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Cómo entender la factura de la luz y que no te la cuelen

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Claves
  • Conocer qué significa cada concepto de la factura de electricidad es esencial para saber qué se está pagando, por qué motivo y si existen ofertas más baratas
  • Existen comparadores de ofertas que permiten conocer otros precios de facturas usando un suministro real, tanto para el mercado regulado como el libre
  • Algunas de estas ofertas no son del todo transparentes y acaban saliendo más caras, por lo que damos consejos para evitar esto
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Las facturas de electricidad pueden ser un auténtico quebradero de cabeza. Como resultado de esa complejidad se crea un espacio para la confusión y la desinformación

Las comercializadoras de electricidad —la única figura del mercado energético que el consumidor puede elegir, a diferencia de las generadoras y distribuidoras de energía— pueden aprovechar estas lagunas de conocimiento para, supuestamente, ofertar precios más bajos que esconden cláusulas de permanencia, servicios adicionales no necesarios o no deseados o un plan de energía que no se ajusta a las necesidades del hogar (o negocio). Ofrecemos a continuación algunos detalles para protegerse y que no nos la cuelen.

Índice de contenidos

Componentes básicos de la factura de la luz: potencia, energía consumida, alquiler, bono social e impuestos

Cada concepto que aparece en la factura eléctrica tiene un coste asociado y todas las facturas incluyen cuánto se paga por cada uno. La suma de todos ellos es lo que pagamos al mes por consumir electricidad. Tienes más información detallada sobre cada concepto y otras partes de la factura —que no tienen que ver con lo que se paga— en la web de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC).

* Potencia (kilovatios, kW): hace referencia a la cantidad total de electricidad que podría consumir al mismo tiempo tu hogar o negocio. Si en un momento determinado gastas más energía de la potencia que tienes contratada, es cuando ocurre lo que coloquialmente llamamos ‘saltar los plomos’. Es el equivalente a lo que en conexión a internet llamamos ancho de banda. Puedes contratar una potencia fija (mismo ‘ancho’ todo el día) o potencia variable (un ‘ancho’ mayor para las horas de mayor demanda energética en el mercado, las horas punta, y ‘ancho’ menor para las horas de menor demanda, las valle). La potencia tiene un precio fijo mensual en la factura de electricidad según la potencia contratada, independientemente de cuánta energía consumas.

Periodos de potencia punta y valle. Los festivos* hace referencia a los de ámbito nacional no sustituibles y el 6 de enero. | Fuente: CNMC

* Energía consumida (kilovatios por hora, kWh): hace referencia a lo que se consume y es la parte que más varía de una factura a otra, en función de que se haya usado más o menos energía, más o menos kilovatios a la hora (kWh). El importe final de la factura se establece por kWh: 30,4 €/kWh por ejemplo. 

Existen tarifas donde se paga lo mismo independientemente de la hora del día a la que se consuma la energía y otras donde el precio varía según el tramo horario, en función de si es periodo de coste elevado (punta), medio (llano) o bajo (valle). En este último caso, como ejemplo, resultaría más caro en principio poner una lavadora a las 8 de la tarde que a las 5 de la madrugada.

Periodos de consumo energético. Los festivos* hace referencia a los de ámbito nacional no sustituibles y el 6 de enero. | Fuente: CNMC

Potencia contratada y energía consumida son los dos conceptos con más peso en la factura eléctrica. Pero hay más:

* Alquiler del contador: aquí se paga lo que cuesta el equipo que mide la energía que llega a tu hogar (o negocio) dividido en días. Es un coste fijo y depende del número de días que cubra la factura.

* Financiación del bono social: todos los consumidores pagamos cierta cantidad incluida en nuestra factura para financiar el bono social eléctrico, un descuento en la factura de energía para consumidores vulnerables. Tiene un coste fijo que en 2023 era de 14,04 € al año y que se paga cada mes en la factura. La cantidad mensual puede ser algo más baja o más alta según el número de días que cubra la factura.

* Impuesto por electricidad: se trata de un impuesto especial que se calcula aplicando un 0,5% a la suma de lo que cuestan potencia, energía y el bono social (y si hay otros conceptos asociados con el consumo, a esos también), pero actualmente este impuesto es del 0,5% porque está bonificado por la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania. Según lo que sabemos a 1 de diciembre de 2023, esta bonificación termina el 31 de diciembre y, si nada cambia, volverá el año que viene al 5,11%.

* IVA: como todas las compraventas que se producen en España, este impuesto indirecto también se paga. Se aplica sobre el total de la factura, esto es, la suma de todos los importes anteriores (potencia, energía consumida, alquiler, bono social e impuesto eléctrico). El tipo en 2023 es del 5%, pero también está bonificado por la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania. A 1 de diciembre de 2023, esta bonificación termina el 31 de diciembre y, si nada cambia, volverá al 21%.

De la suma de todos los conceptos anteriores (potencia, energía consumida, alquiler, financiación bono social, impuesto eléctrico y el IVA) se obtiene el importe total de la factura eléctrica.

Una vez tenemos claros todos los conceptos de pago en la factura, hablemos de los tipos de factura de electricidad.

¿Qué tipos de factura hay? Mercado libre y regulado

Las tarifas de electricidad se dividen en dos grandes bloques: las del mercado regulado y las del mercado libre. Estar en uno u otro mercado es una elección de cada consumidor y depende de la comercializadora de energía a la que se acoja. Ambos tipos de tarifas tienen sus características.

Tarifas del mercado regulado: ofrecen un precio por kWh establecido por el Gobierno que se llama precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC). Este precio cambia cada hora del día dependiendo de la oferta y la demanda energéticas que haya en esa hora. La metodología está regulada en el Real Decreto 216/2014. En Maldita.es explicamos cómo podemos conocer el precio de esta energía.

Una característica del mercado regulado es que las comercializadoras no pueden exigir un tiempo mínimo de permanencia a sus consumidores. Otra es que sólo se pueden contratar hasta 10 kW de potencia máxima. Como referencia, la media de potencia contratada por los consumidores domésticos en España es de 4,2 kW. Un tercer dato a destacar es que quienes se quieran acoger al bono social eléctrico deben estar obligatoriamente en el mercado regulado.

¿Cómo saber si estás en el mercado regulado? Muy fácil: fíjate en el nombre de la comercializadora que aparece en tu factura de electricidad (normalmente, arriba a la izquierda). Si el nombre coincide con una de estas ocho empresas, tu factura es del mercado regulado:

  • Baser Comercializadora de Referencia, S.A.

  • Energía XXI Comercializadora de Referencia, S.L. U.

  • Teramelcor, S.L.

  • Comercializador de Referencia Energético, S.L.U.

  • Régsiti Comercializadora Regulada, S.L.U.

  • Comercializadora Regulada, Gas & Power, S.A.

  • Curenergía Comercializador de Último Recurso, S.A.U.

  • Energía Ceuta XXI Comercializadora de Referencia, S.A.U. (Grupo Endesa)

Tarifas del mercado libre: la comercializadora es la que fija libremente los precios de la electricidad y puede aplicar servicios, descuentos y condiciones a los consumidores. Otra característica de esta tarifa es que no pone límites a cuánta potencia se quiere contratar. Por el volumen de ofertas y descuentos que ofrecen, es complicado explicar todas las tarifas de energía que hay en el mercado libre, pero aquí va un resumen: 

* Tarifas con precio fijo, en las que se paga lo mismo por la energía consumida durante todo el día.

* Tarifas con discriminación horaria, donde se ofrece un precio distinto para las horas punta, llanas y valle (aunque hay tres precios diferentes, son fijos porque no varían con la oferta y la demanda).

* Tarifas con precio indexado: ofrecen la misma tarifa que en el mercado regulado.

* Tarifas planas: se paga lo mismo en cada factura durante todo el contrato, que normalmente es de un año, independientemente de lo que se consuma siempre que no se supere cierto límite.

¿Cómo saber qué tarifa y mercado me interesan más? 

Elegir una tarifa de electricidad es una decisión de cada consumidor, que puede atender a qué necesita y en qué situación se encuentra.

Por ejemplo, para consumidores vulnerables, que tienen derecho al bono social eléctrico, las tarifas PVPC pueden ser una buena opción ya que tiene un descuento de al menos el 25% en el importe total. Por la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania, estos descuentos se han incrementado y durarán hasta el 31 de diciembre de 2023. Para conocer si se tiene derecho al bono social eléctrico, recomendamos esta calculadora de Civio y la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC).

Existen empresas privadas que se dedican a comparar mes a mes las ofertas de electricidad. La CNMC cuenta también con un comparador, que incluye ofertas de electricidad, gas y conjuntas. Esta aplicación permite simular un precio y compararlo con las ofertas disponibles o comparar la factura real de cada consumidor con el listado de ofertas. Para acceder a esto último, todas las facturas incluyen un QR y un enlace para ello.

Aquí un ejemplo de cómo funciona este comparador con una factura real de noviembre-diciembre de 2022. En cada oferta del listado aparece un importe estimado de la primera factura y de las siguientes, los requisitos del consumidor, si está asociado a un servicio adicional obligatorio de contratación, si hay penalización por romper la permanencia y si garantizan que parte de su energía procede de fuentes renovables. También incluye un enlace con información adicional de la oferta: cómo contratarla, cada cuanto se revisa la oferta, entre otra información.

Comparador de ofertas de la CNMC usando una factura real de noviembre-diciembre de 2022.

Este enlace también conduce a un apartado de la CNMC llamado Entiende tu factura, donde explica cuánto se ha pagado por cada concepto y ofrece un resumen de las condiciones del contrato de electricidad.

Independientemente del tipo de factura que tengas, en Maldita.es ofrecemos en un artículo consejos para ahorrar en esta factura, como bajar la potencia contratada, evitar elevar la temperatura de los electrodomésticos, planificar el uso de los aparatos eléctricos y usar luces LED.

Qué ‘trucos’ usan las comercializadoras y cómo evitar que nos la cuelen

Conocer los conceptos de la factura y las condiciones del contrato es lo esencial para evitar que nos la cuelen en el coste de la electricidad. Parece obvio, pero estos textos pueden esconder muchos detalles que acaban encareciendo el precio de la energía.

Servicios adicionales. Según explica a Maldita.es Javier Martínez, portavoz de energía de la empresa comparadora de servicios Kelisto, existe mucha confusión con ofertas que incluyen servicios adicionales que pueden encarecer la factura: “Muchas comercializadoras incluyen por ejemplo asistencia técnica y otros servicios que no sabemos que estamos pagando y que a veces no se anuncian con claridad”. La CNMC, en su guía de recomendaciones para contratar el suministro, también aconseja fijarse bien en las condiciones del contrato por “si incluye la contratación y cobro de otros servicios adicionales”.

Como ejemplo, Martínez destaca que algunas empresas promocionan un precio de energía consumida (kWh) muy bajo “a cambio de contratar dichos servicios adicionales, advirtiendo de este recargo extra en la letra pequeña”.

Prórroga del contrato. Las ofertas de suministro eléctrico pueden tener una duración determinada, normalmente un año. Antes de que se acabe, las comercializadoras pueden renovar el contrato y pueden encarecer sus servicios. Ante esto, la CNMC aconseja examinar de antemano las condiciones de revisión de precios y, si hace falta, “el procedimiento para efectuar una reclamación”.

Según explica el experto, algunas comercializadoras anuncian esta prórroga “con más letra pequeña” y es ahí donde advierten de que subirán el precio de la energía consumida o la potencia contratada. Para evitarlo, recomienda “revisar todos los recibos que nos lleguen y ser conscientes de cuándo vence nuestro contrato”. Como referencia, agrega Martínez, “hay una diferencia del 11% entre el coste medio de la factura de la luz en el mercado libre y el coste de la tarifa mensual más barata”.

Compromiso de permanencia. Relacionado con la duración del contrato, algunas ofertas incluyen un compromiso de permanencia que, si se rompe por parte del consumidor, obliga a pagar una especie de sanción. La CNMC es clara: “Evite los contratos que incluyan penalizaciones económicas por cancelación”.

Cambiar de contrato por teléfono. Otro problema que destaca la CNMC se puede dar en el momento de formalizar el contrato de luz. Si se hace mediante llamada telefónica, “no debe sentirse presionado, no facilite sus datos bancarios ni sus datos personales si no está realmente seguro de cambiar de contrato”. Si es por internet, “guarde o imprima una copia de la oferta y el contrato”. 

Según explica a Maldita.es Marcial González, investigador de Ingeniería Eléctrica en la Universidad Carlos III de Madrid, las contrataciones por teléfono son una importante vía de estafas y prácticas “literalmente ilegales”. Como ejemplo, indica que este canal sirve para hacer el “timo del sí” o para suplantar la identidad “diciendo que vienen ‘de parte de la compañía de la luz’ y ofreciendo una oferta ‘que sólo pueden ofrecer en las primeras 24 horas’”.

La CNMC recuerda que, tanto en contratos por teléfono como internet, el consumidor tiene 14 días para desistir de un contrato firmado “sin tener que dar ninguna justificación” y la empresa está obligada a informar de cómo hacerlo. A su vez, incide en que desde 2018 está prohibida la venta a domicilio del suministro de luz y de gas si la visita no ha sido concertada por el consumidor. González agrega a este consejo que, si recibimos una oferta por teléfono, “no contratarla por esa vía, sino pedir siempre que nos la remitan por escrito al correo electrónico para que quede registro”.

Otra práctica que destaca González es cuando las comercializadoras dan una oferta muy baja de luz alegando que “como son también la distribuidora de electricidad, pueden hacerlo”. La CNMC responde a Maldita.es que esta supuesta oferta no sería posible por la “estricta separación de actividades” entre distribución y comercialización, recogida en la Ley 24/2013, del Sector Eléctrico. “Podrán ser empresas del mismo grupo, pero no podrá ser la misma empresa”, agrega la Comisión.

La CNMC indica que sí se han dado casos en los que una empresa suplanta la identidad de una comercializadora o distribuidora, confundiendo al consumidor “para conseguir con este engaño cierta información y crear un contrato nuevo”. Esta práctica es ilegal y ha recibido sanciones de la propia CNMC y este organismo las ha denunciado ante la Fiscalía.

Una última manera de evitar confusiones y desinformación, incide la CNMC, es comparar constantemente diferentes ofertas de electricidad, específicamente cuando los precios del contrato están a punto de revisarse al final del contrato. En este sentido, la Comisión aconseja asesorarse sobre cuánta potencia contratar y si es posible adaptarse a las tarifas con discriminación horaria, que tienen un coste más bajo en ciertas franjas horarias.

En resumen:

  • Leer a fondo los contratos y asegurarse de que con las ofertas no se contraten servicios innecesarios

  • Revisar todos los recibos de electricidad

  • Conocer cuándo finaliza el contrato, cómo se renuevan los precios y cómo es el proceso para reclamar

  • Evitar contratos que incluyan penalización por cancelar permanencia

  • Si se formaliza el contrato por teléfono o internet, hay un plazo de 14 días para cancelarlo sin tener que dar ninguna justificación

  • Comparar constantemente diferentes ofertas de luz, en especial antes del final del contrato

  • Asesorarse sobre cuánta potencia contratar y sobre las tarifas con discriminación horaria

Créditos de imagen destacada: Freepik.

Este contenido ha sido elaborado con la metodología editorial independiente de Maldita.es y apoyado por Próxima Energía.

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