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Nos habéis preguntado por un vídeo en el que la actriz y presentadora de televisión Paz Padilla afirma en una conversación con la presentadora Anne Igartiburu y la cantante María del Monte que las vacunas contra la COVID-19 “no sirven para nada” en referencia a la infección por la variante ómicron del SARS-CoV-2, el virus causante de la enfermedad.
Padilla añade que las vacunas actuales, al estar pensadas para el virus original de Wuhan, “no sirven contra ómicron”. “Por una vacuna que te pongas, o dos, o tres, el virus te infecta”, continúa. Sin embargo, a pesar de que hay ocasiones en las que las mutaciones en la proteína spike del virus, a la que Padilla se refiere como “spider”, le permiten 'escapar’ de las vacunas contra la COVID-19, las evidencias señalan que la vacunación mantiene su objetivo de evitar cuadros graves y reduce de manera relevante la hospitalización en contra de lo que defiende la presentadora.
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No es cierto que las vacunas “no sirvan de nada”
Durante el minuto de conversación recogido en el vídeo por el que nos habéis preguntado, Padilla afirma que, en lo que consisten las vacunas contra la COVID-19 es “en una proteína que te meten, la ‘spider’ (spike), por la que entra el virus”. Añade que estas están ideadas contra el “bicho de Wuhan”, que “entra en nuestras células como por una puerta”. Dado que este ha mutado, “ahora el bicho no entra por la puerta, sino por la ventana”, compara la presentadora, dando a entender que las actuales vacunas no tienen nada que hacer contra la variante ómicron.
Es cierto que las vacunas contra la COVID-19 no fueron ideadas para reconocer las 32 mutaciones de la proteína spike que presenta esta variante, sin embargo, siguen reconociendo algunas de las que mantienen en común y protegiéndonos de las formas graves de la infección.
Además, como recoge la Agencia Sinc, los expertos insisten —en declaraciones al Vaccine Media Hub— en que los anticuerpos son una de las primeras líneas de defensa del organismo frente a la COVID-19, pero no la única. Es decir, que pierdan la capacidad de frenar el avance de la infección no implica que las vacunas no funcionen. De hecho, en Maldita.es ya hablamos cuando se aprobaron y empezaron a aplicar las primeras vacunas en nuestro país, de que éstas no tenían, en principio, el objetivo de evitar los contagios (aunque evidencias posteriores sí apuntaron a que tenían esa capacidad) sino de reducir el riesgo de desarrollar COVID-19 grave y de muerte por la enfermedad.
Además, no es cierto que el número de dosis no sea importante, como asegura Padilla. De hecho, un estudio publicado el pasado 23 de diciembre en la revista científica Nature señala que la pérdida de efectividad de los anticuerpos “es menor después de una tercera dosis de la vacuna”. Por ejemplo, según datos preliminares de la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido (UKHSA), la efectividad de la vacuna de Pfizer para evitar la infección sería de un 70-75 % tras la tercera dosis.
Las vacunas contra la COVID-19, en general, protegen de los síntomas graves de la enfermedad, de la hospitalización y del fallecimiento
Como ya hemos explicado en Maldita.es, las vacunas contra la COVID-19 no se diseñaron para impedir que nos contagiemos con el virus, sino que su eficacia se midió en su capacidad para protegernos del desarrollo de la enfermedad.
Sonia Zúñiga, viróloga e investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), explicaba a Maldita.es que las vacunas nos protegen de la enfermedad, por lo que la mayoría de personas que se contagian estando vacunadas pueden ser asintomáticas o tener síntomas leves. "Esto ayudará a disminuir el número de infectados que tienen que ser hospitalizados y/o requieren ingreso en UCI y, por tanto, a disminuir el número de fallecidos. Por supuesto, esto repercutirá en evitar el colapso del sistema sanitario", apuntaba.
En relación a ómicron y como declaraba al Vaccine Media Hub el pasado 10 de diciembre Manuel Juan, jefe del servicio de Inmunología del Hospital Clínic de Barcelona, “ya sabemos que las vacunas mantienen respuestas contra la variante y seguramente serán suficientes para mantener su objetivo de evitar cuadros graves y reducir de manera relevante la hospitalización”.
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