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MALDITA CIENCIA

Por qué es peligroso tomar pastillas de yodo sin indicación del personal médico o de emergencias

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La invasión a Ucrania, las centrales nucleares afectadas y el miedo a un supuesto ataque nuclear por parte de Rusia, el país que acumula más ojivas atómicas, han despertado una creciente preocupación entre muchas personas. Las búsquedas en Google de las palabras ‘pastillas de yodo’, un preparado que se emplea en casos de accidente nuclear entre la población en riesgo, han aumentado en los últimos días, así como el interés por el propio elemento químico, el yodo. Del mismo modo, farmacéuticas que venden este producto por internet afirman que sus búsquedas y compra han crecido significativamente en la última semana.

Tendencias de búsqueda en Google de 'yodo' y 'pastillas de yodo' en los últimos 3 meses en España.

Os explicamos en Maldita.es qué son estas pastillas de yodo (para ser técnicos, yoduro de potasio), cómo funcionan y por qué no es recomendable tomarlas si no hay una indicación por parte de un profesional sanitario o de personal de emergencias.

Cómo funcionan la profilaxis radiológica: pastillas de yoduro potásico en caso de accidente nuclear como medida preventiva

Como explican los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el yoduro de potasio (KI) es una sal de yodo que puede ayudar a impedir que la tiroides absorba yodo radiactivo. 

El yodo radiactivo es uno de los elementos que se pueden emitir en casos de accidentes nucleares, según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). El yodo radiactivo, como indica este organismo en su resumen técnico sobre las pastillas de yodo, puede liberarse en nubes o plumas de contaminación y afectar al suelo, superficies, comidas, masas de agua, así como acumularse en la ropa y en la piel.

La tiroides, una glándula endocrina situada en el cuello que contribuye a regular el metabolismo, es la parte del cuerpo que es más sensible al yodo radioactivo. Según explican Lluis Vila y Juan Carlos Galofré, del área de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el yodo es "el elemento fundamental para el funcionamiento de la tiroides. Por ese motivo, la glándula, de manera natural, va a captar yodo para poder sintetizar sus hormonas". La tiroides cuenta con unos depósitos internos de yodo y si estos están completos "captará mucho menos yodo y el que sobra lo eliminará por la orina". Pero, si están vacíos, "la glándula tendrá más avidez por este elemento". Si esto coincide con la exposición al yodo radiactivo, la glándula lo capturará y se verá afectada, detallan los expertos.*

Las pastillas de yoduro de potasio, estable y no radiactivo, saturan la tiroides, lo que impide que los radioisótopos de yodo (es decir, el yodo radiactivo) se acumulen y absorban por esta glándula, según el documento de Protección Civil de España de planificación de emergencias nucleares El objetivo es “prevenir la aparición de efectos a corto plazo, hipotiroidismo y tiroiditis aguda; y reducir la aparición de efectos a largo plazo, como el cáncer de tiroides y nódulos tiroideos benignos (bultos en el cuello)”.

Así, se le llama ‘profilaxis’ porque es vital el momento de su administración: en el caso de una emergencia nuclear, cuanto antes se consuma, mayor será su efectividad. Según la OMS, consumir el yoduro de potasio poco antes o justo en el momento de exposición al yodo radiactivo ofrece “la protección más efectiva” contra estos problemas de salud. A su vez, tomando estas sales cuatro horas después de la exposición, la protección cae a la mitad. Si se consumen después de 24 horas, no ofrecen ninguna protección.

Documento de Planificación de Protección Civil de Emergencias Nucleares.

El yoduro de potasio no protege ante todos los riesgos de un accidente nuclear

Aunque las pastillas de yodo han demostrado su eficacia para proteger la tiroides, no es un medicamento que funcione ante todos los riesgos y daños que puede ocasionar un accidente nuclear. O, como dice el resumen técnico de la OMS sobre el yoduro de potasio, “no es un antídoto genérico contra la radiación”.

Entre otros peligros importantes a tener en cuenta en un accidente nuclear y sobre los que el yoduro de potasio no actúa está el daño del cesio radiactivo (un isótopo radiactivo del cesio, otro elemento químico); el daño por la radiación externa depositada en el suelo, superficies o comidas; y otros daños que produce el yodo radiactivo que no afectan a la tiroides.

Por qué no es recomendable tomarlo sin recomendación sanitaria o del personal de emergencias

El yodo (en su forma estable) es un elemento natural y necesario para los humanos, especialmente para que las células puedan transformar los alimentos en energía y para que la tiroides funcione con normalidad, como explica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Cuando el consumo de yodo está por debajo de lo recomendado, la tiroides no es capaz de producir ciertas hormonas necesarias para el metabolismo, por lo que los médicos de familia pueden recetar cápsulas suplementarias de yodo o aumentar su ingesta con alimentos que lo contengan. 

Ahora bien, estas cápsulas, que se pueden adquirir en las farmacias y sin receta, son diferentes a las de la profilaxis radiológica: su uso y efectos en nuestro cuerpo no son los mismos. Además, estas últimas no se venden en farmacias.  En España se preparan en el Centro Militar de Farmacia de la Defensa y se almacenan en las propias centrales nucleares, en centros médicos y puestos de la Guardia Civil a un radio de 10 kilómetros de estas centrales y en las subdelegaciones de Gobierno, según detalla este número de la revista Alfa, editada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

El yoduro de potasio que se consume en casos de accidente nuclear, como medicamento que es, puede provocar efectos adversos no deseados y que tienen un riesgo para la salud. Algunos efectos secundarios, según los CDC, pueden ser: molestias estomacales, reacciones alérgicas, sarpullidos e inflamación de glándulas salivales. La probabilidad y gravedad de estos efectos pueden aumentar según la dosis, la frecuencia con la que se toma el medicamento y si hay una enfermedad de tiroides preexistente a la administración.

Para evitar estos daños existen diferentes dosis de yoduro de potasio según la persona (bebés, niños, adultos jóvenes, mujeres embarazadas, mujeres lactantes y adultos) y se insiste en que únicamente se tome cuando las autoridades sanitarias o de emergencias así lo indiquen

En caso de accidente nuclear, por ejemplo, los beneficios que otorga el yoduro de potasio (protección de la tiroides) superan los efectos adversos; pero en momentos en los que no existe dicho riesgo no hay ningún beneficio y sí riesgos para la salud.

Vila y Galofré insisten en que "en este momento no tiene ningún sentido tomar dosis excesivas de yodo de manera indiscriminada para prevenir un hipotético accidente nuclear". A esto, los profesionales de la SEEN apuntan que la ingesta excesiva de yodo "puede acarrear riesgos para la salud", como una producción excesiva de hormonas tiroideas (tirotoxicosis), un trastorno que, paradójicamente, "puede ocasionar hipotiroidismo".*

Mar Santamaria, farmacéutica de PromoFarma, insiste en que tomar o acumular suplementos o medicamentos con yodo, de manera preventiva, no está justificado. “Entraña un riesgo innecesario para la propia salud y para la de los demás: puede limitar el acceso al tratamiento de los pacientes con carencias reales y que lo tengan prescrito por necesidad”, concluye.

*Esta información ha sido actualizada el 14 de marzo de 2022 para añadir declaraciones de Lluis Vila y Juan Carlos Galofré, del área de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.


Primera fecha de publicación de este artículo: 11/03/2022

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