El metaverso es uno de los temas del momento en el mundo tecnológico. Tras el anuncio en verano de Mark Zuckerberg de querer convertir Facebook en una "empresa del metaverso", este deseo se materializó la semana pasada, cuando la compañía matriz de la red social cambió su nombre a 'Meta', en referencia al metaverso.
Hablamos en la Maldita Twitchería con expertos y expertas que nos cuentan en qué momento de desarrollo se encuentra la tecnología que permite este mundo plenamente virtual y qué consecuencias e implicaciones tiene para nuestra vida.
Un cambio de nombre en un momento delicado
Para Michael McLoughlin, periodista de Tecnología en El Confidencial, "Facebook ha intentado adelantarse al resto de actores, pues usando 'Meta' deja abierta la puerta a lo que venga y, además, permite que se identifique a la empresa rápidamente cuando hablemos del metaverso". Añade que "este cambio se venía cocinando desde hace tiempo, pero creo que lo han acelerado para intentar mitigar toda la crisis reputacional que se les ha venido encima con las filtraciones de su extrabajadora Frances Haugen".
"Ahora queda por ver cómo se va desarrollando esta tecnología, pero yo no me imagino reunirme con mis compañeros de trabajo con estos avatares y estos entornos que muestra Zuckerberg en el vídeo de presentación", comenta McLoughlin. En cuanto a si este movimiento va a tener efecto para paliar las últimas noticias, el periodista apunta que "no hay que olvidar que Facebook es algo muy, muy grande, y en muchos países, también sinónimo de Internet, por no hablar de que es dueña de WhatsApp e Instagram".
Con este movimiento, Facebook intenta encabezar el metaverso
Desde el mundo de los videojuegos, Carlos Bolívar, de Distrito Metaverso, remarca que el metaverso "no es algo que haya inventado Facebook, porque existía de antes, solo que están poniendo su bandera intentando encabezarlo". "Los metaversos en sí no dejan de ser mundos paralelos con nuestra representación en forma de avatar con sus propias reglas propias, al estilo de Second Life o incluso Fornite, donde ya puedes ir a ver un concierto dentro del propio videojuego", añade Bolívar.
El experto en videojuegos comenta que "muchas tecnologías convergen en el metaverso: la inteligencia artificial, la realidad aumentada o la realidad virtual, porque el verdadero paso que da el metaverso es aunar todas estas herramientas para ofrecer un entorno totalmente inmersivo, un lugar al que teletransportarte". Puedes leer más información al respecto en este artículo.
Estudiar las posibilidades del metaverso para saber poner límites éticos
Ana Tajadura-Jiménez, doctora en Acústica aplicada e investigadora en realidad aumentada y percepción sensorial, explica que "hay que tener en cuenta los factores éticos alrededor de tecnologías como el metaverso, que permiten crear experiencias inmersivas que a veces dificultan la separación entre lo que está bien hacer o no".
"También sucede que, al no saber la gente quién soy y no conocerme, los usuarios se puedan permitir hacer cosas que en el mundo real no harían o tener la apariencia que quieran, y aunque sea positivo porque eliminas las restricciones culturales o sociales y exploras tu identidad, también traen sus peligros, que es lo que intentamos discernir desde la investigación científica", especifica Tajadura-Jiménez.
"Imaginarnos este futuro como Ready Player One es prácticamente imposible"
"La idea de que vamos a tener avatares y nos reuniremos a través del mundo digital no es nada nuevo y ya existía, por lo que la novedad, en tal caso, será tener la tecnología para juntar todo lo que ya poseemos, como las aplicaciones de videollamadas, los videojuegos o la realidad virtual", comienza Alberto Murcia, profesor de filosofía de la Universidad Carlos III de Madrid y la ESIC, además de investigador del impacto cultural de los videojuegos.
"Imaginarnos este futuro como Ready Player One o Snow Crash es muy bonito, pero llevarlo a la práctica es prácticamente imposible en cuanto a herramientas y plataformas tecnológicas que permitan participar en todo, porque esto ya lo estamos viendo en los propios videojuegos donde existen problemas de compatibilidad entre las diversas videoconsolas", comenta Murcia.
Para el investigador, la cuestión fundamental de la tecnología que viene es que si queremos un metaverso cuya tecnología se sustente en estándares abiertos y libres como lo es el protocolo HTTP que permite la web, o serán múltiples ecosistemas cerrados donde cada uno tiene lo suyo", apostilla.