Se han viralizado las declaraciones del virólogo francés Luc Montagnier en una manifestación en Milán (Italia) en contra del pasaporte COVID y la vacunación obligatoria. Montagnier ya ha difundido desinformación acerca del coronavirus y las vacunas en otras ocasiones. Durante su discurso en Milán, afirmó que los antibióticos sirven para combatir el coronavirus, que la proteína S que generan las vacunas contra la COVID-19 es tóxica o que las vacunas no funcionan. Te contamos por qué son falsas o sin evidencias estas afirmaciones.
No hay evidencias de que la proteína S que generan las vacunas de ARN mensajero sea tóxica
"La proteína del virus que está sintetizada por el ARN mensajero que contiene la vacuna, esta proteína es tóxica para las células, es un veneno", aseguró Luc Montagnier en su discurso del pasado 15 de enero, que hemos traducido con la ayuda de Beatriz Acedo Gómez, intérprete y traductora. Según Montagnier, la supuesta toxicidad afecta a órganos como el corazón. Sin embargo, no hay evidencias de ello.
Como explica aquí el Ministerio de Sanidad, la llamada proteína S (también espiga o spike) es una proteína del coronavirus SARS-CoV-2 que causa la COVID-19. Esta proteína encaja con la enzima ACE2 de nuestras células como una "llave en una cerradura" y, de esta forma, el coronavirus entra en nuestro organismo.
Lo que consiguen las vacunas contra la COVID-19 que están en uso en la Unión Europea (UE) y España es que nuestras defensas actúen contra esta proteína S. Para ello, se utiliza ARN mensajero (Pfizer y Moderna) o vectores de adenovirus (AstraZeneca y Janssen) para que nuestras células fabriquen la proteína S igual a la del coronavirus. El resultado es que nuestro sistema inmune reconoce que esta proteína no debería estar ahí y produce anticuerpos y linfocitos T.
Pero como indica a Maldita.es Guillermo López Lluch, catedrático de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide, la supuesta toxicidad de la proteína S no se ha demostrado. Es una afirmación falsa que se utiliza para desinformar de forma recurrente y que ya hemos verificado en otras ocasiones.
Las vacunas de ARN mensajero no alteran nuestro ADN
Montagnier también aseguró que las vacunas son "productos de transmisión génica", algo que en Maldita.es ya hemos desmentido muchas veces: las vacunas no pueden alterar nuestro ADN. Lluís Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnología y presidente del Comité de Ética del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), explicó a Maldita.es que "al utilizar ARN mensajero, estas vacunas le están proporcionando a las células las instrucciones para que estas fabriquen proteína S del coronavirus. Nada más. Estas moléculas de ARN mensajero son extraordinariamente lábiles [frágiles], y desaparecen muy rápidamente tras ser usadas para producir proteína S".
Montoliu descarta que estas moléculas vayan "a insertarse en nuestro ADN, que sería la única manera de que nuestras células acabaran modificadas genéticamente, es decir, que se convirtieran en transgénicas. El ARN se administra, se usa y desaparece, se destruye y degrada por la propia célula, y ahí acaba su viaje".
No hay evidencias de que los antibióticos sirvan para tratar la COVID-19
Montagnier afirmó que los antibióticos sirven para tratar la COVID-19 en su discurso y mencionó a Didier Raoult, quien defiende que la hidroxicloroquina y el antibiótico azitromicina curan la enfermedad. Sin embargo, como ya os hemos explicado en Maldita.es, no hay evidencia de que la hidroxicloroquina cure o prevenga la enfermedad. Tampoco las hay de que el antibiótico azitromicina sea un tratamiento eficaz, como se concluye en esta revisión publicada en octubre de 2021 por Cochrane, una de las fuentes más sólidas de evidencia científica.
La COVID-19 es una infección producida por un virus y no por una bacteria y, por lo tanto, no se trata ni se previene con antibióticos. "Creo que, con la evidencia científica sólida que hay en este momento, la respuesta es sencilla: no, los antibióticos no combaten el coronavirus", señala a Maldita.es Sonia Zúñiga, viróloga e investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). Es más, no hay ningún antibiótico aprobado como tratamiento para la COVID-19 por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
"Otra cosa distinta es que en situaciones muy concretas, pudiesen ayudar a tratar a los pacientes de COVID-19, porque se puede dar la situación de que tengan, además de coronavirus, infecciones por bacterias oportunistas, que puedan empeorar las neumonías. Pero, en ese caso, la diana de los antibióticos, como siempre, son las bacterias", explica la viróloga.
Ya en 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que los antibióticos no funcionan contra el coronavirus y que sólo se administran en el caso de que se dé una coinfección bacteriana. Además, en junio de ese año, la OMS alertó de que la pandemia podría impulsar el uso inadecuado de antibióticos y esto, a su vez, impulsar el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos.
Otras afirmaciones falsas de Luc Montagnier
Montagnier dijo que las vacunas contra la COVID-19 no funcionan. Sin embargo, ya son muchas evidencias que demuestran que las vacunas del coronavirus sirven y están salvando vidas. Por ejemplo en España, según los datos publicados por el Ministerio de Sanidad, los casos, las hospitalizaciones y los fallecimientos son menores entre las personas vacunadas frente a las que no lo están.
Además, Montagnier señala que se ha demostrado que las vacunas no protegen contra la transmisión "contrariamente a lo que se dijo al principio", pero esto no es así. En Maldita.es ya os explicamos que los ensayos clínicos de las vacunas contra la COVID-19 no evaluaron si la vacuna evita el contagio y, por lo tanto, al inicio de la campaña de vacunación no sabíamos aún si las vacunas protegerían frente a la transmisión. Ahora, ya sabemos que las vacunas no impiden que el SARS-CoV-2 entre en nuestro organismo. Pero, después de su uso en la vida real en millones de personas, cada vez hay más indicios de que sí reducen la infección y la transmisión del virus.
Luc Montagnier, que ganó el Nobel de Medicina en 2008 por descubrir en 1983 el virus VIH causante del sida, ha difundido numerosas desinformaciones sobre el coronavirus, la COVID-19 y las vacunas durante la pandemia. Como ya os explicamos en Maldita.es, aunque tenga un Nobel, las declaraciones de Montagnier no significan nada si no están respaldadas de evidencias científicas.
Las afirmaciones falsas de Montagnier en la manifestación de Milán también han sido verificadas por Open Online y Mala Espina Check, medios que forma parte de la International Fact-Checking Network (IFCN) al igual que Maldita.es.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes la maldita Beatriz Acedo Gómez, intérprete y traductora, y el maldito Guillermo López Lluch, catedrático de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide.
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