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MALDITA CIENCIA

¿Paracetamol o ibuprofeno para las resacas?

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Aquí está otra vez Maldita.es resolviendo una pregunta relacionada con el alcohol. En este caso, con el día después de haberse pasado de frenada con las copas. Nos habéis preguntado esta semana si, en un escenario de resaca en el que recurrimos a medicamentos de andar por casa (para los que no hace falta receta), es mejor tomar un paracetamol o ibuprofeno. Chequeando los prospectos del ibuprofeno y del paracetamol, ambos sirven para el tratamiento del dolor de causa leve o moderada, como puede ser el típico dolor de cabeza. ¿Por cuál es mejor decantarse? Si vas a tomar alguno, mejor evita el paracetamol y toma un ibuprofeno.

Lo cierto es que ninguno de ellos está indicado concretamente para tratar las resacas. Una revisión sistemática publicada en la revista BMJ en 2005 analizó qué evidencia de efectividad tenían los remedios para la resaca que más se buscaban en internet por entonces. Entre estos remedios, se incluían alternativas tan variopintas como paquetes de hielo o miel, otras muy desaconsejables como seguir bebiendo diferentes alcoholes, sin olvidar fármacos como el ibuprofeno, el paracetamol o la aspirina.

A pesar de la variedad de los remedios buscados, el trabajo concluyó que no existía evidencia de que ninguna de las intervenciones analizadas fuese efectiva contra la resaca. Y repetían la cantinela que hemos dicho en artículos anteriores de Maldita.es: la manera más efectiva de evitar la resaca y sus síntomas es no beber.

Si, aun sabiendo que un fármaco no es un tratamiento para la resaca, quieres tomarlo, sin receta, para aliviar el dolor (por ejemplo, te has dado un coscorrón en la cabeza mientras bebías y ahora sufres de resaca más el dolor del golpe), es preferible que evites el paracetamol y, en su lugar, optes por el ibuprofeno.

Francisco Javier Otero, catedrático de Farmacología Farmacia, y Tecnología Farmacéutica en la Universidade de Santiago de Compostela, explica en The Conversation todo el proceso que ocurre en el organismo cuando tomamos una bebida alcohólica y por qué es mejor evitar el paracetamol tras una excesiva ingesta de alcohol. La clave está en que este fármaco se metaboliza en el hígado, el mismo órgano en el que también se metaboliza el etanol (el alcohol de las bebidas).

En un escenario de ‘trabajo’ normal para el hígado, el etanol se metaboliza gracias a las enzimas alcohol-deshidrogenasa (ADH) y se transforma en una molécula más manejable para el organismo. Pero cuando hay sobrecarga de trabajo tras beber en exceso, “esta enzima se satura y debe pedir ayuda a otra: la enzima CYP2E1”, precisa Otero.

La cuestión es que esta última enzima también participa en la metabolización del paracetamol, y lo hace dejando un metabolito que es tóxico para el organismo, el NAPQI. Cuando se genera en pequeñas cantidades, se ‘inactiva’ sin problemas y rápidamente en el hígado, pero cuando se acumula, puede generar daño en este órgano. Por todo ello, en los prospectos de paracetamol existen advertencias y contraindicaciones específicas de su uso para pacientes que consumen habitualmente alcohol. Además, hay bastante literatura científica (ejemplo 1 y 2) que ha estudiado los daños del paracetamol tras una ingesta importante de alcohol.

Entonces, ¿aconsejamos ibuprofeno, por descarte? ¡Pues no! Precisamente, hay razones para recomendar el ibuprofeno ante este escenario, gracias a que cuenta con una propiedad que no tiene el otro analgésico: es antiinflamatorio. Y esto es relevante porque cada vez se tienen más evidencias de que una ingesta excesiva de alcohol (y su posterior resaca) está asociada a un proceso inflamatorio en nuestro organismo, como muestra este artículo de 2020 publicado en la revista Journal of Clinical Medicine.

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), entre los que se encuentra el ibuprofeno, son eficaces para dolores de cabeza (recordemos ese coscorrón) o musculares y han demostrado ser más eficaces a la hora de reducir —que no evitar— algunos síntomas de la resaca en comparación con un placebo.

Es cierto, como reconoce Ortega, que el ibuprofeno puede provocar efectos adversos gastrointestinales, órganos que también se ven afectados tras beber alcohol en exceso, “pero estos no suelen ocurrir tras ingerir una única dosis adecuada de este antiinflamatorio, sino tras la toma continuada del mismo, cuando se emplean dosis muy elevadas”. De ahí que en los prospectos de ibuprofeno se recomienda tomarlo junto con las comidas para reducir la posibilidad de molestias en el estómago.

Por si te quedas con la duda aún después de leer este consultorio, te regalamos una rima mnemotécnica para los sufridores de resaca: noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno. Y muy importante: esta respuesta no sustituye a los consejos que te puede dar un profesional sanitario y en ningún caso estamos incentivando que consumas un fármaco u otro tras beber alcohol.

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