En la noche electoral, el PSOE de García-Page ha mantenido la mayoría absoluta por unos cuantos cientos de votos. Con 17 de los 33 escaños seguiría siendo el partido de Gobierno regional, aunque ha perdido dos con respecto a 2019.
El PP ha pasado de 10 a 12 parlamentarios y Vox ha entrado en las Cortes con cuatro diputados. La suma de estos dos partidos ha amenazado la victoria del PSOE durante todo el recuento. Ciudadanos ha seguido la estela de Podemos en 2019 y se ha quedado sin representación en esta comunidad.
El partido morado fue decisivo en 2015 para que el PSOE recuperase la comunidad pese a una segunda victoria de María Dolores de Cospedal (PP). En 2017, en mitad de la legislatura, PSOE y Podemos llegaron a un acuerdo para sacar adelante los presupuestos de la región a cambio de la vicepresidencia para Podemos. Tras la cita electoral, el PSOE ganó por mayoría absoluta para gobernar en solitario.
Con esta mínima distancia, Castilla-La Mancha es una de las pocas comunidades que mantiene el PSOE aunque el recuento del voto extranjero podría determinar el escaño decisivo para formar gobierno en Castilla-La Mancha.