Existe una falsa percepción de que cuando subimos un contenido a una red social, este pasa a ser público y cualquiera lo puede utilizar a su antojo. Pasa mucho con los medios de comunicación, de ahí que habláramos de ello en Maldita.es, pero también con usuarios normales y corrientes que a día de hoy creen que solo porque subamos una foto o un vídeo a Facebook o Instagram, podrá usarlos cualquiera. Ya sabemos que esto no es así, pero, ¿qué hay de la empresa tras la plataforma? ¿Qué permisos y, mucho más importante, qué licencias le damos para que se lucre con las cosas que subimos?
Una red social puede usar nuestro contenido para sacar rédito sin que nosotros recibamos beneficio
Este rendimiento económico puede salir de distintas actividades: por ejemplo, que una red social o una plataforma como YouTube usara un vídeo que has subido tú para promocionar la plataforma en una página web. ¿Te pagaría a ti Google (propietario de YouTube) porque tu vídeo ha quedado tan bien que sirve hasta para usarlo en un anuncio? ¿O en un festival de cine? Pues no. Porque poder, puede hacerlo, porque así consta en los términos y condiciones que aceptamos.
Esto es algo que no solemos tener en cuenta a la hora de publicar contenido en las plataformas digitales, ya que lo que más suele llamar nuestra atención es que sean otros usuarios los que se apropien del contenido, no las empresas detrás de ellas. Sin embargo, mientras los primeros están mucho más limitados para hacerlo por las normativas sobre los derechos de autor, las compañías utilizan la baza de las licencias.
También puede cobrar a otros usuarios por ver nuestro contenido
Aquí se plantea otra pregunta que ha suscitado dudas: ¿podría una red social cobrar directamente a los usuarios por ver nuestro contenido? Instaurando, por ejemplo, un muro de pago para que las personas que quieran ver algunas de nuestras publicaciones tuvieran que pagar a la plataforma (que no a nosotros). La respuesta es también afirmativa, aunque nosotros no viéramos un euro del beneficio.
“De hecho, Instagram ya puso en marcha un prototipo de muro de pago a inicios de este año para que los influencers y otros usuarios pudieran crear contenidos que sean únicamente visibles para los suscriptores, es decir, para aquellas personas que paguen mensualmente por esos contenidos”, nos recuerda Verónica Pedrón. “Es un modelo que ya se venía utilizando en otras redes sociales y plataformas como Patreon y que pueden dar mayores beneficios a los usuarios que opten por incluir ese muro de pago en su perfil”.
📣 Subscriptions Update 📣
— Adam Mosseri (@mosseri) July 14, 2022
Subscriptions are a great way for creators to have a predictable income & for fans to get exclusive content from creators that they love.
This update includes:
- Subscriber Chats
- Subscriber Reels
- Subscriber Posts
- Subscriber Home pic.twitter.com/5PzDTcwn8d
TikTok, por ejemplo, también tiene un programa de monetización de estas características, al igual que Twitch, que incluye la posibilidad de que los streamers tengan sponsors (patrocinadores) y suscripciones que generan dinero, también para las plataformas. En estos casos, se trata de programas de suscripción por los que los usuarios también ganan parte del dinero, aunque la plataforma pudiera usar el contenido por otro lado.
Pedrón remarca que un modelo como este tendría que incluirse en un apartado en los términos y condiciones de la plataforma (ya sea Instagram, TikTok u otra red social) “para que los usuarios estén informados o para ampliar aún más esa licencia a nuevas herramientas”, pero que sería una táctica viable por parte de la empresa.
En general, si borramos nuestro contenido, las redes sociales no podrían seguir usándolo para lucrarse, pero hay excepciones
Vale, y para aclarar dudas del todo: ¿qué pasa si borramos un contenido que se ha usado con el fin de generar dinero para la plataforma? ¿Podría seguir usándose? Por norma general cuando eliminas tu cuenta de una red social el contenido también tiene que eliminarse, según las propias compañías, de la misma forma que si eliminamos una publicación específica. Sin embargo, según indica Pedrón, esta acción no siempre tiene por qué ser definitiva.
“Existen algunas excepciones como por ejemplo que ese contenido haya sido compartido por terceras personas, en ese caso el contenido no se podría eliminar, o que la red social esté obligada a almacenar o procesar el contenido por motivos legales. En estos escenarios, la plataforma seguiría teniendo acceso a esos contenidos y podría seguir utilizándolos”, detalla la especialista.
Preguntamos también por este punto a Samuel Parra, abogado especializado en protección de datos y derecho tecnológico en ePrivacidad, que nos explica que la empresa podría seguir utilizando ese contenido y obtener rendimiento económico “siempre y cuando tengamos la posibilidad de retirar ese contenido cuando ya no queramos que se utilice”.
Aunque en realidad, y aunque esté muy bien que nos hagamos esta pregunta concreta, Parra nos recuerda que “ya estamos pagando por entrar al contenido de la gente en cualquier red social: lo hacemos a través de información y de datos personales cuando hacemos clic en una imagen de Instagram y venimos del navegador; ya se están llevando un montón de información sobre mí”.
Primera fecha de publicación de este artículo: 25/08/2022