Desde que comenzó el ataque de Rusia contra Ucrania, varios investigadores han rastreado el impacto de municiones de racimo en zonas civiles ucranianas cercanas a escuelas, guarderías y hospitales. Es el caso del bombardeo mortal cercano a un hospital en Vuhledar, en el óblast de Donetsk, del que estamos contando qué sabemos en Maldita.es.
Miembros del grupo internacional de investigadores Bellingcat y otros investigadores especializados en fuentes abiertas han reunido el contenido publicado por usuarios en las redes sociales informando de más ataques que parecen usar este tipo de armamento. Además, con la geolocalización de estas imágenes y vídeos han trazado la posible trayectoria de estas municiones cuando ha sido posible, indicando que podrían haber sido lanzadas por el ejército ruso.
Las municiones de racimo son bombas que, al ser lanzadas hacia un objetivo, dispersan bombas más pequeñas (submuniciones) sobre un área mayor. Muchas de estas bombas no son fiables y no explotan, lo que crea un peligro humanitario para los civiles hasta “mucho después” de que termine el conflicto. Ni Rusia ni Ucrania han firmado la Convención sobre Municiones en Racimo, al que están adheridos 110 países.
Este tipo de munición puede lanzarse desde aviones o dispositivos terrestres. Según Bellingcat, Rusia puede haber estado disparando bombas de racimo desde los sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple (MLRS, por sus siglas en inglés) llamados BM-27 y BM-30, a juzgar por el tipo de munición que utilizan y la trayectoria que parecen haber descrito antes del impacto.
La clave es que estos cohetes incluyen, además del motor, una punta u "ojiva" de carga que contiene las submuniciones, explica el colectivo. La ojiva es la "parte delantera o superior de un misil, torpedo o cohete, donde se aloja el explosivo", según explica la RAE. Una vez distribuidas las submuniciones, el motor del cohete y la ojiva de carga continúan su trayectoria, normalmente incrustándose en el suelo.
En la ciudad de Járkov, situada en el noreste de Ucrania a 25 kilómetros de la frontera con Rusia, la investigación ha localizado siete ojivas de carga o motores de cohetes que, por la forma en que impactaron contra el suelo, podrían haber sido lanzadas desde la frontera rusa.
En el caso mostrado en este hilo de Twitter, para establecer el origen del misil ha ayudado la referencia que ofrece el paso de cebra sobre el que impactó. Los investigadores también han tenido en cuenta la longitud de trayectoria de los BM-27 y BM-30 (35 y 70 km respectivamente) para hallar su origen.
“Puede ser que, en algunos casos, la artillería rusa esté apuntando a objetivos militares, pero los motores y las ojivas continúan hasta zonas civiles y urbanas, como muestran claramente los vídeos que Bellingcat ha visto y geolocalizado”, advierten desde el grupo de investigadores. Por último, indican que el origen de otro ataque con bombas en racimo cercano a un hospital infantil en Járkov no se ha podido trazar.
Falta información para afirmar “con claridad” quién lanzó las bombas en racimo que impactaron sobre la guardería ucraniana
El viernes 25 de febrero, el medio ucraniano de noticias en inglés The Kyiv Independent y periodistas del propio Bellingcat avisaron en Twitter de un ataque con artillería en el entorno de una guardería en la ciudad de Ojtyrka, a 100 kilómetros al oeste de Járkov, causando varios muertos.
Las imágenes del impacto se movieron por redes sociales. Estas imágenes sí son reales y pertenecen al ataque de Rusia contra Ucrania, al contrario que los bulos que se han movido estos días y hemos desmentido en Maldita.es.
Bellingcat ha geolocalizado una ojiva 9M27K a unos 200 metros de la guardería que pudo haber sido lanzada desde un BM-27, como explica el propio medio en un hilo de Twitter. Sin embargo, en este caso, teniendo en cuenta que Ucrania también utiliza BM-27 y BM-30 y que existe una batalla en este terreno, “actualmente no hay información suficiente para demostrar con total claridad quién lanzó estos misiles”, afirma la información de Bellingcat.
The below video showing a cluster munition canister from a BM-30 rocket has been geolocated to 50.3086824, 34.8723472, in the town of Okhtyrka, Sumy. Notably we have also geolocated it just 200m to the east of the kindergarten that was reportedly attackedhttps://t.co/14dCjxsFO4 pic.twitter.com/sbT5YGq2nX
— Bellingcat (@bellingcat) February 25, 2022