Desde que comenzó la pandemia se han viralizado en redes sociales múltiples bulos y afirmaciones falsas sobre las mascarillas. Por ejemplo, no hay evidencias de que las mascarillas causen hipoxia (una falta de oxígeno en el organismo) ni hipercapnia (una alta concentración del dióxido de carbono en la sangre). Tampoco de que provoquen neumonía ni favorezcan el cáncer. Os lo explicamos.
No, no hay evidencias de que las mascarillas causen hipoxia
Varias publicaciones en redes sociales afirman que el uso prolongado de mascarilla produce hipoxia (falta de oxígeno en el organismo). Sin embargo, no hay evidencias científicas que demuestren que su uso provoque a sus portadores una carencia de oxígeno.
María Elisa Calle, experta en Epidemiología y Salud Pública y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, aseguraba a Maldita Ciencia que "el uso de mascarillas no produce hipoxia". Las mascarillas, según explica, no son estancas: entra aire por los laterales y la parte superior y con ese aire entra el oxígeno y se elimina el dióxido de carbono.
“Además, los tejidos utilizados dejan pasar el gas y el oxígeno es un gas. Respiramos oxígeno mezclado con nitrógeno y espiramos CO2, que también es un gas. Si fuera cierto, los cirujanos que intervienen durante varias horas, estarían muertos y no solo cansados”, afirmaba Calle.
No, la OMS no ha afirmado que usar mascarilla al hacer deporte "disminuya la disponibilidad de oxígeno" ni "aumente los niveles de dióxido de carbono que absorbemos"
Algunos medios han afirmado que entre las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se aconseja no utilizar mascarillas al hacer deporte ya que "disminuye la disponibilidad de oxígeno y aumenta los niveles de dióxido de carbono que absorbemos". Pero es un bulo.
El pasado 1 de diciembre la OMS publicaba la Guía para el uso de mascarillas en el contexto de la COVID-19, una actualización de la publicada el 5 de junio de 2020. Su recomendación, que no ha variado en los últimos meses, es no utilizarla cuando se lleve a cabo una actividad física intensa.
Sin embargo, en ella no hace mención a que utilizarlas durante la actividad física reduzca la cantidad de oxígeno que respiramos ni aumente la de CO2, sino a que usarlas "puede reducir la habilidad de respirar cómodamente".
En Maldita Ciencia os hemos explicado por qué la sensación de agobio que a veces pueden provocar las mascarillas no significa que causen hipoxia. También os hemos contado algunas recomendaciones de la Sociedad Española de Medicina del Deporte para practicar deporte de forma segura durante la pandemia.
No, Anthony Fauci no ha dicho que el uso de la mascarilla provoque muertes por neumonía bacteriana
Se ha viralizado un post de Facebook en el que aseguran que "Fauci confirma que las mascarillas COVID-19 causan mayoría (sic) de muertes por neumonía bacteriana". Pero es un bulo.
El post se refiere a un estudio en el que participó Anthony Fauci, epidemiólogo y coordinador de la respuesta médica frente a la pandemia de coronavirus en Estados Unidos, sobre los casos de neumonía bacteriana durante la gripe de 1918-1919. Pero este estudio en ningún caso está vinculado a la COVID-19.
Además, tampoco relaciona el uso de mascarillas con un aumento de casos de neumonía. De hecho, no hay ninguna evidencia de que el uso de las mascarillas esté causando neumonías y, utilizadas de forma correcta, no causan ninguna infección respiratoria.
La infección con SARS-CoV-2 u otros virus respiratorios es el verdadero riesgo de neumonía, y la mascarilla nos protege. La Sociedad Española de Microbiología explicaba a Maldita Ciencia que las mascarillas en su cara interna van a acumular tras su uso todo tipo de microorganismos procedentes de la microbiota de la piel y mucosas y por la cara externa microorganismos del medio ambiente. Son estos segundos los que, manipulando de forma incorrecta la mascarilla, podrían entrar en nuestro organismo y provocar infecciones. Por eso es importante cambiarse la mascarilla cuando termine su vida útil.
No, usar mascarilla no intoxica la sangre ni las células ni favorece el cáncer
También ha circulado por Facebook una imagen que indica que las mascarillas hacen que respiremos los residuos de nuestro propio cuerpo, que favorecen el cáncer o que intoxican la sangre. No hay evidencias de que sea así.
Como ya os hemos explicado en Maldita Ciencia, la mascarilla no hace que volvamos a inhalar el dióxido de carbono (recordamos que no es estanca) ni que este aumente su concentración en nuestra sangre al entrar de nuevo en nuestros pulmones.
Al no ocasionar un exceso de dióxido de carbono en sangre (hipercapnia), ya que no volvemos a respirarlo una y otra vez, el uso de mascarilla no hace ni que nuestra sangre ni que las células de todo nuestro cuerpo se intoxiquen, como dice la imagen.
Otra de las afirmaciones falsas es que la mascarilla "favorece el cáncer al acidificar el cuerpo enormemente". Pero no, para personas sanas ni hay ningún problema en usarla ni se acidifica el cuerpo.
Olga Mediano, coordinadora de área de ventilación mecánica y cuidados respiratorios críticos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) explicaba a Maldita Ciencia que, para llegar a sufrir una acidosis respiratoria (una afección que ocurre cuando los pulmones no pueden eliminar todo el dióxido de carbono que produce el cuerpo), un paciente con una enfermedad respiratoria importante o con insuficiencia respiratoria crónica tendría que llevar la mascarilla de forma muy prolongada o realizar mientras tanto un esfuerzo muy importante. Además, señala que el riesgo no es tanto la posibilidad de la acidosis, sino que se produzca una disnea o fatiga.
No, la medición de CO2 en personas con mascarillas no prueba que sean malas para la salud
Se han viralizado varios vídeos en los que una persona mide el nivel de dióxido de carbono debajo de la mascarilla de otra persona y se ve cómo aumenta respecto al aire de la habitación.
Es falso que las mediciones que se ven en los vídeos demuestren que la mascarilla sea dañina para la salud. En los vídeos se mide solamente el aire que queda entre la boca y la mascarilla. Esto no da información real del aire que respiramos.
Como ya os hemos contado, las mascarillas no son estancas y no frenan los gases: al respirar hacemos entrar oxígeno y salir dióxido de carbono. El aire que exhalamos siempre tiene más CO2 y menos oxígeno, por eso el nivel de oxígeno se mide en la sangre, no en el aire.
La investigadora ambiental Maria Cruz Minguillón del Instituto Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) recuerda a Maldita Ciencia que todas las mascarillas tienen que superar un test de respirabilidad y ajustarse a normas de seguridad.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.
Primera fecha de publicación de este artículo: 13/01/2021