Las medidas tomadas en España contra la expansión del coronavirus en la segunda ola han avivado el debate sobre si se deben cerrar o abrir bares o parques debido a que el contagio por coronavirus es más probable en lugares cerrados que en espacios al aire libre. Esta diferencia tiene que ver con la posible transmisión aérea del coronavirus a través de aerosoles, asunto que ya hemos tratado en Maldita Ciencia. ¿Qué implicaciones tiene esta posible transmisión por aerosoles en los espacios cerrados y abiertos?
Mayor transmisión del coronavirus en espacios cerrados por los aerosoles y las gotitas
"Está muy claro que el mayor riesgo es en interiores que en exteriores. Se especula sobre la importancia de transmisión por aerosoles en interiores, pero no en exteriores", explica a Maldita Ciencia Javier Segura del Pozo, médico salubrista y epidemiólogo y vicepresidente de la Asociación Madrileña de Salud Pública (AMASAP). Segura aclara que la transmisión por aerosoles, por tanto, supone un mayor riesgo el estar en espacios de interior, aunque esa mayor transmisión en espacios sin ventilación también ocurre con la transmisión por gotitas.
"Sabemos que hay transmisión por gotas y por aerosoles, por lo que los lugares cerrados no son adecuados, sobre todo sin ventilación. En los bares es más fácil que haya transmisión al no haber mascarillas al consumir comida y bebidas. Se debería apostar más por los espacios exteriores", coincide Pedro Gullón, epidemiólogo y vocal de la Sociedad Española de Epidemiología.
El epidemiólogo Javier Segura añade que "si queremos reducir el riesgo, tenemos que evitar actividades en interiores. No tiene sentido cerrar los parques. El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) dicen que se debe hacer en el exterior toda actividad que se pueda: más vale mercadillo al aire libre que comercio cerrado, mejor en la terraza que en el interior de un bar. La transmisión a cielo abierto es muy difícil".
Pero no todos los espacios cerrados tienen el mismo riesgo de transmisión: "En un cine estás callado y con mascarilla y en un restaurante hablas y se quita la mascarilla para consumir. Eso es una diferencia importante" en cuanto a la capacidad de transmitir el coronavirus, asegura Javier Segura.
¿2 metros es suficiente?
“La pregunta clave es a qué distancia es más probable que haya transmisión”, explicó el epidemiólogo de la Universidad de Iowa Dan Diekema en un artículo de eldiario.es. “Es probable que esta sea mayor de dos metros en condiciones adecuadas [para la transmisión del virus] como falta de ventilación, pero no que sea de largo alcance”. Para Diekema, “deberíamos ser agresivos a la hora de cerrar espacios interiores que no están bien ventilados y en los que vemos mucha transmisión, como bares, restaurantes e iglesias” y “hacer obligatorias las mascarillas allí donde no se ha hecho aún”.
Otros expertos también señalan que la transmisión por aerosoles podría hacer insuficiente una distancia de seguridad de dos metros.
Opciones que aumentan o disminuyen el riesgo de contagio de COVID-19 durante cualquier actividad: mascarillas, ocupación, ventilación y tono de voz
Como ya hemos contado en otras ocasiones en Maldita.es, quedarse en casa cuando sea posible, minimizar el número contactos y, en caso de tenerlos, que sea en exteriores y durante el menor tiempo posible hará menos probable que entremos en contacto con el SARS-CoV-2 y contagiarnos de COVID-19. También hemos explicado por qué, junto al resto de medidas, el uso de mascarilla reduce esta posibilidad, como han demostrado varios estudios científicos; y que, dependiendo de la actividad y situación cotidiana que realicemos, este también varía, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Los autores de este artículo, publicado en agosto de 2020 en la revista científica British Medical Journal, han elaborado una gráfica sobre cómo el riesgo de transmisión puede variar según el entorno, el nivel de ocupación, el tiempo de contacto y, una vez más, si se utiliza o no mascarilla. El periodista Eduardo Suárez ha compartido la imagen traducida en su cuenta de Twitter:
La mascarilla siempre reduce el riesgo
La primera distinción que establece la gráfica es si se usa o no mascarilla durante el desarrollo de cualquier actividad. Siempre que esta se utilice el riesgo será menor.
Dada esta premisa (recuerda ponerte la mascarilla y hacerlo bien), si el contacto es breve y en un espacio no muy transitado, el riesgo de contagio disminuye. También si estamos en silencio o hablamos en un tono de voz normal y si estamos en un sitio al aire libre o en un espacio cerrado pero bien ventilado.
El contacto prolongado, los sitios cerrados y hablar alto y gritar aumentan el riesgo
Por el contrario, si la actividad requiere un tiempo de contacto prolongado, en un lugar con mucha gente, el riesgo aumenta. Lo mismo sucede si gritamos o cantamos, ya que el aire que expulsamos puede impulsar las gotículas de saliva más lejos. Por último, la situación se complicará todavía más si estamos en un sitio cerrado y mal ventilado.
Sin embargo, estas no son las únicas condiciones que pueden influir en que entremos o no en contacto con el virus. Los autores del artículo inciden en que es posible que también deban tenerse en cuenta otros factores, como la carga viral o la susceptibilidad de las personas a la infección. "Toser o estornudar, incluso si es por una irritación o alergia en asintomáticos, también agravaría el riesgo de exposición en un espacio interior, independientemente de la ventilación", recuerdan.
Primera fecha de publicación de este desmentido: 15/10/2020