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Trajes de plástico en saunas, bronceado de partes íntimas y odio entre perros y gatos. Llega el consultorio 183º a Maldita Ciencia

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¡Viernes pedíais y viernes tenéis! Bienvenidos a una nueva entrega del famoso, el irrepetible, el incomparable… ¡Consultorio semanal de Maldita Ciencia! (¿¡A quién no le va a gustar!?) Dispuesto, una vez más, a que el fin de semana empiece como se merece. Esta semana le hemos dado caña a propuestas de ‘tratamientos’ bastante reguleros: ¿broncearse ano, testículos y vagina? ¿Envolverse en plástico y meterse a una sauna? ¿‘Enchufarnos’ luz roja por la nariz? Sin olvidar, por supuesto, nuestras curiosidades animales. 

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¿Por qué envolverse en plástico dentro de una sauna para perder peso rápidamente es una mala idea?

Con la llegada de la primavera y la subida de las temperaturas no solo florecen los almendros, también los métodos de dudosa eficacia y confirmado efecto perjudicial en la salud para perder peso fácilmente y en un tiempo tan escaso que da vértigo. “¡Di adiós a tres kilos en una semana! ¡Quítate 7 kilos en un mes!”. Pues no: mejor no lo intentes. Y no solo hablamos de dietas estrictas (probablemente muy restrictivas), sino también de otros métodos. En este caso, nos habéis preguntado si envolverse con plástico, en un atuendo conocido como ‘trajesauna’ y, por si fuera poco, hacerlo dentro de la propia sauna, puede ser una alternativa para perder muchos kilos en poco tiempo.

La intención al llevar a cabo semejante acción es sudar creyendo que, de esta manera, estamos quitándonos kilos de grasa de forma eficaz. Spoiler: no lo estamos haciendo. “El sudor y la pérdida de peso son sistemas diferentes. Sudamos porque nuestro cerebro detecta que hay un cambio de temperatura, pero no solo porque tu organismo esté trabajando: también sucederá, por ejemplo, si hace calor o si comes algo picante”, explicaba a Maldita.es Luis Javier Chirosa, profesor en el departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada.

Meterse en una sauna a 80 ºC envuelta en plástico para ‘adelgazar’ es una imprudencia que no adelgaza. Solo perderás agua y electrolitos. Te deshidratas, y eso es bastante peligroso”, explica en su cuenta de Twitter el enfermero Hector Castiñeira (@EnfrmraSaturada). “Una Saunamami no hace eso”, añadía, haciendo referencia a la cantante Rosalía, quien parece haber vuelto a poner el tema en boca de todos por haber subido a su cuenta de Instagram una foto precisamente en una sauna y envuelta en este tipo de traje de plástico.

La deshidratación, como recuerda a Maldita.es Silvia Fernández, enfermera especialista en enfermería familiar y comunitaria y miembro del Instituto de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería (CGE), puede afectar al rendimiento y contribuir a complicaciones por calor.

Además, “los adultos y personas con patologías crónicas (diabetes, enfermedad renal e insuficiencia cardíaca) o embarazadas, tienen un mayor riesgo de deshidratación y pueden sufrir descompensaciones en sus patologías”, advierte Fernández. 

Intentar perder peso de esta manera también podría producir un golpe de calor, ya que “una de las funciones de la sudoración es contribuir a la termorregulación y los plásticos hacen que esta no se pueda producir, al retener el calor y provocar un aumento de la temperatura corporal”, señala la enfermera. 

Este aumento de la temperatura corporal, según explica a Maldita.es Pilar Rodríguez, miembro del Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) puede producir alteraciones neurológicas (confusión, desorientación, debilidad, torpeza motora, falta de coordinación, cefalea), musculares (debilidad y calambres musculares) y a nivel digestivo (náuseas, vómitos), así como inducir vasodilatación con síncopes (pérdidas súbitas y breves de la conciencia).

Por si fuera poco, Fernández incide en que el uso prolongado de la ‘faja’ (sin siquiera acceder a la sauna) “inmoviliza la zona muscular lumbar, debido a la presión que ejerce esta. Lo que se traduce en una mayor flacidez y debilidad en estos músculos a largo plazo”.

Para los comunes ‘bueno, pero al llegar a casa, es verdad que pesas menos’ también hay respuesta. Sobre la supuesta eficaz pérdida de peso de este método, un estudio de 2020 examinó los cambios producidos en el gasto de energía y consumo de oxígeno post-ejercicio de alta intensidad realizados con y sin este traje. “Los resultados mostraron que, si bien había aumentado el gasto de energía al usar traje sauna, la diferencia había sido de tan solo 23 Kcal, lo que apenas tiene un impacto real sobre la pérdida de grasa corporal”, contextualiza Rodríguez.

Como decíamos, al sudar perdemos, junto a los electrolitos correspondientes, agua (no grasa) y el agua pesa. Esto supone que al haber menos cantidad en nuestro cuerpo tras haberla sudado, la báscula marcará una cifra menor. Sin embargo, en cuanto bebas volverás a recuperar los gramos perdidos, como recuerda Castiñeira.  

De hecho, también se debería prestar atención al cómo reponemos los líquidos ‘sudados’, precisamente por esos electrolitos. Según el Consenso sobre bebidas para el deportista, publicado en 2009 por la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE), para una reposición adecuada es importante que la bebida que escojamos tenga una composición concreta que compense la pérdida de estos, sobre todo de sodio.  

“Si una persona quiere bajar el porcentaje de grasa corporal, ha de hacerlo de forma saludable y controlada, manteniendo unos buenos hábitos alimenticios y con ejercicio”, concluye Fernández. “Las dietas milagro y los resultados rápidos no ayudan a lograr el objetivo, si no que consiguen el efecto contrario”.

¿Es cierto que broncearse los genitales o el ano tiene beneficios para la salud?

Qué tendrán las preguntas sobre genitales que nos sonrojan a todos un poquito. Esta semana, malditos y malditas, os habéis interesado por saber si broncearse el pene, la vulva o el ano tiene algún tipo de beneficio para la salud. Suponemos que el interés de esta pregunta viene tras el documental del comentarista ultraconservador de Estados Unidos Tucker Carlson en el que aparecen escenas de varones ‘tostando’ sus cataplines; o el asoleo anal, la práctica de tomar el sol con la última parte del aparato digestivo —aunque esto parezca nuevo, ya fue tendencia en 2020—.

Con la evidencia científica en la mano, podemos decir que exponer los genitales o el ano al sol no tienen ningún beneficio para la salud. Además, son prácticas que entrañan riesgos dermatológicos por exponer zonas de nuestra piel poco acostumbradas a la radiación.

Existen contenidos pseudocientíficos que apuntan a que el bronceado de los testículos puede hacer aumentar los niveles de testosterona, la exposición solar de la vulva puede mejorar la sequedad vaginal o que tomar el sol a través del ano hace que se sintetice mejor la vitamina D. Todo esto es falso, no cuenta con evidencias científicas contrastables y algunas de estas prácticas pueden llevar a daños para la salud. 

De hecho, la Asociación Española Contra el Cáncer desaconseja exponer la zona genital a la radiación ultravioleta en los aparatos de bronceado artificial. Relacionado con la exposición solar de la vulva, un estudio realizado durante 26 años y 116.429 personas encontró una asociación entre el uso de camas de bronceado y un mayor riesgo de endometriosis. Esto es, que había más mujeres con endometriosis entre aquellas que habían usado cabinas de UV durante su juventud. Pero, como siempre indicamos en Maldita.es, correlación no implica causalidad.

Según explica a Maldita.es Ignacio Moncada, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Sanitas La Zarzuela y presidente de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva, “los genitales, junto con el periné, son zonas que suelen estar tapadas y que [en caso de que se quieran broncear], están expuestas a quemaduras y lesiones generadas por los rayos ultravioleta”. Más allá de un doloroso ‘tostado’ en la zona, las lesiones por la exposición solar aumentan el riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer de piel como melanoma, el más agresivo y con más mortalidad si no se detecta a tiempo. 

Esther Gómez, enfermera, profesora asociada en la Universidad Autónoma de Madrid y divulgadora en su cuenta @MiEnfermeraFavorita, recalca que “no es recomendable tomar el sol (y menos sin protección) en las zonas genitales”, aclarando que el ano y el perineo “no cuentan con habilidades especiales concentrando la luz del sol ni de producción de vitamina D”.

El único caso en el que una exposición de los genitales a la radiación podría ‘venir bien’, apunta Moncada, es para reducir episodios de psoriasis, ya que se sabe que el sol tiene efectos antiinflamatorios. “Pero incluso en ese caso estamos ante una práctica más perjudicial que beneficiosa”, insiste.

También hemos preguntado por si hay otros riesgos, más allá de los dermatológicos, al exponer estas partes del cuerpo al sol, pensando en aquellas personas que pueden haberse quemado por accidente los genitales. “No hay evidencias ni de daño ni beneficio a la fertilidad, a la producción de espermatozoides ni a la función eréctil”, apunta el urólogo. “En cualquier caso, no recomendamos a nadie hacerlo, es una práctica que puede producir lesiones por quemaduras”.

Sobre el asoleo anal, el medio especializado en salud Healthline dedicó un artículo sobre los motivos por los que esta práctica puede ser peligrosa y las precauciones que se deben tomar en el caso de que se quiera hacer. Susan Bard, médica de familia y dermatóloga en Nueva York (Estados Unidos), comenta que la piel del perineo “es una de las más finas, sensibles y vulnerables del cuerpo, por lo que existe un riesgo de desarrollar cáncer de piel originado en esta zona. 

Otros riesgos que apunta Angelo Landriscina, dermatólogo en el centro Monte Sinaí de Brooklyn Heights, es “una infección del virus del papiloma humano”, el cual es “un factor de riesgo importante para el carcinoma de células escamosas (un tipo de cáncer de piel) en el ano y la zona genital”.

¿Realmente se odian los gatos y los perros?

Como agua y aceite. Así se llevan los gatos y los perros según la sabiduría popular. O sea, malamente (tra, tra). Pero, aunque en algunos casos puede haber conflictos, en general la convivencia entre las dos especies es bastante pacífica, según muestra la evidencia científica.

Según un estudio publicado en 2020 en la revista científica PLOS ONE que entrevistó a 1.270 personas que tenían como mascota a ambos animales, estos mostraron un comportamiento mutuo pacífico por norma general: la mayoría de perros y gatos mostraron  una respuesta relajada cuando se acercaba su compañero de otra especie.

Ahora bien, su conducta es distinta. Por un lado, comen en lugares diferentes. Por otro, hay más perros que lamen al gato y más gatos que ignoran al perro que al revés (para sorpresa de nadie). No obstante, la mayoría de los perros y gatos duermen, al menos ocasionalmente (68,5%), y juegan (62,4%) juntos, de acuerdo con el estudio. 

La encuesta confirma, además, la creencia habitual sobre la sociabilidad del perro y la privacidad del gato, dicen los autores. Aunque hablen “idiomas diferentes, parece que se entienden bien e interpretan los planteamientos del otro de forma correcta”, señala el estudio. 

No obstante, Mar Puig, auxiliar veterinaria, educadora canina también especializada en gatos y maldita que nos ha prestado sus superpoderes; explica a Maldita.es que el estudio se basa en la consideración de los responsables de los animales a través de un formulario, pero “todavía dista mucho de que en casa sepamos interpretar bien el lenguaje tanto felino como canino, no digamos de la combinación de ambos, por lo tanto considero que el resultado del estudio no brinda el criterio más óptimo”.

La experta señala que el ‘odio’ “no es un sentimiento que se dé entre especies de animales distintas al humano”: “Los animales son depredadores (en quienes el instinto más marcado es el de caza) y presas (en quienes es mayor el instinto de huida) y en muchos casos ambas a la vez”. En términos generales y en el caso de los perros y los gatos, el perro sería un predador y el gato una de sus presas, que a su vez es predador de otras especies. Eso sí, como individuos criados en un entorno humano, la situación es distinta y otros factores influyen más, según señala la auxiliar veterinaria.

El período de socialización de cada individuo y el estilo de vida de la especie son los dos principales factores a considerar. Los perros son animales sociales que desarrollan fuertes vínculos con el entorno en el que conviven, mientras que los gatos son solitarios e independientes, capacitados para sobrevivir sin la necesidad de buscar la cooperación de otros gatos y cuya tendencia suele ser la huida.

Por su parte, la socialización es el periodo más importante para determinar el comportamiento que el perro o el gato tenga de adulto. De hecho, si un cachorro es ‘criado’ o comparte el período de socialización con un individuo de otra especie, puede llegar a adquirir conductas propias del otro animal, como destaca la auxiliar veterinaria.

Aún así, continúa Puig, en un perro que convive con gatos de forma amigable, con gatos ajenos al entorno familiar, aflora su instinto de caza o territorialidad y los persigue. Incluso hay casos en que el perro que convive en el interior con un gato, si se encuentra con este en un entorno abierto, pueda llegar a matarlo. De igual forma ocurre con los gatos: un gato que se encuentra en un entorno “no seguro” para él o en época de crianza puede llegar a atacar al perro con el que convive día a día.

¿Es útil la luz infrarroja para mejorar nuestra salud cerebral?

Que la luz afecta a nuestra salud es un hecho. Sin ir más lejos, en algo tan habitual como el sueño; de ahí que una de las recomendaciones para un mejor descanso sea exponerse a la luz del sol durante el día. Pero, ¿qué otros efectos puede tener? ¿Podría tenerlo en nuestro cerebro, en caso de encontrar vía directa de contacto? Otra de las preguntas que nos habéis planteado esta semana es qué evidencias existen detrás del uso de luz (en este caso, infrarroja) para mitigar o mejorar ciertos problemas cerebrales

“Desde hace algunos años hay estudios que afirman que la estimulación del cerebro con luz infrarroja mejora los síntomas derivados por traumatismos cerebrales y accidentes cerebro vasculares”, explica a Maldita.es José Ángel Morales, doctor en Neurobiología del Departamento de Biología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y maldito que nos ha echado un cable con sus superpoderes. “Lo interesante de estos trabajos es que muchos de ellos se han realizado en humanos, lo que nos acerca más a una posible terapia”, añade.

La literatura científica apunta que este tipo de aplicación lumínica transcraneal (en la que la luz infrarroja se administra al cerebro mediante un casco especialmente diseñado que lleva el paciente) podría suponer beneficios para las personas con demencia, como se indica en la publicación especializada Neurología

Para sostener tal hipótesis, la revista menciona un estudio piloto (es decir, elaborado antes del estudio real como tal y a pequeña escala) de 2021 en Photobiomodulation, Photomedicine and Laser Surgery, que concluye que este método podría mejorar significativamente el rendimiento de la función motora, de la memoria y de la velocidad de procesamiento cerebral. Ahora bien, se trata, como decíamos, de un estudio piloto en el que participaron únicamente 14 personas

En sus conclusiones, los autores recuerdan que la luz infrarroja de determinadas longitudes de onda puede ayudar a aliviar el daño de las células nerviosas, la carga de amiloide y la reducción del flujo sanguíneo en el cerebro. Al ser características comunes y propias de las personas con demencia, plantean la posibilidad de que esta terapia sea capaz de “cambiar el pronóstico de la demencia”. 

Ahora bien, es cierto que esta clase de estudios, en palabras de Morales, cuentan con una serie de limitaciones. Entre ellas, el uso de técnicas muy invasivas, desconocimiento sobre a través de qué vías o por qué mecanismos está actuando la luz infrarroja y la necesidad una evaluación clínica crónica antes de poder afirmar que los resultados iniciales se mantendrán en el tiempo: “Hay que saber qué ocurre a largo plazo, puesto que los efectos terapéuticos iniciales pueden no ser eficaces con el tiempo o incluso producir efectos secundarios”, aclara.

A pesar de que parece que la optogenética, como se conoce esta técnica, podría ser un gran avance terapéutico para muchas afecciones, “está claro que estamos en un momento inicial de la investigación y es necesario reunir muchos más datos para garantizar que se trate de un tratamiento efectivo y seguro para los pacientes”, recuerda el experto.

Eso sí, de ahí a que podamos aplicar luz intranasal como autotratamiento para determinadas patologías en nuestra propia casa, hay un trecho. Hoy por hoy es posible adquirir dispositivos que presumen de poder reducir afecciones como la rinitis aplicando luz roja (que no infrarroja) a través de la nariz. ¿Hay evidencia científica que sostenga su uso? Negativo, al menos en modelos humanos. Por el contrario, sí que existen estudios que concluyen que la luz roja intranasal no mejora la salud nasal de los pacientes a quienes se les aplica. Independientemente de su eficacia “este tipo de terapias siempre deben realizarse bajo supervisión médica y en ningún caso de manera particular con aparatos comprados online”.

En definitiva, es cierto que la evidencia actual ha descrito resultados muy interesantes, “pero es necesario profundizar mucho más para conocer los mecanismos exactos a través de los cuales este tratamiento [con luz infrarroja] mejora la calidad de vida de los pacientes” y sobre todo “analizar muy bien los efectos a largo plazo”: “En el futuro, sí que podría mejorar nuestro cerebro, pero actualmente no tenemos suficientes evidencias”, concluye el profesor de la UCM.

Antes de que os vayáis…

Como todas las semanas, llegados a este punto nos gusta recordaros que estamos aquí para resolver todas las dudas y preguntas que tengáis respecto a información científica pero, eso sí, si lo que te inquieta tiene que ver con un diagnóstico, tratamiento o afección personal, lo único que podemos aconsejarte es que acudas a un profesional sanitario que estudie tu caso y pueda tratarte adecuadamente. 

En este artículo han colaborado con sus superpoderes los malditos Mar Puig y José Ángel Morales.

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