Nos habéis preguntado si tiene sentido hacer test masivos a toda la población. A día de hoy desde la Sociedad Española de Microbiología hasta el Ministerio de Ciencia afirman que hacer estas pruebas a toda la población es inviable. Os contamos lo que sabemos al respecto.
En las últimas semanas múltiples asociaciones y políticos han demandado que el Gobierno haga pruebas a toda la población. De la misma forma, decenas de usuarios han pedido en Twitter que se hagan pruebas bajo el hashtag #SánchezQueremosTest. Pero, ¿es posible hacer estos test a todos los españoles? ¿Tiene sentido hacerlo y realmente serviría de algo?
Los obstáculos para hacer PCRs a toda la población
Desde el inicio de la epidemia forma más fiable de diagnóstico está siendo mediante pruebas de PCR. Aquí os explicamos en qué consisten estas pruebas y aquí qué condiciones debe cumplir un laboratorio pueda realizaras.
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica publicó el 25 de marzo un posicionamiento sobre el diagnóstico de COVID-19 en el que considera la PCR como "la técnica más útil para el diagnóstico de este proceso y por tanto debe ser considerada el procedimiento de elección y de referencia".
A la hora de valorar si se pueden hacer test a toda la población, es importante valorar si hay suficientes infraestructuras y recursos para realizarlos, tal y como explica a Maldita Ciencia José Manuel Bautista, que coordina el laboratorio de COVID-19 de la Universidad Complutense. Hay que tener en cuenta la disponibilidad de los kits de extracción de RNA del virus, los equipos de PCR, laboratorios con una bioseguridad suficiente, equipos de protección personal (EPI), personal técnico de laboratorio y administrativo, personal que toman la muestra de los pacientes, los médicos que las interpretan... “No es lo mismo hacer un análisis, que 10, o 100, o 1.000 o 10.000 o 100.000”, indica.
En España, según Bautista, las directrices de a quién se hace la prueba y a quién no evolucionan en función de la disponibilidad de equipos y kits para test y suministros de EPIs: “Por eso al principio, debido a problemas de suministro, los test de COVID-19 se realizaban solo a pacientes hospitalizados y ahora ya se hacen a otros grupos como personas en residencias de mayores”.
La Sociedad Española de Microbiología explica a Maldita Ciencia que “hacer este tipo de test periódicamente a toda la población es técnica, económica y logísticamente inviable”. “Habría que multiplicar por 100 la capacidad de análisis. Lo que se debería asegurar es que esta técnica, como diagnóstico y seguimiento de la infección más fiable, se pueda aplicar a todos los casos sospechosos y sus contactos de riesgo. Y ese es ya un objetivo bastante ambicioso”, afirma.
Alfredo Corell, vocal de la Sociedad Española de Inmunología y catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid, cuenta a Maldita Ciencia que en la actualidad el principal problema es el desabastecimiento mundial de reactivos: “Técnicamente sería posible hacer estas pruebas con mucho tiempo y robots que automatizaran el proceso, pero la falta de reactivos ha limitado que se hagan test a más gente en España y otros países”.
Con un test por persona no es suficiente
Además de los recursos, otra cuestión importante es el tiempo. Bautista afirma que “un test de COVID-19 es solamente una foto del estado infeccioso de una persona o de un colectivo en un momento dado”: “Al día siguiente la foto puede ser distinta y quien estaba infectado puede estar sano y viceversa”. Por lo tanto, para conocer la evolución de la pandemia, habría que repetir las pruebas una y otra vez.
“Hay empresas que desean hacer test para volver al trabajo, pero olvidan que los trabajadores vuelven cada día a casa y allí interaccionan con la familia que ha podido estar expuesta a contagiarse y, por tanto, en unos días el virus puede llegar al trabajo a través del trabajador que estaba libre de virus”, añade. Si se desea hacer test a todo el mundo, lo ideal sería que se realizaran “el mismo día o la misma semana”, algo que es imposible, ya que “no hay medios suficientes”.
Test rápidos: ante su poca fiabilidad mejor estudios con muestras poblacionales a lo largo del tiempo
Pero además de las PCRs, en la actualidad en España también se realizan test de diagnóstico rápido.
Como os explicamos aquí, estos test no identifican el ARN del virus, sino que detectan, o bien anticuerpos producidos frente al virus utilizando una muestra de sangre, que es otra manera de conocer si el paciente está o ha estado infectado, o bien proteínas del virus presentes en las muestras respiratorias de exudado nasofaríngeo. “El test PCR tiene mas sentido en el momento del contagio generalizado. Pero cuando ya ha pasado el pico de infecciones son más interesantes los test serológicos, cada vez con mejor sensibilidad”, explica Corell.
La Sociedad Española de Microbiología subraya que los test PCR solo detectan portadores del virus, no detectan curados. Sí lo hacen las pruebas rápidas, que son “las únicas que se pueden hacer a gran escala porque son las más económicas y fáciles de llevar a cabo e interpretar”.
Aunque aún así no ven factible hacer estas pruebas a toda la población, sí creen recomendable realizar estudios con muestras poblacionales a lo largo del tiempo para monitorizar posibles repuntes. Ponen como ejemplo el que ha anunciado Sanidad para ver el grado de inmunidad poblacional con una muestra de 62.400 sujetos escogidos al azar.
Sin embargo, Bautista insiste en que los test rápidos no tienen suficiente sensibilidad: “Puede haber falsos negativos hasta en un 20% o un 30%. Pero con que hubiese solamente uno, se puede estar diciendo a una persona que está libre de virus mientras que, sin embargo, puede estar contagiando a su entorno”.
No hay evidencias de que los curados estén protegidos contra una segunda infección
Otro problema en la idea de los testados masivos es que todavía no sabemos lo suficiente sobre qué ocurre una vez que se ha superado la enfermedad: ¿significa eso que no podemos volver a infectarnos? No hay aun una respuesta clara para esa pregunta.
El médico Javier Padilla explica en Twitter que “los test serológicos solo sirven como forma de aportar información desde el punto de vista epidemiológico”. “No para la toma de decisiones individuales y mucho menos para decretar quién puede o no volver al puesto de trabajo ¿Y esto por qué es? No sabemos si hay reinfecciones o segundos contagios, de tal modo que no sabemos qué papel juega la inmunidad que estamos midiendo en los test”, afirma.
Como ya os explicamos aquí, la OMS advierte de que a día de hoy no hay evidencias científicas que garanticen que los pacientes curados no puedan volver a infectarse. Una de las preguntas aún sin respuesta es precisamente cuánto tiempo dura la inmunidad adquirida después de contagiarse.
Un estudio con 173 pacientes en China publicado a finales de marzo revela que los anticuerpos permanecen en la sangre hasta al menos 39 días después de la aparición de los primeros síntomas. Pero aún hacen falta más investigaciones para determinar cuánto tiempo permanecen estos anticuerpos funcionales en el cuerpo de los pacientes curados y si realmente pueden neutralizar al virus.
"Hay que adaptar los criterios a los medios disponibles y la situación médica"
Bautista considera que a día de hoy hacer cualquiera de estas pruebas a todo el mundo sin prioridades no tiene sentido: “Para hacer test masivos hacen falta criterios adaptados no solo al entorno epidemiológico, sino a los medios disponibles y la situación médica individual y colectiva, y para ello se necesita una coordinación amplia e inteligente de médicos de diferentes especialidades, laboratorios, infraestructuras complementarias y capacidad de procesar la información de forma rápida que permita tomar decisiones. Por ahora, esta coordinación y medios no existen de forma global en nuestro país”.
Por ello, para el aislamiento de focos y ante la falta de pruebas suficientes, los expertos consultados recomiendan realizar test de forma generalizada en colectivos determinados. Para Corell, también habría que garantizar estas pruebas a todos los profesionales de servicios esenciales: desde los trabajadores de salud, a los trabajadores de la industria alimentaria y la farmaceutica, los transportistas, las fuerzas de seguridad, los empleados en prisiones o quienes cuidan de personas dependientes. Es decir, “a toda persona en contacto con el público”.
Christian Drosten, director del Instituto de Virología del hospital Charité de Berlín, considera que las pruebas deberían reservarse para el personal de hospitales y residencias y los pacientes en la primera semana de síntomas. “Especialmente los pacientes de edad avanzada que tienden a llegar al hospital demasiado tarde cuando sus labios ya están azules y necesitan intubación”, explica en una entrevista en The Guardian. También afirma que es necesario un “sistema de vigilancia” para tomar muestras de la población regularmente y seguir el desarrollo de la pandemia.