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¡Feliz sábado, malditas y malditos! El miércoles, 1 de mayo, fue el Día Internacional de los Trabajadores, así que hoy venimos con una newsletter especial para hablar de derechos laborales y temas relacionados con la tecnología.
Como en Madrid también tuvimos festivo este pasado jueves, mucha gente ha aprovechado para irse unos días de viaje. Si para eso has utilizado el coche, te interesará saber algunas curiosidades sobre la información que recogen y cómo se conectan a internet (por aquello de estar atento a los riesgos y protegernos). Como siempre, si te surgen más dudas por el camino, ¡escríbenos a [email protected]!
Nuestros derechos laborales en la vida digital
El otro día leímos un titular de esos que te saca una risa nerviosa: “La Justicia determina que llamar ‘gilipollas’ una vez al jefe no justifica el despido disciplinario”. En Maldita Tecnología no nos toca analizar estas cosas, así que sentimos no darte una respuesta sobre si se puede o no hacer, pero sí nos hemos detenido a investigar qué pasa cuando la tecnología se usa en el trabajo (para controlarnos o medir nuestro desempeño) y cuáles son nuestros derechos cuando se desdibuja la línea entre lo laboral y lo digital.
Lo tienes todo aquí en detalle, con leyes y artículos mediante, pero te damos titulares y claves:
No nos pueden obligar a fichar con nuestros datos biométricos salvo casos excepcionales (como el interés público o por cuestiones de seguridad pública). El uso de estos sistemas tiene que ser voluntario, y esto no se cumple en una relación desigual entre empleador y empleado. Habría que justificar que tiene que usarse frente a otros sistemas, y es que suele haber formas menos invasivas.
La empresa sí que puede usar herramientas de geolocalización para registrar nuestra jornada, pero con limitaciones. Nos deben avisar de que vamos a ser localizados y solo se podrá hacer durante la jornada laboral, nunca fuera de ella.
¿Y lo de que vigilen nuestro puesto con cámaras? Pues sí, la empresa puede instalar cámaras bajo varios criterios: que no haya otras medidas menos invasivas, que se informe a los trabajadores, que no se instalen en lugares como baños o vestuarios y que solo recojan vídeo, no audio.
Parecido sucede con el tema de monitorizar el ordenador de la empresa: se tiene que respetar nuestra intimidad y se deben cumplir una serie de requisitos. Si quisieran revisar nuestro historial de navegación, solo se pueden limitar a las obligaciones laborales.
Si lo nuestro es el teletrabajo, se tiene que llegar a un acuerdo sobre los medios que necesitamos usar, como gastos de luz o la conexión a internet, y no pueden obligarnos a utilizar nuestros dispositivos, como el móvil o el ordenador, ni a descargar programas en ellos.
Es legal usar un algoritmo que mida nuestro rendimiento en el trabajo si se avisa con antelación, y también es legal grabar una conversación con nuestro superior siempre y cuando participemos en ella (como pasa con cualquier otra conversación).
Sobre redes sociales, hay un capítulo entero de escenarios que puedes leer aquí. Porque sí, hay casos en los que nuestra actividad en redes sociales puede ser causa de despido procedente.
Y por último, pero para nada menos importante: recuerda que tenemos derecho a la desconexión digital fuera de las horas de trabajo y a tirar el móvil y el ordenador por la ventana, hombre ya.
Hablando de trabajo y tecnología, ¿miedo a que nos reemplace una inteligencia artificial o una máquina? Solo pedimos que no nos quiten de tareas que sí nos gustan, como comernos un helado.
Lo que tu coche sabe de ti y lo que pueden saber los ciberdelincuentes
Si tienes un vehículo más o menos moderno, seguramente incluye un ordenador de abordo o puedas conectarlo a internet. Esto mola mucho, claro, porque estos ordenadores a veces se encargan de funciones como poner el intermitente o controlar la presión de los neumáticos, y son herramientas muy útiles para la seguridad vial y para la conducción. También nos permiten ponernos nuestra playlist favorita para echar kilómetros (típica lista de ‘Canciones para conducir’) y consultar el tráfico en tiempo real.
Pero (casi siempre hay un pero en la vida digital), que el coche esté conectado también puede ser un riesgo para nuestra seguridad y privacidad si los cibercriminales acceden a él o si se hacen con nuestros datos personales. Y qué de datos: nuestros hábitos de conducción, nuestra ubicación, nuestro nombre, nuestra cara o nuestra tarjeta de crédito. Los coches pueden recoger esta información a través de los diversos sensores que llevan incorporados o de los dispositivos que conectamos a él, como nuestro teléfono móvil.
Pero (como casi siempre también) hay maneras de minimizar estos riesgos. Aquí explicamos las vías de conexión de nuestro coche a internet y las vías de entrada de ciberdelincuentes, para poder cerrarlas: lo mejor es mantener actualizado el software de nuestro vehículo y desactivar las funciones de conectividad cuando no las usemos.
En tres bits
Keep calm and usa una contraseña fuerte. En Reino Unido están a tope con las prohibiciones. Hace un par de semanas te conté que una nueva iniciativa del Gobierno británico quiere que las personas que generen deepfakes porno se enfrenten a una pena de cárcel. Ahora han prohibido que los fabricantes puedan implementar contraseñas débiles por defecto, como '1234' o 'Admin' (que en España son las más utilizadas, dramático) en los dispositivos conectados a internet. Lo hemos leído en Europa Press.
Se estrecha el cerco a TikTok. Si has visto la que se está liando en EEUU con la posible prohibición de TikTok, aquí te explicamos todo lo que ha pasado: Estados Unidos ha aprobado una ley que prohíbe la distribución de aplicaciones de “adversarios extranjeros”, ahí entran China y TikTok. Con esto, la empresa china dueña de esta red social está obligada a venderla o se podrá enfrentar a sanciones económicas. La medida se toma por las dudas de que TikTok pueda ceder los datos de los usuarios estadounidenses al gobierno chino; no son los únicos que lo sospechan.
Hasta aquí ha llegado lo de no etiquetar la publi. También se estrecha el cerco a los influencers. En España, el Gobierno ha aprobado el Real Decreto que especifica sus obligaciones en publicidad y en la protección al menor en los contenidos que ofrecen, amparado bajo la Ley General de Comunicación Audiovisual. Tendrán que identificar correctamente los contenidos que sean anuncios y etiquetar el contenido por edades. "Va a haber más control de la publicidad encubierta", dijo el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá. La regulación también incluirá qué se entiende por influencer (que atenderá a razones de ingresos, actividad en la red y seguidores). En este artículo recogemos las normas de publicidad para influencers en redes sociales: qué dice la ley, qué establecen las plataformas y qué sanciones pueden recibir. Aquí, cómo distinguir la publicidad en redes sociales para que no nos la cuelen, y dónde podemos reclamar si consideramos que los influencers incumplen las normas.
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