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Llena tu estómago, no el contenedor: cómo reducir el desperdicio alimentario en las comidas y cenas de Navidad

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Claves
  • Si vas a cocinar, haz una lista con los ingredientes que necesitas comprar, especialmente con los productos frescos y ten cuidado con la cantidad de las raciones
  • Debes prestar atención a la conservación de los productos para evitar que se echen a perder
  • También puedes congelar y utilizar las sobras como ingredientes en recetas distintas
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Ya fuesen alimentos olvidados en el fondo de la despensa o en el rincón más inaccesible de la nevera, productos caducados, frutas y verduras estropeadas por no haberlas comido a tiempo y un largo etcétera, la realidad es que no consumimos gran parte de los suministros que compramos. ¿Y dónde acaban? En la basura. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2020 cada español tiró una media de 31 kilos/litros de comida, lo que supone un total de 1.354 millones.   

No hay mejor momento para ilustrar la situación que fechas como estas, las Navidades, en las que todo parece girar en torno a mesas rebosantes de comida. Ya sea porque comemos fuera de casa y pedimos más de la cuenta por motivo de celebración o al ponernos nosotros mismos el delantal y calcular mal las cantidades (al ser normalmente más comensales que de costumbre), es fácil que mucha de la comida que nos ha acompañado durante la comida o la cena termine en la basura. ¿Qué podemos hacer para evitarlo? 

Anna Bach y Alicia Aguilar, docentes e investigadoras del Foodlab en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) proponen seis consejos para intentar no ‘empachar’ al contenedor del final de la calle con las delicias culinarias navideñas. 

¿Hay menú preparado? Haz una lista con los ingredientes necesarios para cocinarlo

Para evitar llegar a casa con un ingente batiburrillo de productos sin oficio ni beneficio mejor ir a la compra a tiro hecho con una lista de la compra preparada. Para ello es útil desmenuzar el menú de la comida o cena. 

¿Qué ingredientes vamos a necesitar para prepararlo? En caso de querer añadir algún que otro entrante, ¿cuáles queremos? Mejor que nuestro estómago no decida por nosotros en los pasillos del supermercado, es decir, no ir a hacer la compra con hambre. “Esto es especialmente importante para los productos frescos, que tienen una vida útil más corta”, señalan las expertas. 

Presta atención a la conservación de los productos

No se conservan igual los huevos, que las patatas o la fruta. Tampoco los yogures y los distintos tipos de leche. Y si hablamos de productos procesados, en los que son los fabricantes quienes indican las especificaciones necesarias, nos juntamos con un manual de instrucciones al completo

“Hay que leer las etiquetas, comprobar las fechas de caducidad y seguir las recomendaciones de conservación (en la nevera, congelador o armarios), según el tipo de producto”, señalan Bach y Aguilar. Si quieres un consejo sobre cómo empezar, en Maldita.es te explicamos la mejor forma de ordenar la nevera, tanto para que los productos no se estropeen como para garantizar su seguridad alimentaria

Cuidado con la cantidad en las raciones 

El consejo de las expertas es revisar la despensa antes de comprar y planificar para reducir la compra por impulso. Y, por supuesto, organizar el menú ciñéndonos al número de invitados. Una vez tenemos la fuente sobre la mesa, presta atención a las porciones que repartes: en caso de que sobre comida en el recipiente, puede guardarse y reutilizarse en otra ocasión pero, si sobra una vez en el plato, probablemente termine en la basura.

“Así pues, hay que pensar antes de llenar el plato (calcular lo que se comerá) sin pasarse”, señalan las docentes de la UOC. ¿Que nos quedamos con hambre? Siempre habrá tiempo de echarse un cacito, porción o cucharada de más. En caso de que la comilona se haga en un restaurante y sobre comida, recuerda que puedes pedir que te la preparen para llevar

¿Ha sobrado? Al congelador…

Has hecho una lista y has procurado ceñirte a ella. Has ajustado raciones y repartido la cantidad apropiada en cada plato. Aun así, ha sobrado comida que probablemente no vayas a comer en los próximos días. ¿Solución? Congelarla. 

“Si se hace bien, es un método de conservación que nos permite alargar el tiempo de consumo de un alimento sin que pierda valor nutritivo”, recuerdan las expertas. Además, proponen un consejo: congelar en recipientes que contengan las raciones que después se consumirán. Si son individuales, pueden facilitarnos situaciones como llevar el tupper de comida al trabajo, por ejemplo. 

No solo puedes congelar el plato más elaborado: en Maldita.es también te explicamos cómo hacerlo con el pan y la repostería, los huevos, las patatas y por qué es especialmente importante en alimentos como el pescado. A la hora de descongelar, recuerda: mejor en la nevera que sobre la encimera

Si piensas comer las sobras durante el mismo día o los siguientes, basta con conservarlas en la nevera. Eso sí, no esperes mucho a guardarlas, mejor antes de la sobremesa. 

… o de vuelta a una nueva receta

Otra de las recomendaciones consiste en utilizar las sobras como ingredientes en recetas distintas. ¿Quién no ha hecho croquetas con los restos del cocido o del pollo asado? De primero de cocina casera. Lo mismo sucede con el puré a base de las verduras que han hecho de guarnición o el montadito de tortilla de patata o embutido con los restos de sus respectivos platos: hay opciones para dar y regalar. De hecho, ¿sabías que el origen de los canelones tiene que ver con reaprovechar los restos del asado? Es más, es uno de los platos típicos navideños en Cataluña precisamente por ello, como explica el divulgador Alfred López. 

Ante todo, haz un consumo responsable

“En general, el consumo de proximidad y de temporada mejora la vida de las pequeñas comunidades agrícolas, aumenta la biodiversidad, requiere menos energía para el transporte, tiene una buena relación calidad-precio y contribuye a una alimentación sana”, señalan las expertas. 

Por otra parte, recomiendan evitar los alimentos con embalajes de plástico y optar por otros más sostenibles como el cartón o usar solo envases reciclables: “Hay que buscar cómo evitar el desperdicio de embalajes que, como el desperdicio de alimentos, es una forma de contribuir a la sostenibilidad alimentaria”.

Este contenido es apoyado por la iniciativa “Alimentando el cambio” de DANONE EDP en el que Maldita.es colabora elaborando contenidos independientes según su metodología.


Primera fecha de publicación de este artículo: 28/12/2021

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