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MALDITA TECNOLOGÍA

Escrituras de casas en blockchain, enlaces con rastreadores y donaciones a través de vídeos: llega el 69º consultorio de Maldita Tecnología

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¡Hola, malditas y malditos! Volvemos, como cada martes, con las respuestas a las preguntas tecnológicas que nos habéis hecho llegar. En esta ocasión, os hablamos de por qué algunos enlaces son tan largos y contienen palabras como “google” en ellos; sobre el uso de la cadena de bloques (o blockchain) en el registro catastral; y de la recaudación de dinero solidario a partir de visualizaciones de vídeo. 

Recordad que siempre nos podéis enviar vuestras dudas tecnológicas al correo [email protected], completando este formulario o enviándonos un mensaje a nuestro Twitter, a Facebook o a nuestro bot de WhatsApp: +34 644 229 319.

¿Por qué algunos enlaces son tan largos y qué significa cuando llevan palabras como “google” o “twitter” en ellos?

Dependiendo de cómo elijas compartir una noticia que te ha interesado, te puedes encontrar con que el enlace que copias y pegas es larguísimo, con muchos caracteres especiales (como ?, & o =) y que, además, contiene palabras como “Twitter” o “WhatsApp”, a pesar de que lo que se cuenta en ella no tiene nada que ver con estas dos aplicaciones. Entonces, ¿por qué aparecen?

Son lo que se conoce técnicamente como “parámetros de consulta”, como explica a Maldita.es Pablo Hinojosa, un maldito que nos ha prestado sus superpoderes dedicado a la ingeniería de software: “Nacieron como método para poder decirle al servidor web (el que te muestra la página que quieres visitar) algunos parámetros de información, para saber cómo mostrarte el contenido”, prosigue. Por ejemplo, si estamos visitando una tienda online y dentro del mismo producto hay varios modelos o colores, estos parámetros le indican al servidor cuál mostrar exactamente.

Pero este sistema ha evolucionado y también se utiliza para saber de dónde proviene la visita a la página, de ahí a que aparezcan los nombres de las aplicaciones. Comúnmente, se utilizan los parámetros UTM (Urchin Tracking Module), creados por Google Analytics, la principal herramienta de seguimiento, rastreo y estadísticas para páginas web, usada en el 70% de las páginas más visitadas en Internet, según una investigación de The Markup

Estos parámetros sirven para saber el origen de la visita, si ha sido compartido y por qué medio, si proviene de una búsqueda de Google y con qué palabras se ha buscado, o si pertenece a una campaña de márketing específica. Por ejemplo, si has buscado una noticia a través de Google, al final del enlace del periódico al que accedas se podría añadir que llegas porque vienes del buscador (&utm_source=Google) y porque has buscado un término específico (&utm_term=volcan).

Un ejemplo de un enlace con rastreadores de "parámetros de consulta".

¿Por qué les interesa a las páginas web? Principalmente, para conocer cómo ha llegado un usuario hasta ellas. En el caso de Maldita.es, por ejemplo, nos sirve para saber dónde nos están leyendo más los malditos y las malditas: si llegan a estos artículos desde una plataforma u otra. De ese modo, podemos saber dónde tenemos que fomentar más nuestras redes o dónde podemos hacer hincapié.

Pero no sólo es una característica de Google Analytics. Facebook o Instagram, por ejemplo, también tienen sus propios medidores, por lo que si visitas una tienda que has visto en alguna de estas redes sociales, se suele añadir, en vez del parámetro UTM, fbclid, que informa a la página que vienes de Facebook, o igshid, si provienes de Instagram. También lo incluyen los contenidos de las newsletters a las que nos apuntamos: si abres un artículo directamente desde el correo electrónico, lo más probable es que el enlace incluya detalles como el tipo de campaña que es, el tema del artículo, el nombre del medio, etc.

Si bien a través de estos enlaces no se envía información personal o sensible, sí que permite a los propietarios del sitio en cuestión conocer algunos detalles de nuestra actividad online, por ejemplo, desde dónde llegamos a sus enlaces. “Los parámetros que te dicen la red social o el programa por dónde ha llegado te permiten conocer ciertos aspectos de la persona, o si es un código de referido [aquellos que te ofrecen algún descuento y una ganancia para la persona que te los da] puedes saber a través de quién ha conocido tu web”, comenta Hinojosa.

Si queremos eliminar este seguimiento de nuestra navegación podemos utilizar extensiones que nos protejan. Algunos ejemplos que recomiendan las organizaciones que incluimos en nuestro repositorio de alternativas digitales son uBlock Origin, un bloqueador de rastreadores y anuncios disponible para Firefox y Chrome que trae en sus listas una que elimina estos parámetros: se llama ‘AdGuard URL Tracking Protection’, y la podemos activar en Lista de filtros > Privacidad. También está ClearURLs, que funciona en ambos navegadores, y que es específica para borrar de los enlaces estos códigos de seguimiento.

¿Por qué no se usa blockchain para hacer registros públicos de catastros en vez de seguir usando escrituras en papel? 

A raíz de la erupción del volcán de La Palma, algunas personas se han preguntado si se podría usar ‘blockchain’ (o cadena de bloques) para el Registro del Catastro, y así asegurar que los documentos que certifican estas propiedades son siempre accesibles

La cadena de bloques, como ya te hemos explicado en Maldita.es, permite una descentralización de los datos, lo que supone una ventaja frente a los sistemas centralizados, pues no tiene un punto único de fallo ante catástrofes o errores informáticos. Es decir, que al no haber un único agente en una sola plataforma al cargo de una información, es más seguro. Pero, ¿es posible utilizar blockchain para el Registro Catastral? ¿Qué ventajas tendría? 

Sergio Carrasco, abogado especializado en ciberseguridad e ingeniero de telecomunicaciones, afirma a Maldita.es que “el blockchain como tal permitiría realizar determinadas inscripciones sin mayor problema, y desde el punto de vista técnico, no habría impedimentos para implementarlo”. 

Algo en lo que coincide José María de Fuentes, profesor titular del Computer Security Lab (COSEC) de la Universidad Carlos III de Madrid, que nos comenta que “el uso de la cadena de bloques puede ser una solución para evitar ese punto centralizado y añadir transparencia a la gestión de los datos”

No obstante, el investigador universitario nos señala tres consideraciones importantes. La primera, la gestión de la confianza: “El blockchain se basa en que todos los equipos (o algunos designados) que lo mantienen son responsables de la integridad de la información, habría que ver si sería suficiente con que las entidades a cargo del catastro fueran las designadas”.

La segunda, la privacidad: “No toda la información catastral ha de ser visible por cualquiera, por lo que habría que diseñar un esquema de control de acceso para asegurar que sólo personas autorizadas pueden llegar a ciertos datos”, prosigue De Fuentes. La tercera radica en las alternativas: “Esta tecnología no es la panacea ni la solución para todos nuestros problemas, nosotros mismos hemos analizado la conveniencia de usar blockchain en algunos entornos, y hemos visto que una pequeña proporción de trabajos científicos no cumplen con los criterios que indican la necesidad de una cadena de bloques”. Cita a Bruce Schneier, reputado experto en ciberseguridad, que en un artículo de 2019 concluía que, normalmente, una cadena de bloques no resolvía los problemas que creíamos que solucionaba, sino aquellos que no teníamos

Es algo en lo que coincide Carrasco, ya que todo depende de “la cadena de bloques utilizada, pues no es lo mismo utilizar la red principal de Ethereum [una de las criptomonedas más famosas], que una que gestione la misma entidad propietaria del Registro Catastral y que tendría el control sobre la misma. En este caso, tendría mucha más lógica desarrollar un sistema clásico”. Es decir, un servidor centralizado con los registros, como puede tener cualquier administración.

El empleo de la tecnología blockchain para descentralizar y asegurar la información del Registro Catastral (o de cualquier fuente de información administrativa) no es un sistema que se haya evaluado a día de hoy con estos fines y por ello no es una solución práctica, como nos han comentado los expertos consultados. Igual que no lo es a día de hoy el utilizar esta tecnología para poder votar de forma electrónica. Es “un debate abierto en el que no hay una respuesta clara, en el que también hay que contar con las consideraciones jurídicas”, como finaliza de Fuentes.

¿Puede una campaña benéfica recaudar dinero de forma online a partir de los visionados de un vídeo? ¿Cómo se genera el dinero que luego se dona si no?

Si eres usuario de redes sociales o canales de mensajería como WhatsApp, en algún momento te habrás topado con un mensaje que te anima a ver un vídeo porque supuestamente, sólo con verlo, estarás donando dinero a una causa benéfica. En este caso, también nos habéis preguntado por campañas solidarias que dicen ganar dinero por “cada escucha” que se haga de forma online. Pero ¿puede una campaña benéfica recaudar dinero de manera online a partir de las visualizaciones de un vídeo?

Hay formas de recaudar fondos a través de la visualización de vídeos en plataformas, pero no de forma directa: “No se puede establecer de manera predeterminada que por la mera visualización de un vídeo se realice ninguna transacción económica a ningún destinatario”, asegura nuestro maldito José Antonio Rodríguez, periodista, analista de Datos y experto en Investigación en el entorno Digital que nos ha prestado sus superpoderes. Es decir, que el mero hecho de ver un vídeo no moviliza el dinero automáticamente, no existe esa funcionalidad.

Entonces, ¿cómo se puede recaudar fondos a través de vídeos? Por ejemplo, “existe la forma de crear canales de YouTube y monetizarlos”, explica Carmen Ramírez, técnico de Marketing online y también una de nuestras malditas. Y no sólo con YouTube, esto puede hacerse también con otras plataformas y redes sociales como Facebook, Instagram, Twitch o TikTok. A eso se dedican los creadores de contenido.

Cada plataforma tiene sus vías para que esos creadores puedan monetizar sus vídeos, aunque funciona de manera similar en todas ellas, como ya os contamos en el caso de TikTok. En YouTube, como afirma Carmen Ramírez, si cumplimos con un mínimo de suscriptores y de impacto, la plataforma puede pagarnos en función del número de visitas que generemos.

Otra posibilidad para recaudar fondos a partir de vídeos es la de habilitar una opción para hacer donaciones directamente, pero ya no dependen de las visualizaciones, sino de que el usuario haga una donación de manera activa, “a través de la pasarela de su banco o de cualquier app homologada de pagos”, señala Rodríguez. Hablamos, por ejemplo, de YouTube Giving, una herramienta con la que los creadores de contenidos pueden habilitar un botón para que los usuarios hagan efectiva una donación por una cantidad de dinero concreta clicando encima. Esta opción no está disponible para canales creados en España.

TikTok también “está probando una funcionalidad que consiste en insertar en los vídeos un sticker para recaudar fondos para organizaciones benéficas”, afirma Rodríguez, pero de momento es una funcionalidad que están “experimentando con creadores de contenido con grandes comunidades de seguidores, pero está en fase exploratoria”, añade.

En definitiva, por el mero hecho de visualizar un vídeo en una plataforma no se hacen donaciones directas de cuantías fijas, y tampoco hay mecanismos por los cuales ver un vídeo y nada más pueda generar dinero para una causa. Sí hay otras formas de donar a través de campañas en plataformas, pero esta no es una de ellas.

Para Rodríguez, “cualquier mensaje con un vídeo, o cualquier otro contenido, que recibamos con la ‘promesa’ de que viendo el vídeo y compartiéndolo con nuestros contactos está contribuyendo, de forma automática, a una causa es rotundamente falso”, y añade que “tras esas cadenas de mensajes hay un fraude en potencia o un posible ataque para robar datos de usuarios”. Es decir, incluso podríamos estar ante un caso de phishing.

¡Un segundito más!

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Si tenéis cualquier duda sobre esta información o cualquier otra relacionada con la manera de la que te relacionas con todo lo digital, háznosla llegar:

En este artículo han colaborado con sus superpoderes l@s maldit@s Pablo Hinojosa, ingeniero de software; José María de Fuentes, especialista en seguridad informática; José Antonio Rodríguez, analista de datos; y Carmen Ramírez González, técnico de márketing online.

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