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Tras 118 días de protestas el principal sindicato de actores de Estados Unidos (SAG-AFTRA, por sus siglas en inglés) ha dado fin a la huelga que comenzó el pasado 14 de julio y que ha tenido en jaque a la mayoría de las producciones de cine y televisión que se estrenarán en los próximos años. Entre sus reivindicaciones se encontraba una mayor retribución a los intérpretes por la emisión de contenidos a través de los servicios de streaming, pero también una regulación del uso de la inteligencia artificial en los estudios, una preocupación que compartía con el principal sindicato de guionistas (WGA) que también ha estado en huelga este año. Finalmente los actores han llegado a un principio de acuerdo con las productoras por el que se limita esta tecnología y que busca garantizar los derechos de los trabajadores. Os contamos cuáles eran las demandas de los actores, que riesgos veían en esta tecnología y cómo se va a asegurar que se cumple este acuerdo.
¿De qué iba esta huelga y qué tiene que ver con la IA?
El 14 de julio de 2023 el Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA, por sus siglas en inglés) convocó una huelga después de que fracasaran las negociaciones con los principales estudios de Hollywood (reunidos bajo la AMPTP, la Alianza de Productores de Cine y Televisión) para renovar los convenios de cine y televisión, que se pactan cada tres años.
Estas protestas se sumaron a las que ya había convocado el sindicato de escritores, la WGA, el pasado 2 de mayo de 2023, algo que no ocurría desde 1960. Ambos sectores comparten algunas preocupaciones, como la retribución de los trabajadores en los modelos de streaming y plataformas como Netflix o Disney+. Pero otro de los grandes miedos de guionistas e intérpretes es que la irrupción de la inteligencia artificial en la industria audiovisual viniera a precarizar su trabajo.
Mientras que los escritores estaban preocupados por el uso de herramientas como Chat GPT y cuyo uso se ha limitado tras el acuerdo al que llegaron el 26 de septiembre de 2023, los actores se enfrentan a diferentes retos. Por un lado, varios actores han denunciado que los estudios estaban comenzando a realizar réplicas digitales de sus cuerpos y su voz sin su consentimiento, perdiendo el control total sobre su imagen (preocupaciones que no sólo se encuentran en la industria audiovisual). Por otro lado, quedaban en al aire cuestiones como el consentimiento en el caso de los actores fallecidos o la precariedad laboral de otros papeles como el de los figurantes, que se podían ver sustituidos por estas representaciones digitales.
¿Qué pedían los actores sobre el uso de la inteligencia artificial y que han conseguido?
Entre las reivindicaciones iniciales del sindicato se encontraba una mayor protección de la imagen personal de los intérpretes para evitar el reemplazo de “actuaciones humanas por tecnología de inteligencia artificial”. En concreto, los actores pedían establecer un conjunto de normas para proteger a los trabajadores, la necesidad de tener un consentimiento informado para usar esta tecnología y una retribución equivalente a su presencia en el estudio, medidas destinadas a que esta tecnología no se emplee para abaratar costes y prescindir de los talentos durante el rodaje. Aquí puedes leer más sobre sus reivindicaciones.
El principio de acuerdo al que se ha llegado incluye un apartado dedicado a la inteligencia artificial en el que se establecen una serie de definiciones comunes sobre su aplicación en los rodajes y varias medidas para proteger lo que se consideran derechos de los trabajadores frente a esta tecnología. En un primer lugar, el convenio distingue entre tres tipos de usos de la IA en la creación de una obra:
- Réplica digital basada en el empleo: aquellas réplicas digitales en las el actor ha participado físicamente para su creación (por ejemplo, siendo escaneado) y que se utilizan para crear escenas en cuyo rodaje el actor no se ha involucrado.
- Réplica digital independiente: aquellas réplicas digitales que se han usado con material ya disponible previamente (por ejemplo, antiguas grabaciones) y que se emplean en escenas en cuyo rodaje el actor no se ha involucrado.
- Alteraciones digitales: modificaciones de escenas en cuyo rodaje el actor sí se ha involucrado.
En todos estos casos a partir de ahora será necesario un consentimiento informado y firmado por el actor, salvo que los cambios respecto a la escena original no sean sustanciales o sean sólo para mejorar la calidad de la imagen y el sonido. También hay algunas excepciones, como que se empleen para adaptar la obra a otros idiomas o mercados, como es el caso de la sincronización labial.
En el caso de actores fallecidos, si un artista dio su consentimiento en vida este se mantiene después de su muerte, a no ser que se especifique lo contrario. En el caso de que se vaya a hacer una réplica digital de un actor fallecido y no se tenga un consentimiento previo, es necesaria la aprobación de un representante o del sindicato. Es el caso que se podría dar, por ejemplo, cuando se utiliza esta tecnología para simular la imagen de una personalidad ya fallecida, como el caso en España de Lola Flores en el anuncio de Cruzcampo.
En cuanto a la compensación, el uso de estas réplicas tiene que estar debidamente retribuido dependiendo de su uso. En el caso de las réplicas digitales de actores y de figurantes se tiene que pagar acorde a los días de rodaje que normalmente se habrían grabado de forma presencial. Además, los beneficios residuales (aquellos que se generan por la visualización de contenido, como por ejemplo en las plataformas de streaming) se tienen que pagar igual que si el artista hubiera participado de un modo convencional.
El acuerdo también ofrece otro tipo de garantías, como que las réplicas digitales no se pueden emplear para prescindir de los servicios de los figurantes, que también haya una retribución si estas réplicas se emplean en otras producciones o que sea necesario un consentimiento para utilizar los rasgos de una persona a la hora de entrenar a una inteligencia artificial. En definitiva, una serie de medidas que buscan garantizar que esta tecnología no sustituye el talento humano ni precariza las condiciones de los trabajadores y que se revisarán dos veces al año junto a las productoras. Aquí puedes consultar el acuerdo completo.
¿Hay manera de asegurar que se cumplen estas medidas?
Estas regulaciones al uso de la inteligencia artificial se incluirán dentro de los próximos convenios colectivos de producciones cinematográficas y televisivas cuando sea ratificado por todos los miembros de SAG-AFTRA en un futuro cercano. No se trata de una ley, sino de un convenio laboral del que se puede reclamar su incumplimiento. Por el momento el sindicato está organizando reuniones informativas para dar los detalles de este principio de acuerdo a sus miembros y la votación se dará entre el 14 de noviembre hasta principios de diciembre.
Esta regulación permite al sindicato tomar acciones si se usa el trabajo de los guionistas de forma indebida, pero por el momento (al igual que en el caso de los escritores) no detalla qué mecanismos en concreto se emplearán para determinar si una obra ha sido creada con inteligencia artificial o si se ha usado la imagen de un artista sin su consentimiento, otro de los principales retos de esta tecnología. La SAG-AFTRA cuenta con mecanismos de arbitraje en caso de que se incumpla el convenio laboral y ofrece buzones de denuncia.
