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Tras las Navidades, y a pesar del inicio de la campaña de vacunación, los casos de coronavirus en España no han parado de crecer. En los últimos 15 días, del 29 de diciembre al 13 de enero, la incidencia acumulada en todo el país casi se ha duplicado: pasando de una tasa de 255,55 casos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días a una tasa de 492,88.
Pero este aumento de los casos no está yendo acompañado de un crecimiento al mismo nivel en la realización de pruebas diagnósticas. Mientras la incidencia ha crecido un 92,87% en los últimos 15 días, la realización de pruebas PCR y test de antígenos ha aumentado un 17,63%.
Los datos de este 13 de enero del Ministerio de Sanidad indicaban que en la última semana se habían realizado 1.003.167 pruebas diagnósticas en todo el país, entre pruebas PCR y test rápidos de antígenos. 15 días antes, el 29 de diciembre, se habían hecho 853.225 pruebas en la última semana. Incluso en algunas comunidades, como Cataluña, Asturias o Canarias, el número de pruebas que habían realizado en la última semana a 29 de diciembre es mayor al del 13 de enero.
En cambio, en todas las autonomías ha aumentado la incidencia acumulada. Los dos archipiélagos son las comunidades donde ha crecido menos en los últimos 15 días, aunque la incidencia de las Baleares casi cuadruplica a la de Canarias. Por contra, Castilla y León, Ceuta, La Rioja, Extremadura y Andalucía son las que más han visto incrementar el número de casos detectados.
En 17 de las 19 autonomías la incidencia de casos tiene una valoración de riesgo muy alto
Todas las comunidades, menos Canarias y Asturias, se sitúan ahora con una incidencia acumulada en las dos últimas semanas superior a los 250 casos, el indicador que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud precisa como de riesgo muy alto. Asturias y Canarias se sitúan en el nivel anterior según su incidencia: riesgo alto.
Quince días antes sólo seis de las 19 autonomías se situaban en ese riesgo muy alto. Ahora son 17 de 19.
La positividad ha pasado de un 8,82% a un 16,57%: de riesgo medio a muy alto
Pero la incidencia acumulada no es el único indicador del Interterritorial que ha empeorado en España. La positividad de las pruebas diagnósticas en la última semana era de un 8,82% a 29 de diciembre. Ahora está ya en un 16,57%. El riesgo según este indicador ha pasado de medio a muy alto.
El diagnóstico de la positividad empeora aún más si nos fijamos en los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS estableció en mayo una serie de criterios para guiar a los Gobiernos en la gestión de la pandemia por la COVID-19. Entre esos indicadores hay unos que sirven para saber si la epidemia por coronavirus está controlada en un determinado territorio o no.
Uno de los principales criterios para confirmar que la situación está controlada es que menos del 5% de las pruebas PCR den positivo "al menos durante las dos últimas semanas". Según el último informe del Ministerio de Sanidad en la última semana todas las comunidades autónomas se encuentran por encima de ese 5% de positividad.
Algunas tienen una positividad incluso cinco veces mayor, como es el caso de la Comunidad Valenciana, con un 29,28% de pruebas que resultan positivas, de Castilla y León, con un 28,67%, o de Murcia, con un 21,8%.
La positividad está creciendo más que el número de pruebas realizadas
Precisamente lo que refleja que el aumento de casos en nuestro país sea mucho mayor que el crecimiento de las pruebas que se realizan es la positividad. Lo que está sucediendo, sobre todo, es que las pruebas que se hacen acaban en mayor medida en positivo.
Pedro Gullón Tosio, epidemiólogo social y médico especialista en medicina preventiva y salud pública, explica a Maldita.es que "es probable que cuando se descontrola la epidemia el número de pruebas no suba al mismo ritmo que suben los positivos: eso es un síntoma de descontrol".
El epidemiólogo pone como ejemplo que "si normalmente por un caso se hacen tres o cuatro pruebas PCR a sus contactos, pues si tienes más casos tendría que aumentar ese número de contactos y de pruebas". "Que esté creciendo el número de casos y el número de pruebas no esté creciendo al mismo ritmo es preocupante. Es un síntoma de que no se está llegando a hacer las pruebas necesarias a los contactos o de que no se está haciendo la trazabilidad necesaria", resume, aunque apunta a que con los datos de la última semana aún es "tremendamente complicado de valorar".
Los test de antígenos han ganado terreno a las pruebas PCR
En noviembre Maldita.es ya explicaba que una de cada cinco pruebas diagnósticas que se realizaban eran test rápidos de antígenos. Y parece que el uso de estos test, en el que la Comunidad de Madrid fue pionera, ha llegado para quedarse. Actualmente representan ya alrededor del 35% de pruebas que se realizan.
De hecho, gracias a la realización de estos test no se ha notado un descenso en la realización de pruebas, ya que la utilización de las PCR no ha vuelto a los niveles de finales de octubre y principios de noviembre, cuando se hacían más de 800.000 a la semana.
Gullón explica que "hay comunidades autónomas incluso donde ya están implantados los test de antígenos para situaciones en las que no están tan indicados, como por ejemplo la realización de cribados. Al reemplazar todos los test por antígenos corremos el riesgo de tener una serie de falsos negativos que nos den una imagen falsa. Entonces hay que sopesar muy bien en qué situaciones utilizar antígenos, que son perfectamente válidos en determinadas situaciones, sobre todo en personas sintomáticas, pero no en todas".
Primera fecha de publicación de este artículo: 14/01/2021
