Desde hace unas semanas circulan varios contenidos que alertan sobre "la nueva política de Instagram" y cómo supuestamente la red social ha incluido que registra nuestras reacciones faciales a través de la cámara y comparte esos y otros datos con empresas. Antes también se había viralizado que con las nuevas condiciones Instagram vetaba el contenido sexual de la plataforma y que se coordinaran encuentros sexuales en ella.
Sin embargo, en la última versión de la Política de datos de Instagram, actualizada en agosto de 2020 y no el 20 de diciembre como afirman los contenidos virales, no se hace ninguna referencia nueva a que se use la cámara para analizar nuestras reacciones faciales y tampoco que se hayan incorporado funciones de reconocimiento facial. Aquí os explicamos lo que sabemos sobre si Instagram accede a la cámara del móvil sin permiso.
El 20 de diciembre se actualizaron las Condiciones de Uso y no la Política de Datos
Como os explicamos en otro artículo sobre las nuevas condiciones de Instagram, lo que actualizó la red social en diciembre fueron las Condiciones de Uso y no la Política de datos, que se modificó por última vez el 18 de agosto de 2020.
Aceptar las Condiciones de Uso al final implica acceder también a la Política de datos o las Normas comunitarias, donde Instagram (y Facebook, la empresa propietaria) explican qué contenido puede publicarse y cuál no. Sin embargo, no tienen por qué actualizarse a la vez y que haya cambios en uno de los documentos no significa que cambien todos.
En los contenidos que circulan se confunden la Política de Datos con las Condiciones de Uso, que es el apartado en el que se especifican cosas como que te comprometes a no publicar contenido ilegal si no quieres que te suspendan la cuenta, que tienes al menos 14 años o que le das una especie de licencia a Instagram para que puedan compartir tu contenido y mostrárselo a otras personas, por ejemplo.
Todo lo que tiene que ver con la recolección y uso de datos personales se encuentra en la Política de datos de Instagram, la misma de Facebook. Ambas redes sociales recogen una cantidad ingente de datos de los usuarios que pueden hasta cierto punto compartir entre ellas, pero es algo que lleva ocurriendo años, que no aparece con los nuevos cambios.
Instagram todavía no tiene funciones de reconocimiento facial, pero Facebook sí
En la Política de datos de Instagram se hace mención al reconocimiento facial porque comparte el mismo texto con Facebook, que compró la red social en 2012. Facebook sí que tiene funciones de reconocimiento facial para identificar a los usuarios en las fotos y sugerir a ellos y a sus amigos que se etiqueten en las fotos. En Facebook también aseguran que esta función sirve para evitar casos de suplantación de identidad. Instagram, por otra parte, no lo tiene activo todavía, según su Política de datos:
Aunque no esté activa en Instagram todavía, en Facebook se puede activar o desactivar según prefiramos. Para hacerlo vamos al menú "Configuración y Privacidad" > "Configuración" > "Reconocimiento facial". Ahí podremos marcar "sí" o "no" a la pregunta "¿Quieres que Facebook pueda reconocerte en las fotos y los vídeos?".
Las menciones al uso de la cámara y otros datos en la Política de datos de Instagram
Los contenidos que circulan no solo hablan de que la plataforma "registra y analiza" todo lo que se ve por la cámara de nuestro móvil, sino que también dicen que mucha gente está dejando de usar Instagram porque "estudian todo lo que miras en tu pantalla y durante cuanto tiempo" y "copian" tu libreta de direcciones o el historial de SMS. En un vídeo que circula salido de TikTok también se denuncia que se comprueba cómo movemos el ratón por la pantalla en un ordenador o cómo hacemos scroll en el móvil (cómo desplazamos la pantalla hacia abajo para ver más publicaciones).
Las afirmaciones sobre la cámara no aparecen en la Política de datos, pero el resto de datos que se mencionan sí que se registran. Lo que no es preciso es que algunos datos los damos de manera involuntaria y otros requieren nuestro permiso.
Por ejemplo, es cierto que Instagram registra muchos datos de nuestros dispositivos y nuestra interacción con ellos, como cuánto tiempo pasamos en la plataforma o con qué contenidos interactuamos más (aunque eso no signifique que grabe tu pantalla). También registra cómo nos desplazamos por la plataforma, ya sea con el ordenador o con el móvil, pero no es una función nueva.
Eso sí, no tienen acceso a nuestros contactos si no lo permitimos. En marzo de 2020 ya mencionamos en este artículo que si elegimos sincronizar nuestros contactos con la red social, pueden tener acceso a los contactos a los que llamamos o con los que intercambiamos SMS. Esta opción lleva presente en la Política de Privacidad al menos desde 2018. Facebook explica aquí cómo subir nuestros contactos desde el móvil y cómo usan esa información para sugerirte amigos o gente cercana en sus redes.
Sobre el uso de la cámara, lo que dicen Instagram y Facebook en la Política de datos es que tienen acceso a ella para ver el contenido que subimos (grabar las imágenes) y también registrar qué tipo de filtros utilizamos o cómo nos colocamos, por ejemplo. Sí que utilizan al dedillo toda la información que puedan extraer sobre su uso: cuánto la usamos, cuántas veces la abrimos, qué filtros elegimos, con qué la decoramos, etc.
Bajo la normativa europea de protección de datos, acceder a la cámara de un dispositivo sin el permiso del usuario conllevaría una multa de millones de euros. Lo que sí que podemos hacer es limitar los permisos que damos a Instagram o a Facebook desde nuestro móvil y si por ejemplo no vamos a usar la cámara de la aplicación, desactivar el acceso. Aquí te hablamos de cómo funcionan los permisos.
Esta recogida de datos lleva haciéndose desde hace años y también está presente en las políticas de privacidad
Este tipo de datos llevan apareciendo en las políticas de privacidad años, pero el público general no se da cuenta de ello hasta que un día le da por leer el documento en cuestión o empiezan a circular en redes sociales o medios afirmaciones sobre la red social en cuestión.
Por ejemplo, en 2017 ya se incluía en la Política de datos de Facebook que podían registrar nuestra agenda de contactos si la sincronizábamos con la red social. Y en 2018, cuando se actualizaron las políticas de privacidad para ajustarlas al Reglamento General de Protección de Datos europeo, se incluyó de forma más específica que comprobaban cómo desplazamos el ratón o la pantalla en el móvil para detectar movimientos inorgánicos (es decir, procedentes de bots). Algunos medios se hicieron eco entonces.
El problema sigue siendo que aceptamos todas las condiciones siempre sin leerlas primero y por eso cada cierto tiempo salta la alarma con los datos que registra una plataforma. Pasó recientemente con la Política de Privacidad de WhatsApp. También ocurre por el desconocimiento general hacia la cantidad de datos que se extraen sin saberlo. La única solución pasa por dedicar tiempo a leernos estos documentos y ganar consciencia de todos los datos que entregamos al subir una foto o usar una red social.