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Acuden más electores catalanes a las urnas si tienen que votar en unas elecciones generales que si se encuentran ante una convocatoria autonómica, local o europea. Este fenómeno, conocido como abstención diferencial, es definido en estudios políticos como la actuación de aquel votante que participa en las elecciones generales pero no en los comicios autonómicos. Según varios análisis sociológicos y los expertos consultados por Maldita.es, la abstención diferencial es más elevada en Cataluña que en otras comunidades autónomas.
En Maldita.es hemos analizado los datos de participación de todas las elecciones celebradas en Cataluña desde 1977 hasta 2023. En estos 47 años se han celebrado un total de dieciséis elecciones generales en toda España, en las que ha participado, de media, más del 70% del electorado catalán. En las generales de 2023, se registró el mínimo histórico de participación en Cataluña en este tipo de comicios con menos del 63%.
Acuden menos personas a las urnas si se trata de unos comicios autonómicos: en las trece votaciones al Parlament se ha registrado una participación media del 62%. Todavía se reduce más en las elecciones locales (59%) y europeas (51%).
Las elecciones generales son las que más participación registran, pero en 2023 hubo mínimo histórico
En las elecciones generales son las que más afluencia de electorado catalán registran. Desde 1977, ha participado en este tipo de comicios una media de 70,7% de los catalanes con derecho a voto. Fue en 1982, en las terceras elecciones generales en la historia de la Democracia española, cuando se registró el máximo de participación en Cataluña: votó más del 80% de la población. No se ha registrado un porcentaje tan elevado desde entonces, y únicamente en tres ocasiones (1993, 1996 y 2004) se superó el umbral del 75%.
En las últimas elecciones generales, celebradas el 23 de julio de 2023, únicamente el 62,7% de los catalanes acudieron a las urnas. Es el peor dato de participación en este tipo de comicios de la historia y está casi ocho puntos por debajo de la participación estatal (70,4%).
La participación catalana en las autonómicas es casi diez puntos menor que en las generales
Desde 1980 hasta 2021, se han celebrado un total de 13 votaciones para escoger al presidente de Cataluña, en las que participaron una media del 62,5% de los ciudadanos. Esto supone casi ocho puntos porcentuales menos que la media de participación catalana en las elecciones generales. Según el politólogo Emilio Román Rodrigálvarez, este fenómeno de abstención diferencial se da porque los electores “consideran de vital importancia manifestar sus preferencias en un contexto en el que va a tener una incidencia directa en su día a día”.
El experto precisa que es fundamental diferenciar entre abstención pasiva (cuando un elector no participa por condiciones puntuales como estar enfermo o tener que trabajar) y la abstención activa (aquellas que, con conocimiento de causa, deciden no participar en el propio sistema).
En los últimos comicios autonómicos, celebrados el 14 de febrero de 2021, casi la mitad de la población con derecho a voto decidió abstenerse. Únicamente acudieron a las urnas en esta cita electoral el 51,3% de los votantes, el dato más bajo de la historia a causa de la pandemia del COVID-19. Esta cifra resulta todavía más llamativa si la comparamos con las elecciones equivalentes anteriores. El 21 de diciembre de 2017 acudieron a las urnas el 79,1% de los catalanes, la cifra más elevada de la historia de Cataluña y la única que supera el umbral del 75%.
Apenas dos meses antes de estas elecciones, tuvieron lugar dos sucesos políticos que marcarían la forma y resultados de la votación: el 1 de octubre se celebró el referéndum prohibido por el Tribunal Constitucional (TC) y el 10 de octubre se conoció la Declaración Unilateral de Independencia. Los comicios autonómicos de 2017 se convocaron con la aplicación del artículo 155 de la Constitución por el Gobierno de Mariano Rajoy (PP).
“Siempre se ha votado mucho menos en las autonómicas que en las generales, pero eso se rompió con el ‘procés’”, explica a Maldita.es Javier Lorente, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC). El docente explica que esta ruptura se dio porque “las personas con posiciones contrarias a la independencia votaban menos” y ante este acontecimiento se movilizaron. Además de aumentar la participación, estos acontecimientos llevaron a la pérdida de apoyos al bloque independentista.
Emilio Román, politólogo, asegura que estos picos de participación están motivados por el ‘procés’. “Se trasladó a los electores que se estaban tomando decisiones que podrían implementar y cambiar el día a día de los ciudadanos y reactivó la participación”, explica.
Estos votantes se califican como “apáticos”, según Javier Lorente. “Son electores que no se animan a votar en todas las elecciones, pero en algunas despiertan y dan datos extraordinarios de participación”, explica. El politólogo Emilio Román añade que es “muy complicado” poder estar seguro de que la misma persona vota en unas elecciones y se abstiene en otras porque el voto es secreto.
Se registra menor participación incluso en las elecciones de ámbito local. De media, menos del 60% de los votantes catalanes acuden a las urnas en este tipo de votaciones. “Las elecciones locales presentan incluso menos índice de voto porque los ciudadanos no perciben que haya importancia en estas elecciones”, explica a Maldita.es Adrián Caballero, profesor de Comportamiento Político de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
El mínimo histórico de los diez comicios municipales analizados por Maldita.es (desde 1987 hasta 2023) fue el 27 de mayo de 2007, cuando únicamente el 53,9% del electorado acudió a las urnas.
Las elecciones europeas son las grandes olvidadas por los catalanes
Adrián Caballero explica a Maldita.es que la abstención diferencial está muy relacionada con las llamadas “elecciones de segundo orden”. En palabras del experto, son aquellas que “están definidas porque el ciudadano percibe que el parlamento al que está votando decide menos cosas” que le afecten directamente. Como paradigma de este tipo de elecciones de segundo orden, explica, están las europeas.
Las elecciones europeas son los comicios con menos participación por parte del electorado catalán. En total, se han celebrado ocho votaciones a nivel europeo (de 1987 hasta 2019) y, de media, han participado poco más del 51% de los catalanes. Casi la mitad ha decidido abstenerse en este tipo de comicios. El pico máximo de participación se registró en las elecciones del 10 de junio de 1987, cuando el 68,4% de los catalanes acudieron a las urnas. Fueron las primeras elecciones que se celebraron en España para escoger a los miembros del Parlamento Europeo y ese mismo día se celebraron las municipales en toda España.
El peor dato de participación de los catalanes en la historia de la democracia (en un total de 47 votaciones) fue en unas elecciones europeas. El 7 de junio de 2009, únicamente el 36,9% del electorado ejerció su derecho a voto.
