Sábado por la noche, distrito de Chamartín (Madrid). Una farmacia sufre un robo y el botín son cinco cajas de morfina, cuatro de parches de fentanilo y una de oxicodona: todo fármacos de la familia de los opiáceos y drogas de abuso común altamente adictivas. La farmacia ha confirmado a Maldita.es que este robo se produjo aquel 20 de febrero de 2020 y que fue denunciado ante la Guardia Civil, aunque no han vuelto a tener noticias sobre el tema.
Este es uno de los ejemplos más recientes de los más de 500 robos o pérdidas de medicamentos registrados entre marzo de 2014 y abril de 2022 en España y que han sido notificados a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) por los agentes de la cadena de distribución: farmacéuticas, almacenes, transportistas, hospitales, farmacias... Maldita.es ha obtenido a través de varias solicitudes de información pública vía ley de transparencia la base de datos de la AEMPS con estos extravíos de medicación.
En 2020 aumentó el robo de medicamentos: más del doble que el año anterior
La información obtenida por Maldita.es muestra que en 2020, año en que comenzó la pandemia de COVID-19, hubo un repunte de notificaciones de robos y extravíos de medicamentos en España. El grupo de fármacos que más desapareció en ese año es el destinado a tratamientos oncológicos (contra el cáncer): 25 de las 111 notificaciones de ese año.
El medicamento involucrado en más incidentes en 2020 fue el pembrolizumab, un compuesto de anticuerpos monoclonales indicado principalmente para el tratamiento del melanoma avanzado (un tipo de cáncer de piel). De los 25 incidentes comunicados en 2020 relacionados con fármacos contra el cáncer, el pembrolizumab estuvo presente hasta en nueve ocasiones. En todos los casos de 2020, las dosis de este fármaco desaparecieron en hospitales o centros de salud, según consta en la información de la AEMPS obtenida por Maldita.es. Cada dosis de este medicamento, cuyo nombre comercial es Keytruda, tiene un coste para el Estado de unos 3.500 euros, según los datos del Sistema Nacional de Salud de 2021.
La mayoría de medicamentos robados o perdidos son contra el cáncer
La de 2020 es la cifra de robos y extravíos más alta registrada desde 2014, año en que la AEMPS empieza a recopilar esta información. Pero los oncológicos no son sólo los primeros en 2020. En los últimos ocho años, estos fármacos han sido los más robados o perdidos, según se desprende del análisis de los 505 incidentes ocurridos en España. Es un patrón común que se ha repetido en los últimos años, como reveló una investigación de El Mundo.
Aparte de los oncológicos, que han estado presentes en 96 de las 505 comunicaciones de robos o pérdidas, le siguen en número de incidentes las desapariciones de calmantes (opiáceos) y de medicamentos hematológicos, como anticoagulantes o plasma sanguíneo. En estos ocho años ha habido robos de fármacos de todo tipo, como antivirales, factores de coagulación, vacunas contra la hepatitis, broncodilatadores, anticonceptivos…
En base al número de unidades desaparecidas en estos últimos ocho años, destaca el ibuprofeno, debido a un gran robo de 60.000 unidades en 2014. Le siguen los antirreumáticos, también por un robo ocurrido en Barcelona, en 2017 de ibandronato, un fármaco indicado para el tratamiento de la osteoporosis.
La propia AEMPS es consciente de este problema y, de hecho, considera que algunos tipos de fármacos son más susceptibles que otros de ser robados o “desviados” al mercado ilegal de medicamentos. En un documento de recomendaciones para los distribuidores de medicamentos indican que algunos de ellos son los relacionados con el dopaje, como las hormonas de crecimiento, los esteroides anabolizantes, la EPO o la insulina. También alertan sobre los psicótropos o estupefacientes, como la morfina, el fentanilo o diversos tipos de benzodiazepinas.
Madrid es la provincia donde se han registrado más robos y el transporte es la fase más débil de la cadena
En 367 de los 505 incidentes ocurridos en España, se sabe cuál fue la provincia donde se notificó el desvío, según los datos de la AEMPS. La más afectada en estos últimos ocho años ha sido Madrid (90 incidentes), seguida de Barcelona (55 incidentes), las dos provincias más pobladas del país.
En cuanto a las fases de la cadena de distribución en la que ocurren estos robos o pérdidas, del total de 505 incidentes ocurridos en España, un 46% ha sido durante el transporte. Le siguen los hospitales o centros de salud (17%) y los almacenes (15%).
También la gran mayoría (366) de incidentes constan como extravíos en la base de datos y tan sólo 83 aparecen como robos. En el resto del total de 505 casos no se especifica qué pasó exactamente.
Farmacéuticas y distribuidores son quienes notifican la mayoría de casos
El protocolo de la AEMPS dice que los robos, extravíos u otros hechos que indiquen desvíos de medicamentos al tráfico ilícito deben ser comunicados a la agencia. Los organismos que más lo hacen son las empresas farmacéuticas, y en especial destaca la filial española de la empresa alemana Stada. Esta compañía ha comunicado 64 desvíos a la AEMPS en los últimos ocho años y junto a otras nueve empresas han concentrado las notificaciones de casi dos tercios de los desvíos. Entre ellas están también Janssen o AstraZeneca, por ejemplo.
Aparte de los propios laboratorios, los almacenes, las oficinas de farmacia o los hospitales también tienen la obligación de comunicar incidentes a la AEMPS. De hecho, la agencia tiene un documento de recomendaciones para los distribuidores de medicamentos y para la detección e investigación de pautas de ventas inusuales y sospechosas de desvío al tráfico ilegal.
Según el documento, los distribuidores mayoristas deben controlar sus transacciones e investigar las irregularidades en las pautas de venta a las farmacias. En ellas deben contemplarse cosas como: el histórico de ventas de los últimos meses, el tipo de medicamento o si existe o no estacionalidad o el perfil de la oficina de farmacia (turística, rural…).
En conversación con Maldita.es, la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR) ha restado importancia a la magnitud de los robos en comparación con la cantidad de pedidos que realizan. El portavoz de la federación también ha explicado a Maldita.es que, pese a que haya robos, actualmente es muy difícil introducir un fármaco robado de nuevo en la cadena legal de suministro. “Si antes ya era complicado, ahora lo es más” dice el portavoz, ya que en 2019, entró definitivamente en vigor el Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM), que refuerza la seguridad de los envases y de los registros.
Farmaindustria, la patronal de las empresas farmacéuticas en España, también niega a Maldita.es que los robos de medicamentos supongan un problema grave y declara que “hasta el momento ninguna compañía ha manifestado preocupación sobre estos asuntos” y que no disponen de datos sobre robos o extravíos.
La agencia italiana de medicamentos (AIFA) dice que los robos de medicamentos están infranotificados
En contraposición a lo defendido por FEDIFAR y Farmaindustria, la AIFA, la agencia italiana de medicamentos, explica en su informe de 2019 sobre el robo de medicamentos que se notifican muchos menos robos de los que se producen en realidad y que se trata de un fenómeno que ocurre en todo el mundo debido al alto valor comercial y acceso limitado a algunas medicinas en algunos países.
En Italia el robo de medicamentos en hospitales fue un grave problema en 2012 y 2013. La AIFA, junto a los Carabinieri (la policía italiana), el Ministerio de Sanidad y los operadores privados de la industria (distribuidores y empresas farmacéuticas), consiguieron investigar y destapar una trama de tráfico de fármacos oncológicos.
Según el estudio El robo de medicamentos en hospitales italianos publicado en 2014 por el grupo de investigación de criminología Transcrime, en que se analizaron 68 robos en hospitales entre 2006 y 2013, los tipos de fármacos que más se robaron fueron los oncológicos, los inmunosupresores, los antirreumáticos y los biológicos: medicamentos de alto coste, que en muchos casos eran cubiertos por el servicio sanitario italiano.
La Operación Volcano de 2014 [pág.10] mostró que los medicamentos robados en hospitales italianos, y los fármacos manipulados y falsificados, eran posteriormente introducidos con credenciales falsas en los mercados de otros países por mayoristas no autorizados, principalmente en Alemania. En la Operación Volcano se investigó sobre todo el desvío de Herceptin (trastuzumab), un fármaco usado contra el cáncer de mama.
Según indica la AIFA en el informe de 2019, un aspecto clave de sus investigaciones es que tenían un sistema de notificaciones que permitía trazar la ruta de estos robos. A partir de aquel momento, otros países como España también comenzaron a recopilar información de los robos y desvíos de medicamentos. La AEMPS ha reconocido a Maldita.es que, en España, “los medicamentos con un elevado precio en el mercado como los oncológicos” pueden ser objeto de robos.
Maldita.es ha hablado con Belén Tarrafeta, farmacéutica y experta en acceso a medicamentos. Tarrafeta explica que incluso dentro de la Unión Europea hay diferencias en el acceso a fármacos de tipo oncológico o inmunodepresores, fármacos que son muy caros y que no son financiados igualmente en todos los países. Esto provoca grandes desigualdades entre los pacientes que viven en España o en Polonia, por ejemplo, tal y como muestra esta investigación del medio Politico.
A la agencia española desde 2014 también le llegan notificaciones de desvíos ocurridos en otros países europeos, como Italia, Holanda o Francia. La AEMPS, al igual que sus homólogas europeas, está incluida en una red europea de notificaciones aunque es decisión de cada país hacer llegar las alertas a otros Estados en función del “riesgo asociado al evento”, es decir, del volumen y del tipo de medicamento, tal y como ha explicado la AEMPS a Maldita.es.
Aparte de las 505 pérdidas registradas por la AEMPS, en la base de datos de la agencia española aparecen otras 84 que ocurrieron en otros países de la Unión Europea. El país que más robos ha notificado a España ha sido Italia, con un total de 27 robos o pérdidas en los últimos ocho años.
Recientemente, además, en noviembre de 2021, la AIFA estrenó un nuevo proyecto llamado Medi-Theft. Este nuevo proyecto busca detectar posibles desvíos de medicamentos utilizando técnicas de inteligencia artificial. Su finalidad es recopilar información para identificar mejor el modus operandi de los delincuentes, emitir alertas tempranas para evitar que los fármacos robados vuelvan a ser introducidos en el mercado legal o elaborar un sistema centralizado para recopilar datos sobre el robo de medicamentos en todos los Estados miembros de la Unión Europea.
El tráfico ilegal de medicamentos en España: en busca de los medicamentos falsificados
En España, las autoridades han centrado sus esfuerzos en detectar e interceptar fármacos falsificados. Por definición, según cuenta la AEMPS a Maldita.es, cualquier medicamento que ha sido robado y luego reintroducido en la cadena legal de distribución mediante documentación falsa, se considera un medicamento falsificado con respecto a su origen o historial.
La AEMPS ya participaba desde 2013 en Fakeshare, un proyecto europeo contra la distribución ilegal de medicamentos por internet. El investigador Daniel Catalán, profesor de comunicación en salud en la Universidad Carlos III de Madrid, es coautor de un artículo sobre la experiencia de España en Fakeshare. Según Catalán, la investigación mostró que la venta ilegal de medicamentos se producía de forma presencial principalmente en gimnasios, tiendas de nutrición deportiva o herbolarios, así como por internet. También dice que los que circulan de forma más frecuente por el circuito ilegal están relacionados con el dopaje o con potenciadores de la función sexual, algo que también comparte la AEMPS, aunque añade que los estupefacientes se tratan como casos de especial gravedad “por el riesgo que suponen”.
Sobre el tráfico ilegal de este tipo de medicamentos también habla la capitana de la Guardia Civil, Patricia Angulo, encargada de la unidad que investiga el tráfico de estos productos. Angulo ha explicado a Maldita.es que en el pasado han participado en operaciones internacionales para detectar fármacos ilegales, como fue por ejemplo la operación Pangea, en la que se interceptaron cerca de un millón de fármacos, o más recientemente, la operación Shield, en la que se investigó la lactoferrina, un fármaco supuestamente indicado contra la COVID-19 en 2020, sin evidencias científicas que lo apoyaran.
Angulo explica que en el momento en que se denuncia un posible robo el cuerpo policial realiza búsquedas en plataformas y páginas webs de los medicamentos sustraídos y se comunica a la AEMPS, para que cree una alerta o difunda la noticia a otros países si lo cree necesario.
La AEMPS también ha expresado a Maldita.es que el consumo de cualquier medicamento no autorizado supone “un grave riesgo para la salud de las personas que lo consumen” y que muchos de ellos deben estar sometidos a un seguimiento médico exhaustivo.
Primera fecha de publicación de este artículo: 05/07/2022