En los últimos meses de crisis pandémica hemos resuelto numerosas consultas sobre las vacunas: desde qué fases tienen que pasar para ser aprobadas hasta qué han aportado a la inmunidad. Ahora nos habéis preguntado por qué hay algunas personas que se vacunan pero no generan anticuerpos.
El pediatra y miembro del comité editorial de la web de la Asociación Española de Vacunología José Antonio Navarro Alonso explica a Maldita Ciencia que algunas personas se vacunan pero no generan anticuerpos “por motivos desconocidos o genéticos”.
Jorge Carrillo, vocal de la Sociedad Española de Inmunología e investigador en IrsiCaixa, confirma a Maldita Ciencia que es un fenómeno poco estudiado y que depende del tipo de vacuna que se use. Por ejemplo, puede ocurrir con la vacuna contra la hepatitis B.
Además de la genética, el investigador señala que también pueden intervenir otros factores como algún tipo de inmunodeficiencia o una respuesta no apropiada. “En algunos casos se ha observado que cambiando la ruta de administración de intramuscular (en el músculo) a intradérmica (en la capa superficial de la piel) se puede conseguir una mejor respuesta. También se puede usar un sistema de adyuvante (sustancia que potencia la respuesta inmunitaria frente a un antígeno) más potente”, indica.
Si una persona no genera anticuerpos, ¿está protegida de alguna forma? Dependerá del tipo de vacuna, según Carrillo. Para contestar a esta pregunta, es necesario entender la diferencia entre la inmunidad humoral y la inmunidad celular, de la que ya os hemos hablado con detalle en Maldita Ciencia.
Mientras que la respuesta humoral es aquella en la que intervienen los anticuerpos (elaborados por los linfocitos B), la inmunidad celular es la respuesta de nuestro sistema inmunitario en la que actúan los linfocitos T. Los linfocitos T destruyen las propias células del cuerpo que han sido infectadas por un virus o que se han vuelto cancerosas.
Las vacunas pueden buscar generar tanto respuesta celular como humoral. Por ello, Carrillo indica que en quienes no generen anticuerpos puede haber una respuesta mediada por los linfocitos T que podría ser protectora. “Lo normal es que la protección correlacione directamente con anticuerpos neutralizantes, pero esto no significa que la respuesta T no esté jugando un papel importante”, sostiene.
Navarro indica además que siempre que la vacuna genere protección comunitaria, las personas que no han generado anticuerpos “pueden estar más o menos protegidas”. Tal y como te hemos explicado ya, la vacunación no solo te protege a ti.
Los virus y otros patógenos necesitan de nosotros para multiplicarse y expandirse. Si la población está vacunada, el patógeno no consigue multiplicarse ni expandirse ya que no lo puede hacer en la mayoría de las personas. De esta forma, incluso si un pequeño número de personas no están vacunadas o no generan anticuerpos, también estarían protegidas de forma indirecta.
Algunos anticuerpos generados por las vacunas contra la COVID-19 se pueden medir con una prueba ELISA *
¿Qué ocurre específicamente con las vacunas contra la COVID-19? La viróloga Sonia Zúñiga, investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología, afirma a Maldita.es que con las vacunas contra la COVID-19, como sucede con otras vacunas, hay un porcentaje de la población que puede no generar anticuerpos o hacerlo con muy bajos niveles. Esto puede deberse a muchas causas: desde una “edad avanzada hasta algún problema inmunológico de base”.
La manera de saber esto con certeza es “someter a los vacunados a una prueba de anticuerpos por ELISA, donde no sólo se ve si sí o no han generado anticuerpos, sino hasta qué nivel”.
Estos niveles “pueden ser cambiantes, y la buena noticia es que en la mayoría de los casos sí que se generan anticuerpos”. “Por ejemplo, en un estudio publicado en Nature ven que a las tres semanas después de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer, un 94% de los individuos desarrollaron anticuerpos, pero a las seis semanas el 100% tenían anticuerpos”, señala la experta. Otro estudio publicado en British Medical Journal indica que algo más del 99% de los individuos vacunados desarrolla anticuerpos dos semanas después de la segunda dosis.
Carrillo cuenta que con las vacunas contra la COVID-19 las mayores diferencias en cuanto a la generación de anticuerpos se encuentran cuando se analiza la respuesta frente a una dosis. “En este caso se puede ver que las personas mayores tienen una menor respuesta. Sin embargo, estas diferencias se acortan con la segunda dosis. Aun así puede haber un pequeño grupo que no monte respuesta”, comenta.
Aunque los anticuerpos se pueden medir en el laboratorio mediante una prueba ELISA, Carrillo explica que no es algo que se haga de forma rutinaria “ya que la tasa de respuesta es muy alta”. “Sin embargo, es una práctica habitual en otras vacunas como la hepatitis B”, afirma.
No hay muchos datos sobre la tasa de personas vacunadas contra la COVID-19 que generan anticuerpos, según indica a Maldita.es Alfredo Corell, catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid.
Lo que se sabe es que “dependen de la edad”: “Las personas jóvenes generan muchos más anticuerpos y les van a durar más tiempo y las más mayores generan menos anticuerpos y pueden declinar más rápido”.
Los anticuerpos son sólo una parte de la respuesta inmunitaria *
¿Sirve un test de anticuerpos para saber si las vacunas contra la COVID-19 te han hecho efecto? Dependería del test de anticuerpos que te hagas, tal y como os hemos explicado en Maldita.es. El motivo es que aunque hablemos de anticuerpos en general, existen varios tipos de anticuerpos distintos y los test solo detectan algunos de ellos.
Corell subraya que el hecho de que no se detecten los anticuerpos que se estén rastreando no significa que la persona no esté respondiendo a la vacuna. “En muchas ocasiones no se están mirando todos los anticuerpos, por ejemplo no se están mirando los IgA, que también son relevantes, y no se están mirando las células de memoria, que están en sangre”, comenta. Por ello, “el hecho de que no aparezcan anticuerpos no significa que no haya habido reacción vacunal”: “Es la punta del iceberg pero hay más defensas”.
África González, catedrática de Inmunología del Centro de Investigaciones Biomédicas (CINBIO) y expresidenta de la Sociedad Española de Inmunología, explica a Maldita.es que la respuesta inmunitaria es muy variable entre unas personas y otras, y también tiene diversos brazos, respuesta innata, celular y humoral.
“Los anticuerpos son sólo una parte de la respuesta inmunitaria. Es más fácil de estudiar pero no la única. Hay personas que han podido desarrollar una buena respuesta celular”, asegura.
* Actualizado el 30 de julio con información sobre las vacunas contra la COVID-19.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.
Primera fecha de publicación de este artículo: 28/12/2020