El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa grave y sin cura conocida a día de hoy que, en España, ya afecta a más de 1.200.000 personas, según la Confederación Española de Alzhéimer (aunque la Sociedad Española de Neurología da una cifra algo distinta, 800.000 en 2019). Desde 1994, el 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzhéimer, instituido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y auspiciado por Alzheimer's Disease Internacional (ADI). Hoy os contamos algunos de los mitos y bulos que se mueven entorno a esta enfermedad.
No, el alzhéimer no se cura con una dieta específica
Nos habéis preguntado por un mensaje en el que se asegura que es posible revertir los efectos del alzhéimer si se elimina el gluten, se reducen los carbohidratos, se aumentan las proteínas y se toman suplementos de vitaminas y minerales. No es cierto. Desafortunadamente, a día de hoy el alzhéimer no tiene cura, ni con fármacos ni con cambios en el estilo de vida (lo que incluye la dieta).
Lo que sí se ha demostrado es que la alimentación tiene un papel importante en la prevención de la enfermedad y para frenar su avance. Tal y como explica el nutricionista Aitor Sánchez García en su blog Mi Dieta Cojea, el deterioro de las funciones cerebrales está causado por la pérdida de la sinapsis neuronal, que es la conexión y envío de información de unas neuronas a otras. Esa sinapsis se produce gracias a las membranas neuronales, formadas por unos componentes llamado fosfolípidos.
Algunas investigaciones sugieren que determinados tipos de alimentación saludable (lo que llamamos la dieta mediterránea) así como una alta actividad física favorecen la formación de esos fosfolípidos, previniendo y ralentizando el proceso degenerativo del cerebro que supone el alzhéimer. Eso no quiere decir que pueda revertirlo, solo que puede frenarlo. Os lo contamos aquí.
No, la vacuna de la gripe no aumenta el riesgo de alzhéimer
También nos habéis preguntado por una imagen en la que se afirma que si una persona recibe cinco vacunaciones de gripe a lo largo de su vida, el riesgo de padecer alzhéimer aumenta un 600% debido al contenido de aluminio de la vacuna.
Tal y como explicamos aquí, el bulo nació por unas declaraciones del doctor Hugh Fudenberg (al que se le retiró la licencia) en la primera conferencia internacional de vacunación en 1997, y repetidas por el presentador Bill Maher en el programa de Larry King en 2005.
Pero no hay ningún estudio científico publicado en ninguna revista que sostenga esa afirmación. Sin embargo, sí que hay estudios que sostienen que la vacuna de la gripe tendría un efecto protector ante el alzhéimer.
No, la ozonoterapia no cura el alzhéimer
La ozonoterapia consiste en insuflar gas de ozono en el interior del paciente, a menudo por vía rectal o vaginal, con la promesa de que ayuda a curar enfermedades como el SIDA, el cáncer o enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o la esclerosis múltiple. ¿Esto tiene algún sentido? No, se trata de una pseudoterapia sin base científica.
Está basada en la idea de que todas estas patologías están causadas por una deficiencia de oxígeno en los tejidos y que al insuflar ozono (un gas cuyas moléculas están compuestas por tres átomos de oxígeno) se destruyen las células tumorales, se eliminan los patógenos y se estimula el metabolismo.
No hay evidencias de que insuflar ozono tenga los efectos que se le atribuyen. La FDA (la Administración estadounidense de alimentos y medicamentos) no lo reconoce como tratamiento y explica que "para que sea eficaz como germicida, debe aplicarse en una concentración mucho mayor de la que puede ser tolerada por el hombre y los animales". Puedes consultar más información al respecto aquí.
No, los cubos de caldo para cocinar no son "veneno para tu organismo" y no hay evidencias de que causen alzhéimer
Circulan por las redes algunos posts en los que se advierte del supuesto riesgo para la salud de los cubos de caldo concentrados para cocinar, entre otras cosas, porque su consumo está relacionado con el alzhéimer. El ingrediente culpable de esos riesgos, según los autores de esos posts, sería el glutamato monosódico, del que ya hemos hablado en Maldita Ciencia.
La relación entre el glutamato con el alzhéimer no se ha confirmado con evidencias y resultados de estudios científicos. Un informe de la FDA de 1995 ya recogía que, si bien el metabolismo endógeno del glutamato se ha asociado a algunas enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, no hay evidencia de que el glutamato monosódico que procede de la alimentación contribuya a cambios en la química cerebral.
En 2017 la EFSA publicaba una reevaluación sobre el ingrediente y recogía que el posible daño cerebral se produce cuando este es liberado por las propias células del cerebro, pero que si se obtiene a partir de los alimentos, no pasa directamente de la sangre al cerebro, sino que tiene que atravesar la barrera hematoencefálica, y eso no es fácil. En Maldita Ciencia te explicamos el resto de razones por las que sabemos que no hay evidencias de que los cubos de caldo para cocinar causen alzhéimer.
La tecnología 5G tampoco está relacionada con el alzhéimer
El 5G, la quinta generación de tecnologías de la telefonía móvil, sustituirá al 4G en algún momento. De momento está en fase experimental pero en algunos sectores ya empieza a generar recelos y achacarle males como alzhéimer, cáncer, diabetes...
Ya os explicamos en este texto que no existen evidencias de que los móviles ni el wifi produzcan cáncer ni otras enfermedades. Alberto Nájera, físico y profesor de Radiología y Medicina Física en la Facultad de Medicina de la Universidad de Castilla–La Mancha, indicaba en Maldita Ciencia que "no hay ninguna evidencia" de que el 5G produzca las enfermedades y efectos adversos en la salud que los 'anti-5G' sostienen.
¿Qué sabemos sobre el "medicamento contra el alzhéimer" que supuestamente ocultó la farmacéutica Pfizer?
Se trata de una noticia científica que causó cierta polémica y por la que nos preguntasteis: una exclusiva de The Washington Post según la cual la farmacéutica Pfizer habría ocultado que uno de sus medicamentos, un antiinflamatorio llamado Enbrel, había mostrado indicios de ser eficaz en la prevención de alzhéimer, como ya os contamos en Maldita Ciencia.
Para empezar, efectivamente esta información fue una exclusiva de The Washington Post y fueron sus datos los únicos publicados, junto con las respuestas aportadas por la empresa a ese mismo medio, que replicaron medios de todo el mundo, incluidos algunos españoles.
Esos datos fueron los siguientes: que en 2015, revisando miles de expedientes de seguros médicos, investigadores de la compañía se dieron cuenta de que el consumo de Enbrel parecía reducir el riesgo de desarrollar alzhéimer en un 64%. El dato salía de una recopilación estadística de datos médicos, no de un estudio hecho para analizar este posible efecto.
Se ha comprobado que las nueces tienen un efecto protector ante el alzhéimer (de momento en ratones)
También os explicábamos que sí que existen evidencias de que el consumo a largo plazo de nueces, dentro de una dieta saludable en su conjunto, puede ser beneficioso para el cerebro.
"Estamos ante un alimento con numerosos ácidos grasos como el Omega 3 y 6 que son beneficiosos para nuestro organismo por sus acciones cardioprotectoras y antiinflamatorias. Además, entre sus compuestos existen numerosos minerales y micronutrientes como el fósforo y el magnesio, que son necesarios tanto para las funciones celulares como metabólicas", explicaba a Maldita Ciencia Sevi González, dietista-nutricionista y maldito que nos ha prestado sus superpoderes. "Es cierto que ayudan a prevenir la falta de memoria e incluso a mejorarla, además de ser positiva para la prevención de alzhéimer(en modelos con ratones)", añadía.
Por otro lado, al hablar sobre la típica copita de vino diaria (que no es saludable ni recomendable), también lo hacíamos sobre uno de las sustancias componentes de esta bebida, el resveratrol. Según varias investigaciones, el este podría tener efectos beneficiosos en el rejuvenecimiento celular, además de frente a algunos tipos de cáncer (como el de mama), a algunos trastornos neurológicos (como el alzhéimer), a problemas cardiovasculares y a diabetes, entre otras.
Sin embargo, esos resultados corresponden a estudios hechos con cultivos celulares y con ratones, pero nada de esto ha sido todavía comprobado en humanos. De hecho, los autores de esta última investigación, en la que se basan algunos de los artículos por los que nos habéis preguntado, en ningún momento recomiendan el consumo diario de vino.
No, el alzhéimer no se diagnostica a través de "pequeñas pruebas neurológicas" como proponen diferentes mensajes virales
Otra de las preguntas que nos habéis hecho sobre el alzhéimer y su diagnóstico procede de un mensaje viral que proponía "pequeñas pruebas neurológicas" para comprobar nuestra salud mental y saber si, en un futuro, podremos o no desarrollar esta enfermedad. Sin embargo, no existe ninguna evidencia científica que apunte a que estas sean útiles para tal objetivo: superar las pruebas propuestas por la cadena no tiene nada que ver con el diagnóstico de la enfermedad. De hecho, según los expertos, "no existe una evaluación única para determinar si una persona tiene alzhéimer".
Patricio Fuentes, profesor asociado de Neurología en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile especializado en neurología de adultos, señalaba en AFP que, como Maldita.es, forma parte del International Fact-checking Network (IFCN), que esta enfermedad “en su forma más típica y frecuente, inicia síntomas después de los 65 años, de modo que un rendimiento cognitivo normal a los 50 años no garantiza nada”.
Por su parte, Víctor Rodríguez, médico y académico del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de México (UNAM), afirmaba en el mismo medio que las pruebas propuestas tanto en la cadena de WhatsApp como en el post de Facebook "no son indicadores de que una persona pueda desarrollar o no esta enfermedad". Añadía que su diagnóstico es complejo y que solo se puede determinar de forma absoluta tras una autopsia.
Si quieres saber más sobre por qué no es cierto que el alzhéimer se diagnostique localizando letras y cifras a simple vista o descifrando mensajes en cuyas palabras las letras se encuentran desordenadas o se intercalan con números, puedes ampliar la información en Maldita Ciencia.
Algunos hábitos que ayudan a reducir el riesgo de desarrollar alzhéimer
Ya hemos hablado de que unos hábitos alimenticios saludables ayudan a reducir el riesgo de desarrollar alzhéimer. Esto no es lo único que podemos hacer para ayudar a mantener la salud de nuestro cerebro ante esta y otras enfermedades neurodegenerativas: darle al ejercicio físico un espacio en nuestra vida de forma constante, mantenernos socialmente activos y la mente en funcionamiento son otros buenos consejos, que explicamos con detalle aquí.
¿Qué otros bulos has oído sobre el alzheimer?
¿Conoces otros bulos sobre supuestas curas o formas de prevenir el alzhéimer? ¿Has leído sobre estudios y tratamientos y no sabes si fiarte? Si nos mandas un correo a [email protected] haremos lo que esté en nuestra mano para ayudarte a despejar esas dudas. Recuerda que nosotros no somos médicos ni profesionales de la salud, así que no podemos ayudarte con diagnósticos o tratamientos personales, pero sí podemos responder a tus preguntas sobre qué sabe la ciencia, y qué no, sobre los contenidos que te encuentres por internet.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Alberto Nájera, profesor de Radiología y Medicina Física en la Universidad de Castilla-La Mancha y codirector del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS).
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Primera fecha de publicación de este artículo: 21/09/2020