San Francisco (EEUU), durante la ‘gripe española’. Una narrativa que se ha repetido ahora con el anuncio de Sanidad para establecer la mascarilla obligatoria en los centros de salud y los hospitales.
La oposición al uso de mascarillas por la pandemia de ‘gripe española’ en San Francisco creó la ‘Liga Anti-Mascarillas’
La conocida como pandemia de ‘gripe española’ comenzó en marzo de 1918 en Estados Unidos, pero no fue hasta septiembre de ese año cuando llegó a California, durante la segunda ola de gripe en el país, según recoge una cronología de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
En el mes de octubre de ese año, la Junta de Salud de San Francisco recomendó “fuertemente” a todos los ciudadanos el uso de mascarilla en público, según recoge el Centro de Historia de la Medicina de la Universidad de Michigan. Tras una caída del número de contagios, las autoridades locales retiraron la recomendación, que volvieron a instaurar tras un nuevo repunte de casos de gripe en las calles. Esta situación hizo que algunos ciudadanos se opusieran a la medida y fundaran la ‘Liga Anti-Mascarillas’.
La Liga Anti-Mascarillas decía que la obligación del uso de mascarillas violaba “la libertad personal” y eran perjudiciales para la salud
La reivindicación del grupo era retirar el mandato de utilizar mascarillas en la calle para toda la ciudadanía. En una reunión con el alcalde de San Francisco, recogida en los archivos de la localidad, la ‘Liga Anti-Mascarillas’ argumentó que la obligación de usar mascarillas era “una violación de la libertad personal” y acusó a las autoridades de técnicas contrarias al “espíritu democrático” por imponer la mascarilla a los ciudadanos que “no creen en su eficacia y que consideran que es una amenaza para su salud”.
La supuesta “amenaza” que supone el uso de mascarilla para la salud es una narrativa que volvió a compartirse en 2020 y a lo largo de toda la pandemia por COVID-19. Como desmentimos en Maldita.es, su uso no provoca la “incubación del cáncer” y un “aumento en el riesgo de hipoxia (falta de oxígeno en el organismo) y de hipercapnia (exceso de dióxido de carbono en sangre)”. Tampoco “provoca el envenenamiento del flujo sanguíneo o alteraciones físicas y mentales”. Las mascarillas no son estancas y dejan entrar y salir el aire, permitiendo la entrada de oxígeno y la expulsión de CO2.
Estas afirmaciones eran similares a otro de los contenidos que circuló durante la pandemia de COVID-19 y que señalaba que, en teoría, “los CDC de Estados Unidos confirmaban que las mascarillas no servían para nada (salvo para humillar a la población)”. Una afirmación que no aparece en los informes del organismo estadounidense. De hecho, los CDC concluyen que la obligatoriedad de las mascarillas (siempre y cuando se utilicen correctamente) junto al resto de medidas recomendadas para evitar o reducir el contagio (higiene de manos, vacunación, distancia de seguridad…) se asocia a una menor transmisión del virus causante de la COVID-19, el SARS-CoV-2, y recomiendan su uso tanto para proteger como para protegerse de la enfermedad.
Ahora, con la conocida coloquialmente como tripledemia de gripe, COVID-19 y virus respiratorio sincitial (VRS), han aparecido contenidos que utilizan argumentos similares, contrarios a la recomendación del uso de mascarillas. En este sentido, circulan mensajes que afirman que no existe evidencia científica sobre la utilidad de las mascarillas como medida de prevención y reducción de riesgo de enfermedades respiratorias. Como hemos desmentido en Maldita.es, sí hay estudios que demuestran que un buen uso de las mascarillas reduce el riesgo de contagio de estas infecciones respiratorias.