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MALDITO BULO

Desde un cadáver fumando en Palestina hasta otro que se mueve en Ucrania: cómo se desinforma sobre las víctimas de los conflictos usando imágenes de cadáveres

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Claves
  • En Maldita.es hemos identificado varias narrativas engañosas con imágenes de supuestos cadáveres falsos en Palestina, Ucrania y Líbano, incluso utilizando la misma imagen falsa en ambos contextos, para desinformar 
  • Es una herramienta para negar la existencia de víctimas reales en un conflicto como el palestino o el ucraniano 
  • El uso de imágenes de supuestos cadáveres falsos como prueba de que las víctimas mienten puede servir como herramienta de reclutamiento, al hacer que la gente se una a una causa basada en supuestas injusticias percibidas, según expertos consultados
  • La desinformación con imágenes falsas de cadáveres “puede tener efectos graves, erosionando la confianza en los medios de comunicación y las comunicaciones oficiales, y dificultando que la gente sepa en qué creer”, dice Eliot Higgins, fundador de Bellingcat

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Dos hombres colocan lo que parecen ser cadáveres en un camión y uno se fuma un cigarro. La escena se ha usado en guerras como la de Ucrania o en el contexto de los ataques de Israel contra Gaza para asegurar que las víctimas estaban fingiendo su muerte, pero en realidad se trataba de un videoclip del rapero ruso Husky. Este tipo de imágenes manipuladas de supuestos cadáveres falsos o reales se usan frecuentemente para desinformar en conflictos, cuestionando que las víctimas sean reales con mensajes como “los palestinos fuman más tras morir pues ya no les puede hacer más daño” o “así es como funciona la propaganda ucraniana. Antes que inicie la cremación se fuma su cigarrillo”. 

Este tipo de imágenes son una bala más dentro del arsenal de los desinformadores, que nunca se agota. En Maldita.es hemos identificado al menos siete ocasiones en las que se han utilizado imágenes de supuestos cadáveres falsos, todas vinculadas con Gaza, Ucrania y ahora Líbano, que comparten esta misma narrativa: tratar de hacer creer que las víctimas de estos conflictos no son reales.

El uso de este tipo de imágenes bajo esta narrativa no es algo casual, sino “una estrategia” que tiene objetivos e impactos que además “distorsiona la percepción pública de los conflictos armados”, según explica Eliot Higgins, fundador de Bellingcat, una plataforma de periodismo de investigación especializada en inteligencia de fuentes abiertas (OSINT).

Desacreditación de las víctimas palestinas bajo el término "Pallywood” o “Gazawood”

Desde el 7 de octubre de 2023, con el ataque de Hamás y posterior ofensiva israelí, el Ministerio de Salud en la Franja de Gaza afirma que ha habido más de 41.000 muertos. Al mismo tiempo que la cifra de muertos ha ido aumentando en Gaza, también lo hacía la difusión de supuestas  imágenes de cadáveres ficticios moviéndose usadas bajo el término de ‘Pallywood- fusión de Palestina y Hollywood, como si de una industria cinematográfica se tratase-, para acusar a las víctimas reales de fingir su muerte o de ser actores

Uno de estos contenidos es un vídeo que se difundió poco después de los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023, que muestra un grupo de personas llevando un supuesto cadáver y, al sonar una alarma, el supuesto muerto empieza a correr. Estas imágenes se difundieron afirmando que se trataba de un niño palestino supuestamente asesinado por Israel, pero que en realidad se trataba de un montaje palestino para victimizarse. Pero nada que ver: este contenido corresponde a una escena en Jordania en 2020 de jóvenes intentando saltarse la cuarentena domiciliaria en el contexto de la pandemia de la COVID-19. 

La campaña de ‘Pallywood’ no es nueva. Comenzó en el año 2000, en el tiempo de la Segunda Intifada, específicamente después del asesinato del niño Mohammad Al-Durrah, según contextulaliza la directora del medio de verificación palestino Kashif, Riham Abu Aitta. “En ese momento, hubo cuestionamientos sobre el incidente debido a la gran cobertura mediática que recibió”, explica. Además, asegura que “en la guerra actual sobre la Franja de Gaza, esta campaña se ha intensificado considerablemente”. 

La directora indica que su medio ha desmentido 97 contenidos falsos desde diciembre de 2023 hasta septiembre de 2024: imágenes de cuerpos de niños afirmando que son muñecos o vídeos de bombardeos que se difunden diciendo que son montajes, pero que en realidad pertenecen a secuencias de series palestinas, las cuales se difundieron bajo el término Pallywood. Todas estas desinformaciones han circulado también en otros idiomas como el español

“En algunos casos, se utilizan fragmentos de series, documentales o incluso protestas en otros países, como Egipto, para insinuar que las lesiones y muertes son escenas fabricadas”, explica la experta. Otra estrategia involucra cuentas como ‘GazaHood’, que recopilan vídeos de niños armados, aunque estos no sean palestinos, para presentarlos como supuestos combatientes, según la directora. “De esta manera, buscan desvirtuar la imagen de inocencia [de los niños] que genera simpatía, asociándolos con el uso de armas”, cuenta Abu Aitta.

Uno de estos contenidos es un vídeo que muestra a un hombre entregando un arma a una niña. El mensaje que lo acompaña afirma que es un hombre de Hamás que le da un arma a una niña palestina para que dispare. Sin embargo, el vídeo fue verificado por Kashif, que comprobó que fue grabado en Trípoli y no tiene relación con Palestina.

La guerra en Ucrania: un terreno fértil para la desinformación a través de imágenes de supuestos cadáveres falsos 

Un caso destacado de desinformación en Ucrania fue el relacionado con la masacre de Bucha en marzo de 2022. Mientras se reportaba que el ejército ruso había ejecutado sumariamente a al menos a 73 civiles, —según Naciones Unidas—, comenzó a circular un vídeo en el que supuestamente un cadáver en el suelo movía una mano. Esto se utilizó para sugerir que la masacre era un montaje. Sin embargo, Maldita.es demostró que se trataba de un efecto óptico provocado por una gota en el cristal del coche desde donde se grabó la escena.

Este bulo forma parte de una “estrategía amplia de guerra de información”, según relata la analista ucraniana y verificadora de datos en Stop Fake, Oksana Poluliakh. El bulo del cadáver que supuestamente se movía en Bucha fue solo uno de varios que se difundieron esos días para tratar de desacreditar a las víctimas civiles de las tropas rusas en esa localidad ucraniana. 

Con la difusión de estos vídeos afirmando que supuestamente se mueven cadáveres se manipula la realidad como “herramienta para alcanzar objetivos políticos o militares”, analiza Poluliakh. Al igual que en el caso palestino, la verificadora ucraniana coincide con Eliot Higgins en que este tipo de desinformación busca “desacreditar al otro bando del conflicto”, y a las posibles pruebas de crímenes de guerra, como en el caso de Bucha.

Higgins indica que la manipulación de estas imágenes para “descartar las pruebas de los crímenes de guerra no es algo exclusivo de la situación en Gaza, es bastante habitual ver este tipo de cosas en el discurso online”. Si los cadáveres no existen, según la narrativa desinformadora, tampoco existen los crímenes de guerra cometidos en dichos conflictos.  

Líbano no está excluido de esta estrategia de desinformación. Tras la ofensiva israelí, a finales de septiembre de 2024, y desde que el Ministerio de Salud de este país comenzara a hablar de de más de 1.000 víctimas, empezó a circular la misma imagen —que se había utilizado varias veces para desinformar en Palestina— que mostraba a jóvenes jordanos intentando saltarse la cuarentena en el contexto de la pandemia del COVID-19. Los contenidos difundidos como actuales afirmaban que la imagen era del funeral de un niño libanés asesinado por Israel que estaba fingiendo su muerte.

“Tácticas de guerra psicológica”, según Eilot Higgins

La desinformación a través de imágenes de cadáveres —sean reales o falsos—, no solo siembra dudas sobre la autenticidad de las víctimas civiles, sino que, según Higgins, “tiene un impacto significativo” a nivel psicológico. “Estas imágenes, utilizadas como supuestas pruebas, pueden distorsionar la percepción de los hechos y generar desconfianza sobre su veracidad”, cuenta Higgins desde su experiencia al frente de Bellingcat.

La directora de Stop Fake además añade que las imágenes de cuerpos sin vida poseen “un poder emocional y simbólico inmenso”. “Pueden manipular la opinión pública, incitar al miedo y al odio, o movilizar a los ciudadanos para apoyar esfuerzos militares, aumentar la disposición al sacrificio o incluso motivar la provisión de recursos materiales para el conflicto”, explica la verificadora ucraniana. En el caso de civiles fallecidos, especialmente niños o ancianos, Poluliakh resalta que estas imágenes “pueden ser instrumentalizadas para justificar acciones militares, resaltando la urgencia de una intervención armada para frenar la violencia”.

Higgins cuenta que estas imágenes son empleadas como tácticas de “guerra psicológica”, diseñadas para debilitar la moral de los enemigos y sus seguidores. El investigador, —cuyo trabajo se enfoca en las armas usadas en el conflicto sirio—, expone cómo la desinformación ha influido en este país, que lleva 13 años en guerra: “En Siria, las imágenes manipuladas o erróneamente atribuidas han moldeado la opinión internacional y han afectado las respuestas humanitarias”.

El asesinato de personas no cesa en estos conflictos y la ola de imágenes de cadáveres, sean falsas o reales y manipuladas para desinformar, no se detiene. Estas imágenes se mueven de un conflicto a otro y, en muchas ocasiones, la ciudadanía se las cree y las comparte más que las que tratan sobre lo que sucede realmente. Así, la víctima queda desacreditada.


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