En Maldita Ciencia sabemos que hay mucha desinformación pululando por el mundo de la alimentación, el adelgazamiento y las dietas, y por eso queremos echar una mano aclarando algunas ideas sobre el tema. Este artículo es el segundo de un especial, puedes encontrar aquí el primero, que dedicamos a explicar algunos trucos para adelgazar que no hace falta que pruebes (porque no funcionan).
En este nos centraremos en algunas dietas muy conocidas y por qué no deberías probarlas por mucho que te las recomienden. También queremos recordar que si el peso supone un problema para tu salud, lo mejor es que busques la ayuda de un médico o un dietista-nutricionista titulado.
La dieta disociada
La dieta disociada consiste en no mezclar en la misma comida distintos tipos de nutrientes, bajo la explicación de que nuestro sistema digestivo no está preparado para procesarlos todos a la vez, y por eso colapsa, almacena azúcar y termina convirtiéndola en grasa, que es lo que nos hace engordar. Esto ha demostrado no tener una base científica válida, y algunos estudios sugieren que separar los nutrientes no tiene ningún efecto para la salud.
Puedes leer más aquí.
La dieta alcalina
La dieta alcalina se vende no solo como método para adelgazar, también para mejorar la salud. Se basa en el mismo principio que el agua alcalina (de la que ya hemos hablado en Maldita Ciencia): modificar el pH de nuestro cuerpo a través de lo que comemos. Esto no tiene ninguna base ni se corresponde con lo que sabemos sobre cómo se regula la acidez de la sangre.
Puedes leer más sobre las evidencias que la contradicen y por qué a veces 'funciona' aquí.
La dieta del grupo sanguíneo
Esta dieta está basada en la idea de que el grupo sanguíneo de cada uno está relacionado con un funcionamiento distinto del metabolismo, y por tanto habrá que variar nuestra alimentación en función de nuestro grupo. No hay evidencias de que esto sea cierto, y sí algunas que sugieren todo lo contrario.
Aquí puedes aprender más sobre esta dieta y por qué no hace falta que la pruebes.
Cualquier dieta detox
Da igual si consiste en beber zumos (a menudo verdes) una semana, o en comer solo fresas durante tres días: cualquier dieta que se venda como detox es algo que tu cuerpo no necesita. El cuerpo es perfectamente capaz de desintoxicarse solo, y si no lo es, necesitas urgentemente atención médica, y no unos zumos.
Aquí hablamos más sobre las dietas detox y por qué no te van a ayudar, y aquí, sobre por qué todo lo que lleva la etiqueta detox es un timo.
La dieta 5:2 (y todas las que imponen una reducción drástica y uniforme de las calorías)
La dieta 5:2 (comer todo lo que queramos durante 5 días y muy, muy poco los otros 2) es un ejemplo de dieta basada en una reducción drástica de las calorías, que además impone el mismo límite para todos, sin importar el peso de partida, la edad, o el estado de salud de cada persona. Estas dietas suelen funcionar a corto plazo, pero son muy difíciles de mantener a medio/largo plazo, y aumentan el riesgo de entrar en un efecto yo-yo, en el que el peso sube y baja por periodos.
Puedes leer más sobre estas dietas y sus riesgos aquí.