En marzo de 2020, cuando España aprobó el decreto de estado de alarma, la pandemia de coronavirus avanzaba sin control. Las cifras de los hospitales y los fallecimientos reflejaban la realidad de una epidemia que no se podía frenar. El número de enfermos críticos ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) se disparaba de una semana para otra, pasando de los 272 pacientes con COVID-19 en UCI el 13 de marzo a los 1.612, siete días después; y el de fallecidos crecía al mismo ritmo, de los 120 muertos por coronavirus registrados el 13 de marzo a ya 1.326 una semana más tarde.
Para paliar esta situación, las comunidades autónomas contrataron a un total de 50.384 profesionales sanitarios gracias a una orden del Ministerio de Sanidad que autorizaba la contratación extraordinaria de personal médico en los primeros meses de pandemia. Así, las comunidades pudieron recurrir a aspirantes a médicos y enfermeros residentes, sanitarios jubilados, estudiantes en el último año de carrera, especialistas con el título obtenido fuera de la Unión Europea o médicos forenses, inspectores y evaluadores del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) que no estuvieran prestando servicios en la Administración. De hecho, de todos ellos, los profesionales más contratados entre marzo y junio de 2020, fueron los aspirantes a enfermeros y médicos residentes, según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad tras una solicitud de acceso a la información pública realizada a través de la Ley de Transparencia.
La contratación extraordinaria elevó la plantilla de médicos un 21,43% y la de enfermeros un 12,1% entre los meses de marzo a junio
Durante los primeros meses de la pandemia de la COVID-19, entre marzo y junio, España aumentó en un 21,43% su plantilla de médicos y en un 12,1% la de enfermeros, teniendo en cuenta únicamente la contratación de personal sanitario en base a esta orden ministerial e incluyendo en ese porcentaje el número de aspirantes a médicos y enfermeros residentes, jubilados y estudiantes. En tres meses, nuestro país contó con 27.960 médicos y 22.251 enfermeros más de los 130.482 y 183.835 que ya tenía registrados, respectivamente, en el Sistema Nacional de Salud (SNS), según los últimos datos publicados hasta el 31 de diciembre de 2019.
Para un total de 2.845 estudiantes del último año de Medicina, que todavía no habían terminado la carrera, el colapso del sistema sanitario provocado por la pandemia de coronavirus fue su primera experiencia profesional tras las prácticas llevadas a cabo durante la carrera. De la noche a la mañana, cambiaron el estudio por los equipos de protección individual (EPI) para desempeñar “tareas de apoyo, bajo supervisión”, y tratar de contener la crisis causada por la COVID-19.
Gracias a esta orden, junto a estos estudiantes, las comunidades autónomas también pudieron contratar a aquellas personas que habían aprobado el examen MIR y el EIR en 2018 y en 2019 pero que se quedaron sin plaza, y regularon las condiciones para el reconocimiento de los títulos extranjeros de especialistas obtenidos fuera de la Unión Europea, o sin título de especialista pero habiendo superado las pruebas teóricas del Comité de evaluación en España, necesario para poder desempeñar su profesión en nuestro país.
En total, teniendo en cuenta los aspirantes a médicos y enfermeros residentes y estos especialistas extracomunitarios, las diferentes comunidades contrataron a 28.588 profesionales. Aunque sólo el 0,6% de ellos, 173 profesionales, pertenecían a esta última categoría de especialistas, ya que ni Asturias, ni Cantabria, ni La Rioja, ni Navarra, ni las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla contaron con ellos.
Pero no fueron los únicos profesionales contratados. Una de las medidas recogidas en esta orden para evitar la falta de médicos y enfermeros que sufrían algunos hospitales de las comunidades más afectadas por la COVID-19 fue la contratación de los profesionales sanitarios jubilados o eméritos. Aunque Sanidad puso varias condiciones en su contratación: tenían que ser menores de 70 años y se tenían que reincorporar, de forma preferente, en atención primaria. De hecho, fue el segundo grupo contratado más numeroso, después de los aspirantes a médicos y enfermeros residentes. El único territorio que no contó con ningún profesional sanitario retirado fue Ceuta.
La Comunidad Valenciana, Castilla y León, Murcia y Asturias aumentaron más de un 20% su plantilla sanitaria con las contrataciones extraordinarias
Cuando el ministerio publicó esta orden, el que fuera ministro de esta cartera en aquel momento, Salvador Illa, anunció la incorporación de 30.000 profesionales, que su departamento elevó a 50.000 en un comunicado posterior. Sin embargo, esta es la primera vez que se desglosa el dato de los 50.384 profesionales contratados por comunidades autónomas. Y se publica gracias a la información enviada por las comunidades autónomas al Ministerio de Sanidad y que Maldita.es ha obtenido tras una solicitud de acceso a la información pública realizada al ministerio a través de la Ley de Transparencia.
La Comunidad Valenciana es la que más aumentó su plantilla de profesionales sanitarios para la pandemia gracias a esta orden teniendo en cuenta el número de médicos y enfermeros que ya tenía registrados en el SNS a 31 de diciembre de 2019. En total, 31.985 profesionales a través de estas contrataciones extraordinarias: lo que representa el 22,54% de su plantilla al cierre del año anterior. Le siguen, también con más de un 20% de aumento, Castilla y León, Murcia y Asturias.
En cambio, La Rioja apenas aumentó un 4% los profesionales que ya tenía trabajando según las últimas cifras del SNS. Sumó a 328 profesionales entre médicos y enfermeros a los 9.298 con los que ya contaba.
Murcia y la Comunidad Valenciana contrataron más médicos; Asturias y Castilla y León, más enfermeros
Contabilizando únicamente estas contrataciones extraordinarias en comparación con los últimos datos publicados por el ministerio sobre el personal sanitario a diciembre de 2019, Murcia y la Comunidad Valenciana fueron las que más médicos contrataron durante los primeros meses de pandemia: aumentaron su plantilla en más de un 25%. Sin embargo, La Rioja, Aragón, Baleares, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla no llegaron a contratar al 5% de los médicos que ya tenían en sus centros sanitarios.
Asturias y Castilla y León fueron las que contaron con un mayor número de enfermeros: intensificando su personal gracias a esta contratación fuera de lo común en más de un 20%. Ceuta, Cataluña, Canarias y La Rioja fueron las que menos contratos de enfermeros firmaron: en ningún territorio se alcanzó el 7%.
Si analizamos los datos por categorías, los rankings cambian ligeramente. La Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía fueron los territorios que más estudiantes de último año de Medicina contrataron gracias a esta orden. Asturias y la Comunidad Valenciana, las que tuvieron más jubilados en primera línea. De hecho, este febrero, Asturias ha sido una de las comunidades que ha contratado a médicos y enfermeros jubilados que quieran reincorporarse de forma voluntaria para hacer frente a la tercera ola.
En cuanto a los aspirantes a residentes, Madrid y Andalucía fueron las que firmaron más contratos a médicos; y Castilla y León y Murcia, a enfermeros.
Sanidad no tiene constancia del número de estudiantes de Enfermería contratados al inicio de la pandemia, a pesar de que estuvieron trabajando en primera línea
A pesar de que los estudiantes del último año de Enfermería también ayudaron a frenar la pandemia de la COVID-19 durante la primera ola, no hay datos al respecto. En la información remitida por el Ministerio de Sanidad a Maldita.es a través de la Ley de Transparencia no se incluye a ningún estudiante de Enfermería contratado por ninguna comunidad autónoma.
Desde este ministerio han explicado a Maldita.es que eran “las comunidades autónomas y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria” quienes remitían “la información sobre contratación de recursos humanos” realizada al amparo de esta orden. Una información que recopilaban “de forma agregada con carácter semanal”. Sin embargo, como se puede ver en la tabla facilitada por el ministerio, no consta ningún dato sobre el número de estudiantes del último año del grado de Enfermería que fueran contratados por las comunidades autónomas.
En Maldita.es hemos repreguntado al Ministerio de Sanidad sobre estos datos y nos han explicado que “no se dispone de datos más recientes” y que “Sanidad dejó de recopilar esta información" en el momento en el que no fue "la autoridad competente" cuando el pasado 21 de junio terminó la vigencia de esta orden ministerial.