En Maldita.es ya os hemos contado qué bulos y mitos sobre la existencia del coronavirus, las mascarillas o las vacunas nos están intentando colar. Algunos de estos contenidos han sido difundidos por personas que se han dedicado a desinformar durante toda la pandemia. Por ejemplo, Natalia Prego, Maria José Martínez Albarracín, Ana María Oliva, Andreas Kalcker o Ander Etxebarria. Os contamos qué afirmaciones negacionistas han viralizado cada uno de ellos en los últimos meses.
Las afirmaciones falsas sobre la pandemia y la vacuna contra la COVID-19 que difunde Natalia Prego
Natalia Prego Cancelo se presenta como médica de familia y es una de las líderes del grupo negacionista del coronavirus "Médicos por la Verdad". En Maldita.es ya os hablamos en marzo de 2020 del audio de Prego sobre el coronavirus y por qué no le debes hacer caso y en mayo desmontamos las mentiras y afirmaciones sin evidencia científica del vídeo de Prego y otros supuestos médicos contra el uso de las mascarillas.
En los últimos meses, Prego ha afirmado que "el virus no se transmite por el aire”. No es cierto. El coronavirus se transmite a través de las pequeñas gotículas que una persona infectada puede expulsar al toser o estornudar, en el caso de que estas lleguen a las vías respiratorias de terceros. Pero también se puede transmitir al hablar.
También es falso que los asintomáticos no puedan contagiar el coronavirus y que las mascarillas provoquen una carencia de oxígeno y muchas otras enfermedades, al contrario de lo que dice Prego. No hay evidencias de que el uso de mascarilla produzca hipoxia, tal y como aseguraba a Maldita.es María Elisa Calle, experta en Epidemiología y Salud Pública y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
“Los tejidos utilizados dejan pasar el gas y el oxígeno es un gas. Respiramos oxígeno mezclado con nitrógeno y espiramos CO2, que también es un gas. Si fuera cierto, los cirujanos que intervienen durante varias horas, estarían muertos y no solo cansados”, afirmaba Calle, que además forma parte de la Asociación de mujeres investigadoras y tecnólogas (AMIT).
Prego también ha difundido múltiples bulos sobre las vacunas contra la COVID-19. Pero, al contrario de lo que dice, no hay ninguna evidencia de que causen esterilidad, puedan producir abortos o estén basadas en la "manipulación genética".
Tampoco es verdad que todas las personas "con hipersensibilidad y alergias" no deban vacunarse contra la COVID-19. En la guía con preguntas y respuestas sobre la vacunación publicada por el Ministerio de Sanidad, se indica que la vacuna está contraindicada para "las personas con historia de haber tenido reacciones alérgicas graves (por ejemplo, anafilaxia) a algún componente de la vacuna (Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Janssen)". En personas que hayan sufrido reacciones alérgicas a otros medicamentos, la vacuna debe aplicarse con precaución, manteniéndolas en observación durante 30 minutos tras su aplicación. "La vacunación no está contraindicada en personas con alergias alimentarias, a animales, insectos, alérgenos del ambiente, látex u otras alergias”, señala la guía.
Las afirmaciones falsas de Andreas Kalcker sobre el dióxido de cloro como cura de la COVID-19
El dióxido de cloro o CDS es un producto que según Andreas Kalcker, un supuesto "científico alemán", sirve para curar enfermedades como la COVID-19. No hay evidencias de que sea así.
El supuesto mecanismo de acción es el siguiente: el clorito de sodio se diluye en agua y se mezcla con un ácido suave (limón, o vinagre, por ejemplo), lo cual termina generando un gas, llamado dióxido de cloro o CDS. Este gas tiene, en teoría, un potente efecto desinfectante que destruye todas las bacterias y patógenos, protege las células y refuerza el sistema inmunitario.
Para que quede claro: no hay ninguna evidencia científica de estos efectos. Ni siquiera aunque sea un desinfectante capaz de matar los gérmenes que hay en el agua, como hace el clorito de sodio, porque eso no quiere decir que vaya a actuar de la misma forma en nuestro cuerpo.
Pero es que además este producto puede ser peligroso para la salud. El clorito de sodio y el dióxido de cloro en el que se transforma tienen una fuerte acción oxidante. Consumirlo puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, intoxicaciones, fallo renal y alteraciones sanguíneas.
Kalcker lleva años promocionando el dióxido de cloro como cura para múltiples patologías, incluido el trastorno del espectro autista. En 2012 fue detenido por un supuesto delito contra la salud pública mientras impartía en Ibiza una charla para promocionar y vender el MMS o clorito de sodio.
Las afirmaciones falsas del decano del Colegio de Biólogos de Euskadi sobre la COVID-19
Desde Maldita.es también hemos desmentido algunas afirmaciones de Jon Ander Etxebarria, decano del Colegio de Biólogos de Euskadi (COBE), sobre la COVID-19. En un documento que se viralizó en agosto de 2020 y que ya ha sido retirado, afirmaba que las PCR dan muchos falsos positivos, que los asintomáticos no contagian o que las mascarillas causan una ligera hipoxia. No es cierto.
La PCR no da muchos falsos positivos y no es inespecífica, tal y como confirmaba a Maldita.es José Manuel Bautista, catedrático de Biología Molecular que coordinó el laboratorio de detección COVID-19 de la Universidad Complutense de Madrid.
También es falso que las mascarillas provoquen a sus portadores una carencia de oxígeno o que las personas asintomáticas no contagien el coronavirus. Sonia Zúñiga, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC), explicaba a Maldita.es que estas personas sí transmiten el virus: "Un paciente asintomático es una persona que está infectada pero no desarrolla síntomas clínicos de la enfermedad. Pero el problema es que puede ser infeccioso, es decir, transmitir el virus a otros".
Unos meses más tarde, Etxebarría cuestionaba en Facebook el descubrimiento de una nueva variante del SARS-CoV-2 y del papel que desempeñan las pruebas PCR en este cometido. Lo cierto es que, al contrario de lo que él sugería, las variantes del SARS-CoV-2 no se detectan mediante PCR, sino gracias a la secuenciación masiva.
Las afirmaciones falsas de Maria José Martínez Albarracín sobre las vacunas contra el coronavirus
María José Martínez Albarracín, otras de las componentes del grupo negacionista de la pandemia y del coronavirus “Médicos por la Verdad España”, también ha difundido algunos bulos que hemos desmentido desde Maldita.es.
Por ejemplo, os hemos contado que no hay evidencias de que la vacuna contra la gripe “produzca un tremendo pico de contagios y gravedad” en los pacientes de COVID-19. Todas las vacunas, antes de ser comercializadas, superan rigurosos procesos de desarrollo y calidad.
En cuanto a la vacuna contra la COVID-19, Albarracín ha afirmado que son "patógenos sintéticos" que se pueden "recombinar con virus endógenos nuestros". No es cierto. Pepe Alcamí, virólogo del Instituto de Salud Carlos III, aclara a Maldita.es que las vacunas no son un "patógeno sintético" porque no se utilizan virus atenuados en ellas.
Las vacunas aprobadas hasta el momento para su uso en España usan ARN mensajero (Pfizer y Moderna) y vectores de adenovirus (AstraZeneca y Janssen) que lo que hacen es codificar "una única proteína del SARS-CoV-2, la proteína S o Spike". De esta forma se entrena a nuestro sistema inmune frente al coronavirus. Pero, según el virólogo, la "recombinación" con "virus endógenos nuestros" de la que habla Albarracín no se ha demostrado.
Martínez también afirma que las vacunas condicionan al sistema inmune para reaccionar "mal" frente a las variantes y que producen el llamado "pecado original antigénico". La Asociación Española de Vacunología (AEV) indica que este término hace referencia a una teoría desarrollada por el científico Tom Francis en 1960 en referencia al virus de la gripe.
De acuerdo a esta teoría, "la respuesta inmune desencadenada por la primera exposición al virus salvaje condicionará las respuestas a los futuros encuentros tanto con ese virus como con otros tipos/subtipos gripales".
Eva Martínez-Cáceres, jefa del Servicio de Inmunología del Hospital Germans Trias y vicepresidenta de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), indicaba a Maldita.es que no hay evidencias de que las vacunas contra la COVID-19 provoquen este fenómeno. Tampoco es cierto que hagan que nuestro sistema inmune reaccione sólo frente a la proteína S del coronavirus o que se reaccione "mal" a las variantes del SARS-CoV-2.
Las afirmaciones falsas y negacionistas de Ana María Oliva sobre el SARS-CoV-2 y la pandemia por COVID-19
Ana María Oliva, que se define en su propia página web como “doctora en biomedicina”, también ha difundido múltiples bulos sobre el SARS-CoV-2 y la pandemia. Esta mujer ofrece conferencias, cursos y formaciones en materia electromagnética y otras pseudociencias (como la homeopatía), que no están respaldadas por la evidencia científica.
Oliva ha afirmado por ejemplo que la pandemia “no tiene nada que ver con la salud”. También ha criticado las medidas de seguridad como el uso de mascarillas o el distanciamiento social y ha apoyado otras teorías de la conspiración como la de los chemtrails o el peligro de las microondas.
Pero la COVID-19 sí está relacionada con la salud. Como apuntan las evidencias científicas, es una enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2 cuya consecuencia en los pacientes sintomáticos es un síndrome respiratorio agudo severo.
En Maldita.es también hemos explicado lo que se sabe hasta el momento sobre lo que la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia denomina COVID-19 persistente y sobre las posibles secuelas a las que esta puede dar lugar una vez se ha superado la infección (incluso en jóvenes).
Además, Oliva defiende una supuesta relación entre los campos electromagnéticos, la 5G y la COVID-19. Según indica, es la influencia en el organismo de determinados campos electromagnéticos lo que ocasiona los cuadros y síntomas típicos de la COVID-19, y no el virus SARS-COV-2.
Alberto Nájera, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), indica a Maldita.es que “afirmar que existe una relación entre campos electromagnéticos y la COVID-19 supone pegar varias patadas a la Física y a la Biología, pasando por la Fisiología y la Medicina, pero también por la Historia”. Según cuenta, los campos electromagnéticos utilizados en telecomunicaciones no tienen capacidad de producir efectos biológicos sobre el ser humano a los niveles habituales de exposición.
Oliva también critica varias de las medidas de prevención destinadas a minimizar el riesgo de contagio por COVID-19, como el uso de mascarilla o el distanciamiento social. Sin embargo, tal y como apuntan las evidencias científicas, estas medidas sí son eficaces para evitar enfermar por COVID-19.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.