El 29 de diciembre de 2021 el Gobierno de España ha decidido reducir el aislamiento de personas infectadas por el coronavirus en casos leves y asintomáticos a 7 días frente a los 10 que fijaba antes. También ha rebajado la cuarentena para personas no vacunadas que han sido contacto estrecho de un positivo a 7 días desde los 10 días previos. Las personas vacunadas están exentas de cuarentena pero se les pide realizar únicamente actividades esenciales y que reduzcan todo lo posible sus interacciones sociales, especialmente con personas vulnerables, utilizando de forma constante la mascarilla.
Ya os hemos explicado qué diferencias hay entre un aislamiento (para personas infectadas) y una cuarentena (para contactos estrechos de positivos) y en septiembre de 2020 contamos qué decía la ciencia cuando se decidió acortar la cuarentena de contactos estrechos de 14 días a 10. Ahora volvemos a mirar a la evidencia actual, la opinión de organismos y expertos respecto a este nuevo acortamiento del aislamiento y cuarentena en medio de la sexta ola de coronavirus, con la variante ómicron presente y la mayoría de la población vacunada.
¿Cuánto se tarda en incubar la COVID-19?
El período de incubación de la COVID-19 es lo que tarda en aparecer los primeros síntomas desde que nos exponemos al virus. En nuestro artículo de septiembre de 2020 os contamos que un metanálisis publicado en agosto de 2020 estableció la mediana del período de incubación en 5,1 días y la media en 5,8 días. Pero el período de incubación en el 90% de los casos es de hasta 10 días, por lo que el 10% restante de las infecciones con síntomas, estos aparecen una vez pasados los 10 días desde el contacto con una persona infectada, según este análisis. Un metanálisis de 53 estudios más reciente, de septiembre de 2021, situó en 6 días el tiempo medio de incubación aunque un estudio observacional entre la población china incluido en este trabajo encontró que el 10% de los pacientes COVID-19 tuvo un período de incubación superior a los 14 días, la duración de la cuarentena implantada en China.
¿Y qué pasa con la variante ómicron? La evidencia científica sobre el tiempo de incubación con esta variante del coronavirus es todavía escasa pero un análisis de un brote de ómicron en Noruega encontró que la duración media de incubación fue de 3 días, con un rango de aparición de síntomas entre 0 y 8 días, lo que supone una incubación más corta que las otras variantes del coronavirus. Otra investigación en Corea del Sur sobre ómicron sube la incubación media a 4,2 días, apareciendo los síntomas en un margen de entre dos y 8 días tras el contagio.
La OMS recomienda una cuarentena de 14 días
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener una cuarentena de 14 días desde el último contacto con casos sospechosos o confirmados de COVID-19 porque “casi todos los casos desarrollan síntomas en los 14 días siguientes a la exposición, con un período de incubación medio de aproximadamente 5-6 días”.
Por su parte, los CDC (los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) redujeron el 27 de diciembre de 2021 el aislamiento a 5 días en asintomáticos infectados por el coronavirus con otros 5 días extra con mascarilla cuando estén cerca de otras personas para evitar que se infecten. También disminuyeron la cuarentena de personas no vacunadas que han sido contactos estrechos de positivos a 5 días en casa más 5 días con mascarilla. Los CDC han justificado el cambio en que “la ciencia demuestra que la mayor parte de la transmisión del SARS-CoV-2 se produce al principio del curso de la enfermedad, generalmente en los 1-2 días anteriores al inicio de los síntomas y los 2-3 días posteriores”.
División de opiniones entre los expertos consultados por Maldita.es
A la viróloga Sonia Zúñiga, investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología, le parece “poco prudente” acortar los aislamientos y las cuarentenas “sin que haya test de por medio” cuando precisamente la COVID-19 se convirtió en pandemia por la facilidad del virus de transmitirse desde asintomáticos. La viróloga indica a Maldita.es que es “totalmente incongruente que se recomiende hacerse test de antígenos para reunirse con más seguridad y luego se acorten las cuarentenas o aislamiento sin ningún criterio sobre la positividad o no de esa persona”.
En cambio, al presidente de la Asociación Madrileña de Salud Pública (AMASAP), Miguel Ángel Royo, la medida de reducir a 7 días tanto el aislamiento como la cuarentena le parece razonable porque “el período de mayor infectividad es de uno o dos días antes de la aparición de síntomas a 3 días después”. Royo también destaca a Maldita.es que “cuarentenar a todos los contactos estrechos con tanta transmisión pondría en peligro muchos aspectos de la economía”. En su opinión, la reducción de las cuarentenas y aislamientos a 7 días en vez de a los 5 días de Estados Unidos es “más prudente” aunque destaca que hay que seguir extremando las medidas de precaución pasados los 7 días porque “habrá personas que seguirán siendo contagiosas y por eso hay que seguir usando mascarilla”.
“A día de hoy no disponemos de evidencia sólida para afirmar que ómicron tiene un periodo de incubación diferente al de las anteriores variantes, que más o menos se situaba en 4-5 días para el 50% de los casos y casi del 100% en los díez primeros días”, explica el epidemiólogo Mario Fontán, doctorando en Epidemiología y Salud Pública en la Universidad de Alcalá, a Maldita.es. Por su parte, el epidemiólogo Pedro Gullón, profesor en la Universidad de Alcalá de Henares y miembro de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), señala que con ómicron parece que el período de incubación se reduce un día aunque la evidencia es limitada porque se tratan de estudios muy preliminares todavía.
No obstante, señala Fontán, este período de incubación era para población no vacunada, por lo que “quizás se puede hacer un equilibrio entre la probabilidad de iniciar la enfermedad más allá del quinto día y el hecho de estar vacunado, que reduce la probabilidad a priori de contagiarse” aunque “parece que ómicron puede reducir la efectividad en cuanto a evitar el contagio. Por tanto, este equilibrio tiene que hacerse con cuidado porque la evidencia no es del todo sólida”.
Respecto a las personas no vacunadas, ya que los vacunados están exentos de guardar cuarentena, Fontán no cree que la evidencia no haya cambiado demasiado respecto a los días del periodo de incubación, por lo que “quizás esta reducción de la cuarentena no tiene demasiado sentido a día de hoy planteada para no vacunados”. La reducción de la cuarentena va a tener poco impacto en España porque las personas vacunadas de forma efectiva no la hacían, señala Gullón.
En cuanto al aislamiento de personas infectadas, el doctorando de la Universidad de Alcalá señala que algunos estudios indican que las personas vacunadas diseminan el virus durante menos días, con una media de 5,5 días. “Si tenemos en cuenta que el contagio se inicia en torno a 2 días antes de iniciar síntomas, un aislamiento de 7 días en casos leves de población vacunada podría cubrir el tiempo en el que una persona vacunada contagia”. No obstante, Fontán apunta que la evidencia no ha cambiado para personas no vacunadas “como para no hacer una distinción en cuanto a los días de aislamiento”, es decir, opina que el aislamiento de personas infectadas sin vacunar debería seguir siendo de 10 días.
La evidencia actual no es convincente sobre un posible acortamiento temporal en la capacidad de contagiar con la variante ómicron, opina Gullón. “Mientras más cercano estés al inicio de síntomas, más virus estás excretando y esa cantidad se va reduciendo progresivamente. A los siete días de infección muchas personas excretan poco virus”. Pero el epidemiólogo aclara que hay que considerar la evolución clínica de cada persona para levantar el aislamiento: si está vacunada o no, si se llega al décimo día con síntomas (en cuyo caso habría de seguir en aislamiento) o lleva varios días asintomático…
Pero Mario Fontán señala que, más allá de estos aspectos técnicos, “en salud pública las decisiones nunca son exclusivamente técnicas, sino que es una mezcla teniendo en cuenta factores sociales, económicos y políticos”. De ahí la reducción previa de la cuarentena a 10 días “porque reducía el impacto social de las mismas y cubría un periodo donde la mayoría de la población ya no tenía síntomas, aunque no el 100%”.
En su opinión, “cuesta un poco entender” la reducción del aislamiento asintomático y la cuarentena en personas no vacunadas a 7 días “en plena sexta ola, sin tiempo a un debate sosegado con las personas técnicas de las diferentes administraciones y donde la parte económica puede tener un peso importante a la hora de influir en este tipo de decisiones. Evidentemente hay que conjugar el impacto de los aislamientos y las cuarentenas en un contexto de transmisión disparada con el normal funcionamiento de la vida social y minimizando el impacto en la misma”.
Para Fontán es difícil que la medida tenga sentido en este momento y de esta forma cuando, en su opinión existen otras medidas más urgentes y demandadas como reforzar el sistema de salud, ofrecer infraestructuras fuera del sistema sanitario para acceder a test, agilizar y simplificar las bajas y poner medidas para que no se produzcan las fiestas de Nochevieja.
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