¡Viernes para todo el día y consultorio de Maldita Ciencia para que este empiece con buen pie! Seguimos con vuestras preguntas semanales, esta vez acerca de la relación entre el tabaco y la salud capilar, dormir con o sin ropa interior, el porqué de que algunas cabras se desmoronen antes un repentino susto y por qué el láser consigue borrar los tatuajes de la piel.
Déjanos adivinar… ¡Justo acabas de caer en una duda a la que le has dado mogollón de vueltas y que, por más que has bicheado, no has conseguido aclarar! Estás de suerte: ¿por qué no nos la envías? Prometemos hacer lo que esté en nuestra mano para darte la respuesta más acorde a la evidencia científica disponible. El cómo hacerlo es sencillísimo: puedes enviárnosla a través de Twitter, Facebook, correo electrónico ([email protected]) o a nuestro chatbot de WhatsApp (¡guárdate el número! +34 644 22 93 19).
¿Por qué hay cabras que se paralizan y caen al suelo cuando las asustan?
Quizás hayas visto algún vídeo viral de una o varias cabras que, al llevarse un buen susto, se desploman repentinamente, se ‘desmayan’. Si no, te dejamos por aquí un vídeo recopilatorio de diferentes casos, para que sepas a lo que nos referimos.
Si te fijas, las personas que aparecen en las imágenes hablan inglés y, si tienes buen oído, incluso puede que aprecies cierto acento estadounidense, y no es casualidad. La razón es que los animales que vemos caer al suelo paralizados tras un sobresalto o un susto son una variedad concreta de cabras estadounidense con una enfermedad congénita que les provoca rigidez muscular al intentar moverse.
La rigidez de estas cabras al ser sorprendidas se puede rastrear, al menos, hasta el estado de Tennessee (Estados Unidos) de comienzos del siglo XX. De ahí que la variedad se conozca como cabra desmayada de Tennessee, según indica en su web el Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido). Otros nombres por los que se las conoce son cabras miotónicas, de piernas rígidas, nerviosas o con patas de palo.
El adjetivo ‘miotónicas’ se debe a que presentan miotonía congénita, es decir, sufren de una relajación muscular lenta. Se trata de una condición hereditaria a causa de una mutación genética (concretamente del gen CLCN1).
Para huir de una posible amenaza, los animales se mueven, es decir, contraen y relajan los músculos voluntariamente. ¿Qué ocurre en el caso de este tipo de cabra? Que la relajación se retrasa, lo que deja los músculos rígidos e impide al animal moverse. Para poder moverse de nuevo, los músculos necesitan contraerse y relajarse de manera adecuada. Sin embargo, al no ‘funcionar’ correctamente este mecanismo, el animal no es capaz de desplazarse y puede caer desplomado al suelo.
La repentina rigidez de los músculos cuando el animal intenta huir hace que, a veces, se caiga. Por eso nos da la impresión de que se han desmayado del susto. Eso sí, la situación dura sólo entre 5 y 20 segundos y no hay daño duradero por la caída, salvo que sea desde una altura elevada, aclara el Museo de Historia Natural de Londres.
Esta patología también puede ocurrir en personas y se conoce como enfermedad de Thomsen. Sucede cuando la mutación se transmite de forma dominante, es decir, cuando es suficiente con que uno de los progenitores tenga la mutación para que ocurra este desajuste muscular. Si se da por una mutación autosómica recesiva, en la que sería necesario que los genes aportados por ambos progenitores tuviesen tal mutación para que se manifestase la miotonía, se conoce como enfermedad de Becker, que es más frecuente.
¿Está relacionado el tabaquismo con la calvicie y la salud capilar en general?
En Maldita.es hemos hablado largo y tendido sobre los problemas asociados al tabaquismo: tanto del consumo de cigarrillos como de alternativas similares, que se presentan como ‘menos insanas’ cuando, spoiler, no lo son. Esta semana nos habéis preguntado si, entre las consecuencias de un hábito tan perjudicial para la salud como este, también se encuentra el deterioro de la salud capilar y la pérdida de cabello. La respuesta, en este caso, es corta, sencilla y directa: sí.
“El tabaco sí que afecta bastante al cabello. Sobre todo acelera su envejecimiento. Eso es lo que está más estudiado”, explicaba a Maldita.es David Saceda, miembro del Grupo Español de Tricología de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV). “Acelera signos de envejecimiento como, por ejemplo, las canas”, añade.
“Los cambios causados por el humo del tabaco suelen manifestarse a partir de los 35 años y son directamente proporcionales al grado de consumo”, afirmaba en una revisión de estudios de 2008 publicada en la revista de la AEDV, Actas Dermosifiliográficas, el dermatólogo Just-Saboré. Como recoge la academia, el humo del cigarro entra en contacto directo con la cara y el cabello, lo que provoca, además de una piel reseca y sin luminosidad, un cabello con puntas quebradizas.
Además, el tabaquismo “también acelera la alopecia androgénica, más conocida como calvicie común, tanto la masculina como la femenina”, señala Saceda. Como explica el experto, esto sucede porque, en general, los pacientes que fuman tienen peor riego sanguíneo en el cuero cabelludo, coincidiendo con revisiones de estudios como este, publicado en el International Journal of Trichology: “Se cree que la alopecia androgenética es causada por factores gemelos de la herencia y los andrógenos. Otros factores, como los factores ambientales, también se consideran importantes, y se cree que fumar es uno de ellos”.
“También se destruye el colágeno, lo que se relaciona con raíces de cabello algo más enlentecidas. Eso es que, al final, el crecimiento capilar se retrasa, cada vez es más lento”, continúa Saceda. Por último, señala, “dado que en fumadores suele darse una caída más prematura del cabello, este no crece tanto: tienden a tener melenas más cortas, que es otro signo de envejecimiento”.
¿Es recomendable dormir con o sin ropa interior?
En su día ya explicamos si el pijama era o no un posible aliado para un descanso reparador y para nuestra salud (en definitiva, si había una recomendación oficial sobre si resultaba mejor o no irnos a la cama vestidos con nuestra propia ropa ‘de cama’). Esta semana habéis querido ir más allá, lo que nos parece estupendo, y habéis preguntado qué pasa en esta misma situación con la ropa interior: ¿Hay beneficios en dormir con ella o sin ella? A pesar de que no existe mucha evidencia al respecto, en hombres sería indistinto pero, en mujeres, sí podría ser recomendable utilizarla.
“En el caso de los hombres no existen ventajas en uno u otro sentido”, explica a Maldita.es Rosa María Cárdaba, enfermera especializada en ginecología y obstetricia y maldita que nos ha prestado sus superpoderes.
El porqué es que el riesgo de dormir de un modo u otro se encuentra en la posibilidad de que ocurran infecciones urinarias. “En el varón, con una uretra larga que atraviesa el pene en toda su longitud, [estas infecciones] no son frecuentes, ya que el recorrido desde el extremo exterior de la uretra hasta la vejiga es largo y, por tanto, el ascenso de gérmenes es difícil”
Ahora bien, por el contrario, en las mujeres la uretra es corta y su extremo está en mayor contacto con gérmenes (uno de los motivos por los que es recomendable orinar tras mantener relaciones sexuales). “El espacio entre la entrada a la uretra y la vagina o ano es corto. Por lo tanto, si una mujer duerme con ropa interior que le ajuste, puede evitar el ascenso de los gérmenes a la vejiga, ya que un pantalón de un pijama [en caso de llevarlo] es más holgado y se mueve más, permitiendo que los gérmenes pasen con más facilidad”, argumenta Cárdaba.
A pesar de que, como también explicamos en Maldita.es, el vello púbico cercano a los labios mayores de la mujer es una protección eficaz contra el ascenso de gérmenes “si la zona está depilada [y, además, no se utiliza ropa interior], el riesgo es mayor”, como recuerda la experta. Un estudio de la facultad de Medicina de la Universidad de Boston (Estados Unidos) publicado en la revista Journal of Lower Genital Tract Disease también concluye que la eliminación de todo el vello en la zona de las ingles por cualquier método (cuchilla, cera o láser) aumenta las probabilidades de sufrir vulvodinia (dolor severo, ardor y picazón de la vulva).
Cárdaba concluye que, en ambos casos, tanto en hombres como en mujeres, sería aconsejable que la ropa interior fuera de algodón. Aunque el color de esta prenda no influye en el riesgo de infecciones vulvovaginales, vestir ropa interior de tela sintética y llevarla demasiado apretada sí que puede favorecer ciertos problemas de salud como la candidiasis.
¿Cómo funciona el borrado de tatuajes con láser y qué relación tiene con el sistema inmunitario?
La cosa parece ir de dermatología (pelos y pieles a tutiplén). Nos explicamos: la última de las preguntas que nos habéis planteado a lo largo de estos días está relacionada con los tatuajes. En Maldita.es ya explicamos que son seguros (sus efectos adversos son excepcionales) y que los productos exfoliantes no tienen por qué estropearlos, además de que una mujer con un tatuaje en la zona lumbar sí puede recibir la epidural y que una persona tatuada, en general, pasados cuatro meses sí puede donar sangre. Ahora bien, sea porque ese tribal ya no hace tanta gracia como en los 2000 o porque el nombre de tu ex en el antebrazo empiece a mosquear a terceras personas, hay quienes se plantean eliminar la tinta de su piel. ¿Cómo funciona este proceso?
Lo primero que tenemos que tener claro es en qué consiste realmente un tatuaje. Este se dibuja en la piel inyectando gotas grandes de tinta en la dermis, la segunda capa de la piel. “Al ser partículas tan grandes, los macrófagos (un tipo de células del sistema inmunitario) no son capaces de eliminarlas. Por lo tanto, se quedan ahí: el tatuaje permanece”, explica a Maldita.es la dermatóloga estética miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Inés Escandell, que nos ha prestado sus superpoderes.
Para eliminar este dibujo, según la AEDV, el láser es la forma más eficaz y segura. Este tratamiento debe realizarse siempre bajo control médico y a través de un tipo concreto de láser, llamado Q-Switched. Es el apropiado para estos casos ya que utiliza longitudes de onda (es decir, intervalos del espectro electromagnético) muy concretos que son capaces de destruir los pigmentos de color que conforman el tatuaje sin lesionar las estructuras cercanas. La clave está en que, a través de esta tecnología, se emite una alta intensidad de energía en muy poco tiempo (hablamos de nanosegundos, la milmillonésima parte de un segundo).
Aunque es cierto que esta luz también se absorbe moderadamente por la melanina de nuestra piel (la responsable del color de este órgano y del pelo), gracias a la fototermólisis selectiva puede dirigirse el láser específicamente a los pigmentos del tatuaje que quieren destruirse.
Foto… ¿qué? Fototermólisis selectiva. Para entendernos: se trata de llevar a cabo pequeñas ‘lesiones’ térmicas dirigidas a una sola ‘diana’; en este caso, los pigmentos que conforman el tatuaje, los diferentes colores. Esto se controla precisamente a través de la longitud de onda del láser utilizado, adaptándola a la que absorbe preferentemente el tejido seleccionado (y no sus alrededores). “Los láseres funcionan con los cromóforos, los responsables del color de las moléculas, que tienen una afinidad por una longitud de onda determinada”, señala Escandell. Es decir, cada longitud de onda utilizada ‘ataca’ y ‘borra’, un color. “Hay algunos más fáciles de eliminar, como el negro; y otros más difíciles, como el verde”, añade.
En contacto con el láser, las gotas de tinta se calientan y se fragmentan en otras mucho más pequeñas. De esta manera, los macrófagos sí pueden ‘hacerse con ellas’ y eliminarlas: “Lo que hacen es fagocitarlas, es decir, las introducen en su interior, viajan por los ganglios linfáticos y las presentan a los linfocitos (un tipo de glóbulos blancos que también forman parte del sistema inmunitario)”, explica la dermatóloga
Como explica Donís Muñoz, dermatólogo miembro de la AEDV, las sesiones de láser necesarias para eliminar un tatuaje al completo pueden oscilar entre 2 y 12, en función del grosor y de la profundidad de la capa de tinta que albergue. “No obstante, los factores que pueden influir son muy variados e impredecibles, tales como que el tatuaje sea amateur o profesional, el color empleado, la localización, el tamaño, su antigüedad, el color de la piel o ser fumador”, añade el experto. Entre sesión y sesión, “se recomienda dejar pasar, al menos, 6 u 8 semanas [...], con el fin de dar tiempo al organismo de eliminar el pigmento liberado por el láser, a la vez que ello permite la recuperación de la piel”, concluye.
Antes de despedirnos…
Como todas las semanas, llegados a este punto nos gustaría recordaros que estamos aquí para resolver todas las dudas y preguntas que tengáis respecto a información científica, pero que si lo que te inquieta tiene que ver con un diagnóstico, tratamiento o afección personal, lo único que podemos aconsejarte es que acudas a un profesional sanitario que conozca personalmente tu caso y pueda tratarte adecuadamente.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes las maldita Inés Escandell, dermatóloga, y Rosa María Cárdaba, enfermera especializada en ginecología y obstetricia, que forman parte de Superpoderosas, un proyecto de Maldita.es en colaboración con FECYT que busca aumentar la presencia de científicas y expertas en el discurso público a través de la colaboración en la lucha contra la desinformación.
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