Muchos de vosotros nos habéis preguntado por una imagen que recoge varias afirmaciones falsas relacionadas con la COVID-19. Entre ellas, que en realidad "la gente ha enfermado por la vacuna de la gripe", que "los confinamientos, las mascarillas, los guantes y los hidroalcoholes son ilegales" o que, según su inventor, "los tests [PCR] no indican un virus" y "son una mentira". Se trata de un bulo. Os contamos lo que sabemos al respecto.
Sí hay un virus, el SARS-CoV-2, que ha originado la pandemia de COVID-19
Una de las primeras afirmaciones que sostiene la imagen es que "no hay, ni ha habido nunca ningún virus". Esto es falso. La pandemia por COVID-19 está causada por el SARS-CoV-2, un virus de ARN, contagioso en humanos y causante de la enfermedad COVID-19, según han demostrado numerosas investigaciones científicas, como esta de la revista Nature.
Como ya explicábamos en artículos como este, al inicio de la pandemia, el nuevo coronavirus se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China.
Como su nombre indica, es un tipo de virus con una especie de 'corona' a su alrededor. Como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una gran familia de virus que causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV). En el caso actual, se trata de una nueva cepa nunca identificada en humanos.
La gente con COVID-19 no ha enfermado por la vacuna de la gripe
Otra de las afirmaciones que recoge la imagen por la que nos habéis preguntado (en relación también con la anterior: que el virus no existe), es que la verdadera causa de la pandemia ha sido la vacuna de la gripe. Sin embargo, esto tampoco es cierto. De hecho, en Maldita.es hemos desmentido y explicado otros bulos relacionados con el tema, así como infografías y gráficas que sugerían ideas similares.
Para empezar, aclaramos que no existe ninguna evidencia de que el virus causante de la COVID-19 esté relacionado con la gripe, ni mucho menos que haya sido inyectado a la población con la campaña de vacunación de la gripe. Es más: ya explicamos que el único estudio que relacionaba el virus de la gripe con el coronavirus era de muy baja calidad, mientras aquí explicamos la diferencia entre los dos virus.
Pepe Alcamí, virólogo e inmunólogo del Instituto de Salud Carlos III, confirma que es imposible que la vacuna contra la gripe de este año estuviera contaminada. “En todas las vacunas se hace lo que se denomina ‘búsqueda de virus adventicios’, precisamente para estar seguro de que no están contaminadas por otros virus”, aclaraba a Maldita Ciencia.
Los confinamientos, las mascarillas, los guantes y los hidroalcoholes no son ilegales
La imagen continúa afirmando que "los confinamientos, las mascarillas, los guantes y los hidroalcoholes son ilegales" y que, además, "la mascarilla es innecesaria y va en contra de los derechos humanos". Esto no solo es falso, sino que las mascarillas y los geles hidroalcohólicos, junto a los confinamientos y los guantes (en determinadas circunstancias), forman parte de las medidas de precaución contra el contagio recomendadas por las autoridades sanitarias como la OMS o el Ministerio de Sanidad, en base a las evidencias científicas disponibles hasta el momento.
Por un lado, se sabe que la COVID-19 es una enfermedad respiratoria, es decir, que se contagia cuando el virus entra en contacto con nuestra nariz y boca. Esto puede suceder bien porque hayamos tocado alguna superficie infectada y nos llevemos las manos a la cara o bien porque estemos en contacto cercano con alguna persona contagiada, situación que facilitaría que las gotículas expulsadas por esta al hablar, toser o estornudar llegasen a nuestro sistema respiratorio.
En España, a través del confinamiento, tanto a nivel nacional a principios de 2020 como los pequeños casos locales actuales, ante el aumento de rebrotes, esta estrategia minimiza el contacto entre personas, dificultando así que los contagiados puedan transmitir el virus a pacientes sanos. Además, quedarnos en casa, a pesar de que limite el contacto con micoorganismos patógenos, no disminuye la fortaleza y eficacia de nuestro sistema inmune, como ya explicamos aquí.
Por otra parte, también las mascarillas suponen un obstáculo para el virus en su camino a nuestras vías respiratorias. Como ya explicábamos aquí, su uso es útil para disminuir el riesgo de infección: sea higiénica, quirúrgica o EPI, funcionará al menos como barrera física que dificulte el contacto tanto con el SARS-CoV-2, como con cualquier otro patógeno que sea susceptible de entrar en nuestro organismo a través de las vías respiratorias, la nariz y la boca.
¿Cómo? Evitando que las gotículas que se expulsan al toser, estornudar o hablar (y que, en caso de una persona infectada, podrían portar al nuevo coronavirus), lleguen a estas vías y nos contagien. En este artículo puedes encontrar diferentes estudios que concluyen que el uso generalizado de mascarilla minimiza el riesgo de contagio y transmisión del SARS-CoV-2.
La desinfección de manos, ya sea con agua y jabón o con geles hidroalcohólicos, también es una medida eficaz para dificultar que el virus infecte. Recuerda que para que el lavado de manos sea útil, debes hacerlo durante al menos 40 segundos y no olvidarte de ninguna zona de estas.
Con respecto a los guantes, según el Ministerio de Sanidad, su uso no está recomendado a la población general en las salidas a la calle ya que "la limpieza adecuada y frecuente de manos es más eficaz" como medida de protección por varios motivos: utilizar guantes durante mucho tiempo hace que se ensucien y pueden contaminarse, te puedes infectar si te tocas la cara con unos guantes que estén contaminados y, además, quitárselos sin contaminarse las manos no es sencillo. Por estos motivos, y en cualquier caso, se recomienda lavarse bien las manos también después de haber utilizado guantes.
Para acabar, y como ya contamos aquí, una investigación publicada en PLoS MEDICINE muestra que estas acciones funcionan. ¿Cuáles? Una combinación de ellas. El lavado de manos, el uso de mascarillas y el distanciamiento social –las llamadas medidas autoimpuestas– junto a políticas de confinamiento –como el cierre de escuelas, centros de trabajo o la prohibición de reuniones–, impuestas por los gobiernos, pueden ayudar a mitigar y retrasar el pico de la pandemia.
Las pruebas PCR sí detectan el coronavirus
La imagen que se ha viralizado también destaca que "los test [pruebas PCR] no indican un virus según su inventor" sino que "son otra mentira con la que nos controlan". De nuevo, se trata de otra afirmación falsa.
Ya desmentimos una imagen con la fotografía de Kary Mullis, el científico descubridor de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR por sus siglas en ingles) que se usa para detectar el coronavirus SARS-CoV-2, que le atribuía haber dicho que la PCR no sirve en la detección de virus. Aunque Mullis criticase las PCR cuantitativas, estas pruebas sirven y se usan para detectar el coronavirus SARS-CoV-2, como contamos aquí.
Por otro lado, las pruebas PCR sí son específicas y detectan el SARS-CoV-2. Como explicaba a Maldita Ciencia, José Manuel Bautista, catedrático de Biología Molecular que coordinó el laboratorio de detección COVID-19 de la Universidad Complutense de Madrid, "no es cierto que la PCR que se está utilizando ahora sea inespecífica".
“Los cebadores para amplificar (sustancias necesarias en la reacción en que se basa las PCR) son específicos para SARS-CoV-2 (el coronavirus que causa la enfermedad) y no para otros virus. Hay otros PCR generalistas para detectar más coronavirus, pero los que se usan ahora son altamente específicos”, afirma. Os lo explicamos aquí.
La pandemia no es un plan de Bill Gates, banqueros, laboratorios y políticos para la reducción de la población mundial
Al contrario de lo que afirma la imagen, que "la pandemia es un plan de Bill Gates, banqueros, laboratorios y políticos para la reducción de la población mundial", diferentes investigaciones han demostrado el origen natural del virus.
Los autores de este artículo, publicado en el foro científico Virologic, indican que "la evidencia genómica no apoya la posibilidad de que el nuevo coronavirus haya sido creado en un laboratorio". Este otro estudio indica que el origen del SARS-CoV-2 fueron mutaciones y selección natural, además de recombinación del SARS-CoV, el virus capaz de infectar a animales como el murciélago.
En cuanto a Bill Gates ya desmentimos aquí un contenido falso sobre la reducción de la población mundial.
La pandemia todavía no ha terminado
Al contrario de lo que afirma la imagen, como muestran los datos diarios ofrecidos por las autoridades sanitarias, la pandemia de COVID-19 no ha terminado. De hecho, los rebrotes y contagios en las diferentes comunidades autónomas siguen aumentando.
En España, "en el análisis de los casos notificados a la RENAVE con fecha de inicio de síntomas y fecha de diagnóstico posterior al 10 de mayo, y hasta las 14:00 h del 20 de agosto de 2020, se identifican 142.411 casos de COVID-19 en España. Un 4,9 % de los casos han sido hospitalizados, un 0,3% han sido admitidos en UCI y un 0,4% han fallecido", señala el 40º informe del ISCIII, publicado el pasado 20 de agosto. El total de contagios ya ha superado la barrera de los 400.000.
En el resto del mundo, el número de contagios asciende a un total de 23.677.221 (a fecha 25 de agosto).
Primera fecha de publicación del artículo: 25/08/2020.