Britney Spears, Ben Affleck, Jennifer Lopez o Sonia Ferrer son algunos de los famosos que se han casado en 2022 y que ya habían tenido al menos un matrimonio con anterioridad. En España, la cifra de personas que celebran sus segundas nupcias (o las terceras, o las cuartas, etc.) ha aumentado con el paso de los años: de 22.706 en 1996 (primer año para el que hay datos) a 63.190 (casi el triple) en 2019, el último año antes de la pandemia, según la Estadística de matrimonios del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En 2020 la cifra bajó a 41.478, pero también hubo menos bodas en general coincidiendo con el primer año de la pandemia. De hecho, mientras que el número total de bodas ha bajado un 24% entre 1996 y 2021, el de gente que se vuelve a casar no para de subir: en 2019 hubo un 178% más de bodas de personas divorciadas o viudas que en 1996. El INE sólo recoge en su análisis las personas que se casan y ya estuvieron casadas en matrimonios de distinto sexo porque el número de personas que se vuelven a casar con alguien de su mismo sexo “es muy pequeño”, según indican desde el propio instituto.
Las mujeres que antes estuvieron casadas vuelven a pasar por el altar menos que los hombres en su misma situación. Pero desde 1996 hasta 2020 se ha reducido mucho la diferencia. Sobre todo entre los divorciados: si bien en 1996 había un 23,68% menos de mujeres divorciadas que volvían a casarse que hombres, en 2020 la diferencia era ya de sólo un 4,57%.
Quienes sí siguen casándose mucho menos con respecto a los hombres son las viudas: en 2020, hubo un 62,99% más de hombres viudos que de mujeres viudas que se volvieron a casar.
Los matrimonios en los que ambos cónyuges tienen entre 40 y 49 años son los que experimentan un mayor número de divorcios
La franja de edad en la que más personas se divorcian es la que comprende de los 40 y 49 años. De hecho, son más comunes cuando tanto el hombre como la mujer están en este intervalo de edad. En el caso de los matrimonios de personas del mismo sexo, como el número de divorcios es mucho más pequeño, el INE los divide de otra forma, en grupos más grandes. En este caso la franja con más divorcios es la de 25 a 44 años.
Hay que tener en cuenta que la franja entre los 40 y 49 años también es la segunda en la que existen más personas casadas en España: 4,65 millones. La primera es la de las personas entre los 50 y 59 años: 4,92 millones de casados, según la Encuesta de Población Activa del INE.
Además, los divorcios son más comunes entre los matrimonios que llevan, al menos, 20 años casados. De los 838.469 que ha habido entre 2013 y 2021, casi una tercera parte (266.429) han sido de personas que llevaban 20 años o más casados. El segundo tramo en el que hay más divorcios es entre los cinco y los nueve años de matrimonio.
Los matrimonios sin hijos son, en proporción, los que más se divorcian
En España hay más divorcios de personas que tienen hijos. Pero también hay más matrimonios que tienen hijos: en 2020 (último año para el que hay datos disponibles) había, según el INE, 5.925.700 matrimonios con hijos convivientes y 3.554.600 matrimonios sin hijos en España. Sin embargo, las parejas que más se divorcian, en proporción, son las que no tienen niños a su cargo.
De los 86.851 divorcios que se produjeron en 2021, más de la mitad (49.569) fueron de matrimonios con hijos menores o dependientes a su cargo. Sin embargo, esto no significa que la gente con hijos se divorcie más. De hecho, la tasa de divorcios es de 9,11 por cada mil matrimonios sin hijos y de 7,56 por cada mil matrimonios con hijos.
Algo parecido pasa con los matrimonios según el sexo de sus componentes. En 2021 hubo 85.179 divorcios de parejas de distinto sexo, 900 divorcios de matrimonios entre dos hombres y 772 de matrimonios entre dos mujeres. Pero, en proporción, los matrimonios que más acaban en divorcio han sido los formados por dos mujeres: 29,31 por cada mil. De hecho, los divorcios entre dos mujeres son los únicos que crecieron en 2020 respecto a 2019.
Las mujeres divorciadas son las que más creen que es negativo para la pareja que ellas ganen más que ellos
Según el estudio de 2020 ‘All the Single Ladies: Job Promotions and the Durability of Marriage’, publicado en la revista económica American Economic Journal: Applied Economics, en los matrimonios heterosexuales también influye en la tendencia al divorcio que las mujeres accedan a mayores puestos de responsabilidad en el mundo laboral.
Según sus resultados, entre los candidatos a cargos públicos (como congresistas o alcaldes) “una promoción a uno de estos trabajos duplica la probabilidad de divorcio de referencia para las mujeres, pero no para los hombres”. El artículo también encuentra “una brecha de género cada vez mayor en las tasas de divorcio de hombres y mujeres después de ser ascendidos a CEO”. El informe utiliza datos de Suecia y no existen datos públicos en España que permitan comprobar si sucede igual en nuestro país.
Lo que sí se puede comprobar es que, de acuerdo con los microdatos de la Encuesta de Fecundidad del INE de 2018, que, al menos cuando les preguntan, el 81,9% de las mujeres y el 74,8% de los hombres no está de acuerdo con la frase “si la mujer gana más dinero que su compañero, esto no es bueno para la relación”.
Eso sí, entre las mujeres, las que más están de acuerdo con esta afirmación son las que están divorciadas. También son las que responden en mayor número que no están “ni de acuerdo ni en desacuerdo”.
El INE también permite ver la profesión de las personas de distinto sexo que se casan entre ellas. Y, por ejemplo, las mujeres que son directoras de empresas y de las administraciones públicas se casan sobre todo con técnicos profesionales científicos e intelectuales y técnicos y profesionales de apoyo. Por su parte, los hombres directores se casan más con técnicas y profesionales científicas e intelectuales y con empleadas de tipo administrativo.
En total, de las 87.481 bodas entre personas de distinto sexo que hubo en 2020, el INE da datos de la profesión de los cónyuges en 44.777 de ellas (en el resto no consta, al menos, la profesión de uno de los dos componentes del matrimonio). De estos, el 75,57% era entre personas que se dedican a cosas distintas y el 24,43%, de personas en el mismo tipo de profesión. Una de cada cuatro bodas son de personas que se dedican a lo mismo: el grupo en el que más sucede es en el de los técnicos profesionales científicos e intelectuales, el 39,61% se casa con alguien de su propio gremio.
Los divorcios y las bodas, a la baja en los últimos cinco años
Entre 1999 y 2006, un año después de que se aprobara la reforma del Código Civil que facilitó el divorcio, el número anual de divorcios fue aumentando año a año. Sin embargo, en los últimos años hemos visto el fenómeno contrario: el número de divorcios al año también estaba descendiendo desde 2017 a 2020, el primer año de la pandemia por COVID-19, año en el que se registró el menor número desde que se aprobó la reforma: 77.200. En 2021 la cifra aumentó hasta los 86.851, pero sigue por debajo de los divorcios efectuados en 2019.
Al igual que los divorcios, el número de bodas también ha estado cayendo en los últimos años: desde 2016 hasta 2020 hay cada vez menos parejas que se unen en matrimonio. Eso sí, sólo entre las personas de distinto sexo. Las bodas entre dos personas del mismo sexo han crecido desde 2013 hasta 2019. En 2020, el año en el que hubo más restricciones debido al coronavirus (durante varios meses sólo podían asistir 150 invitados en espacios al aire libre y 75 en interiores), descendieron, pero en 2021 volvieron a subir. De hecho, hubo más bodas entre dos mujeres que en ningún otro año desde que se legalizó el matrimonio igualitario en 2005.
Metodología
Para la realización de esta información Maldita.es ha analizado los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a los divorcios en su Estadística de nulidades, separaciones y divorcios, tanto las series históricas como los últimos datos provisionales correspondientes a 2021. Para los datos que no están actualizados a 2021 hemos utilizado los más recientes disponibles de 2020.
Para poder calcular la tasa de divorcialidad, es decir, las personas que se divorcian con respecto, por ejemplo, a su orientación sexual, o a si tienen hijos, hemos dividido el número de divorcios entre el número total de matrimonios de ese tipo, cuyo dato está disponible en la Encuesta continua de hogares (también del INE), y lo hemos multiplicado por mil. De esta manera, hemos podido analizar cuántos divorcios hay, por ejemplo, por cada mil matrimonios con hijos o por cada mil matrimonios entre dos mujeres.
Además, para comprobar la opinión de las mujeres sobre si es malo para la relación que ellas ganen más que sus parejas, hemos extraído los el cuestionario y los microdatos de la Encuesta de fecundidad de 2018. Tras extraer estos microdatos, los hemos tratado para agrupar los resultados de hombres y mujeres por separado y los hemos agrupado según su estado civil. Para esto, hemos usado el software estadístico R.
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