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Qué no debemos hacer cuando llevamos puesta una mascarilla

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En Maldita.es ya hemos hablado largo y tendido sobre mascarillas: cómo desinfectarlas si no te queda más remedio, por qué las de papel no evitan el contagio (pero pueden minimizar el riesgo), que no se colocan de forma diferente entre personas que están o no contagiadas, cómo ponértela con seguridad... Hoy te contamos cómo no utilizarla: qué cosas no debes hacer mientras la llevas puesta para que su uso sea eficaz y evite un posible contagio.

Guillermo Melgar, farmacéutico y autor de Farmacia Enfurecida y Maribel Carod, ilustradora, han elaborado esta infografía para dejar claro todos esos pequeños gestos que debemos evitar cuando utilicemos este instrumento de protección.

"Si utilizamos mal la mascarilla, como en la ilustración, estamos aumentando muchísimo las probabilidades de contagiarnos y de contagiar: de contagiarnos porque nos tocamos más la cara (es lo peor que se puede hacer con el coronavirus) y de contagiar porque la gente se las está quitando en los peores momentos posibles (establecimientos públicos, al hablar o al toser)", señala Melgar a Maldita Ciencia. "Es decir, al llevar mal la mascarilla asumimos algunos 'peligros' extra y, además, ni protegemos a los demás ni a nosotros mismos", añade.

Es lo que ocurre, como vemos en la ilustración, cuando la toqueteamos antes de ponérnosla (contaminando también la parte que entrará en contacto con la cara) o cuando la colocamos a modo de bufanda o sombrero o, directamente, nos tocamos la cara teniéndola puesta (ya que facilitamos el contacto del virus con nuestras vías respiratorias, o con las manos o al eliminar la barrera). Recuerda que, como ya te contábamos aquí, antes de ponerte una mascarilla, debes lavarte bien las manos para eliminar cualquier contaminación que podamos llevar con nosotros de partida.

También hay que prestar atención a la cantidad de usos que hacemos de la misma: ten en cuenta reutilizar una mascarilla pensada para un solo uso no es lo ideal y no hay un método respaldado por instituciones científicas o sanitarias para hacerlo.

Por último, quitarsela para hablar, toser o estornudar, hará que utilizarla pierda mucho de su sentido, ya que en estos momentos es cuando más necesaria es esta para evitar la difusión de las gotas a través de las que se puede contagiar el virus, en especial, en lugares públicos. Recuerda que el uso de mascarilla no solo tiene como objetivo evitar tu contagio, sino también el de los demás, en caso de que tú tengas la enfermedad.

Cómo sí utilizar la mascarilla

Incluso con las manos limpias, al ponerte una mascarilla debes evitar tocar las partes que estarán en contacto con tu cara. Cógela por las tiras de sujeción que van a las orejas o que se atan a sobre la cabeza y colócala con cuidado sobre tu nariz y boca. Cada diseño es distinto pero asegúrate de haber entendido bien qué parte va hacia dentro y cuál hacia fuera.

Una vez la tenemos puesta, es importante que nos aseguremos de que cubre nariz y boca. "Si es una mascarilla quirúrgica, es importante identificar cuál es la parte superior (la que tiene una tira de metal flexible) y ajustar esa tira de metal a la nariz para que la mascarilla se mueva lo menos posible", explica a Maldita Ciencia Marián García, farmacéutica y divulgadora científica . "Es normal, y más sin tener costumbre, que la mascarilla se nos mueva o descoloque".

García continúa explicado que, si esto ocurre, para garantizar que la nariz y la barbilla permanecen cubiertos en todo momento debemos ajustarla tirando principalmente de las gomas o, si no lo conseguimos, de las esquinas de la mascarilla, de las partes más lejanas a la boca.

"Hay que colocarla bien desde el principio y no tocarla hasta que nos podamos lavar las manos antes y después", señala a Maldita Ciencia Gemma del Caño, experta en industria alimenticia y lo mismo añade sobre los guantes. Además, indice en que tenemos que tener especial cuidado en los movimientos involuntarios cuando la llevamos puestas, siendo conscientes de qué es y para lo que es.*

Antes de quitártela, lávate de nuevo las manos para evitar rozarte la cara accidentalmente con contaminación en ella y trata de no tocar la parte exterior de la mascarilla para retirártela. Cógela de las tiras de sujeción y desátalas o suéltalas con cuidado. Sigue sosteniéndola por esas tiras y deposítala en una bolsa de basura que puedas cerrar sin volver a tocarlas. De nuevo, lávate bien las manos cuando hayas terminado el proceso.

*Hemos actualizado esta pieza con las declaraciones de Gemma del Caño, experta en industria alimenticia.


Primera fecha de publicación de este artículo: 07/08/2020

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