Tres de cada diez españoles que solicitaron votar desde el extranjero, los denominados residentes ausentes, no llegaron a depositar sus papeletas. En concreto, 51.997 españoles que pidieron en las pasadas elecciones generales votar a través del consulado nunca llegaron a ejercer su derecho, según ha podido saber Maldito Dato a través de una solicitud de acceso a la información pública.
Una de las razones de que los españoles en el extranjero no hayan podido votar es el sistema de votación implementado en los consulados españoles. Los ciudadanos que forman parte del censo de españoles residentes ausentes (CERA) tienen que votar en persona o por correo ante su oficina consular en el exterior, pero primero tienen que rogar su voto, es decir, tienen que solicitarlo.
El proceso se instauró en España en 2011 tras una reforma de la Ley Electoral aprobada por el PP, el PSOE, Convergència i Unió y el PNV y ha sido objeto de múltiples quejas y críticas por parte de colectivos de españoles residentes en el extranjero. Un ejemplo es el caso del movimiento Marea Granate, que denuncian la complejidad de los trámites necesarios y los cortos plazos que la Administración da para ello.
Otro ejemplo lo contaba la corresponsal del diario El País en Rusia, María R. Sahuquillo, sobre cómo los españoles que se encontraban en ese país no recibieron la documentación para poder votar y sobre cómo sólo un español había podido votar en los consulados de Rusia. De hecho, dos meses después de aquel artículo, la periodista ha publicado en Twitter que ha recibido la documentación que había solicitado para poder votar en aquellas elecciones generales.
El ‘Informe detallado del voto CERA en las elecciones generales’ elaborado por la Junta Electoral Central y al que ha tenido acceso Maldito Dato a través de una petición de acceso a la información pública, demuestra que efectivamente, en los consulados rusos solamente uno de los 111 electores que rogaron el voto en las oficinas consulares de San Petersburgo y Moscú consiguieron que su voto fuera contabilizado como válido.
Rusia no es un caso excepcional
Los datos del informe del voto CERA demuestran que lo sucedido en Rusia no fue un caso excepcional. En Tanzania, donde hubo 11 solicitantes de voto, y Macedonia del Norte, donde hubo 6, también fue un único elector el que consiguió que su voto se depositara en tiempo y forma en la oficina consular de estos países.
Además, en nueve países ninguno de los españoles que pidieron el voto en la oficina llegaron a votar. Son los casos de Jamaica, Zimbabwe, Kuwait, Libia, Irán, Siria, Irak, Namibia y República Democrática del Congo.
Aunque de manera global 7 de cada 10 ciudadanos que solicitaron el voto consiguieron que su papeleta se contabilizara en las elecciones, existen casos en los que miles de españoles no llegaron a entregar sus votos. De las 10 oficinas consulares donde más personas se quedaron sin votar, hay 4 casos en los que no se llegaron a hacer efectivos ni la mitad de las peticiones. En los consulados de Ciudad de México (México) y Toulouse (Francia) llegaron a validar sus votos el 49,18% y el 42,82% respectivamente. Esto supuso que en Ciudad de México 2.636 personas no votaran y en Toulouse 1.454.
Sin embargo, los casos más llamativos se produjeron en Venezuela y Cuba. En la oficina de la ciudad de Caracas, sólo el 17,17% de los españoles que pidieron votar llegaron a depositar su papeleta, es decir, no votaron 2.971 personas, y en La Habana sólo el 5,38% de los solicitantes llegaron a ver su preferencia electoral contabilizada, lo que dejó a 1.302 personas sin votar.
Por último, en este informe se puede comprobar también que hay 18 países en los que el porcentaje de electores efectivos frente a los que solicitaron el voto se quedó por debajo del 20%.
Los plazos son estrictos y la ley no se adapta a los servicios postales extranjeros
Para las elecciones del 28-A el envío certificado de papeletas electorales por parte de las oficinas provinciales del censo tenía como límite el 8 de abril, es decir, 20 días antes de las elecciones para salir de España según refleja el calendario de la Junta Electoral Central [pág. 7].
Marea Granate valora que los plazos restringidos son sólo una de las trabas entre las situaciones que han constatado en los últimos años. “Tenemos una ley electoral que es inflexible con los plazos. No contemplaba que cayera la Semana Santa en el 28-A (del 14 al 21 de abril) entre medias y mucha gente estaba de vacaciones y recibió las papeletas a la vuelta.” comenta el colectivo.
Dos tercios de los CERA que votaron en esta cita lo hicieron por correo, por lo que también entró en juego el funcionamiento del servicio postal de cada uno de los países sumado al coste de realizar este envío certificado. La Junta Electoral Central amplió el plazo hasta el 28 de abril para recibir los votos, pero esto no evitó que muchas papeletas no llegaran a tiempo.
“¿Todas las oficinas de correos del mundo se tienen que adaptar a nuestro proceso electoral? ¿No será más bien al revés? ¿No será la ley electoral la que tiene que tener en cuenta los servicios de correos del mundo entero y que además en algunas partes funciona bastante regular?”, se preguntan desde Marea Granate.
El mismo problema en las europeas y autonómicas del 26-M
Lo ocurrido en las generales del 28 de abril no es un caso aislado. En las elecciones europeas y autonómicas, que en España tuvieron lugar el 26 de mayo, no se contabilizó ni un sólo voto en 15 países donde había electores que lo habían solicitado.
El número de solicitudes de voto descendió drásticamente para esta cita electoral de mayo. En las generales 181.268 españoles en el extranjero pidieron su voto y en las europeas y autonómicas lo hicieron 60.842 personas menos; es decir, 120.786.
Para Marea Granate, la desmotivación por haber intentado votar el 28-A y no haberlo conseguido fue la causa mayoritaria del descenso en solicitudes de voto con respecto al 26-M.
Además, el porcentaje de votos finales respecto a las solicitudes de voto es aún más bajo que en las generales. Sólo 6 de cada 10 españoles en el extranjero que pidieron votar para las europeas consiguieron hacerlo e, incluso, en 15 países no lo consiguió ninguno de los solicitantes. Estos países son Tanzania, Zimbabwe, Bangladesh, Kuwait, Libia, Guinea Ecuatorial, Macedonia del Norte, Jamaica, Mali, Costa de Marfil, Namibia, Nueva Zelanda, Guinea Conakry, República Democrática del Congo y Sudán.