Crédito de la imagen destacada: Ilustración de DART aproximándose a su objetivo. NASA/Johns Hopkins APL
La trama de la película Don’t Look Up está inspirada en un hipotético cometa gigantesco que se aproxima a la Tierra y que, de no tomarse las medidas necesarias, arrasaría el planeta. Y como en muchas ocasiones, la realidad supera a la ficción: una misión de la NASA que está cerca de llegar a su objetivo comparte trama con la película de Jennifer Lawrence y Leonardo di Caprio.
Se trata de DART, una misión lanzada por la NASA en noviembre de 2021 cuyo objetivo es comprobar si es posible desplazar de su trayectoria a un asteroide provocando un impacto contra él.. Nada menos que el primer ensayo de defensa planetaria de la Tierra. Quién sabe si la historia de los dinosaurios hubiera sido diferente si hubiesen tenido una misión similar a la que ahora, 65 millones de años más tarde, diseñamos los humanos.
Qué es DART
DART (dardo, en inglés) son las siglas de Double Asteroid Redirection Test (Prueba de Redireccionamiento de Asteroide Doble). Es una misión conjunta de la NASA y el Laboratorio de Físicas Aplicadas (APL, siglas en inglés) de la Universidad Johns Hopkins en la que también participan otros centros de investigación, como la Agencia Espacial Italiana y el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC)
El objetivo de la misión es, en resumidas cuentas, impactar con un asteroide que tiene una trayectoria definida y, tras la colisión, observar si se ha conseguido desviar su ruta y cuánto.
No es la primera vez que la humanidad diseña una nave para llegar a un asteroide o cometa: la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) logró aterrizar en un cometa en noviembre de 2014, y la misión OSIRIS-Rex de la NASA tuvo un breve (pero provechoso) contacto con el asteroide Bennu en octubre de 2020 y traerá rocas de él a la Tierra en septiembre de 2023. Sin embargo, esta sí es la primera misión destinada a desviar la trayectoria de un cometa y, por tanto, el primer experimento de defensa planetaria de la historia.
La misión comenzó con su lanzamiento, el 24 de noviembre de 2021, a bordo de un cohete Falcon9 desde California (Estados Unidos). Su impacto está previsto para la 1:14 de la madrugada del 27 de septiembre de 2022 (hora CEST, peninsular española). La Tierra recibirá información del impacto unos 38 segundos después de que ocurra.
Dónde va a impactar: sistema binario Didymos
El asteroide escogido como ‘diana’ de la misión, en realidad, es un sistema binario llamado Didymos 65803, compuesto por un asteroide primario de 780 metros de diámetro y un pequeño asteroide ‘luna’ que lo orbita, llamado Dimorphos, con un tamaño de 160 metros de diámetro. En este vídeo del APL se puede ver una animación de los asteroides y su órbita respecto al Sol.
El sistema se encuentra a unos 11 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, por lo que se considera un objeto cercano a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés); y se mueve a una velocidad de 23 kilómetros por segundo (82.800 km/h).
El objetivo de DART es, precisamente, impactar contra Dimorphos, el pequeño de los dos asteroides. El satélite de la NASA mide unos 1,3 metros de alto; si se incluyen los paneles solares, la parte más extensa alcanza los 18 metros de largo, y la parte que impactará contra el asteroide pesa unos 570 kilogramos. En el momento del choque, DART alcanzará una velocidad de 6,1 kilómetros por segundo (21.960 km/h).
Aparte del ensamblaje principal, DART lleva consigo otros instrumentos y tecnologías, como LICIACube, un pequeño satélite diseñado por la Agencia Espacial Italiana que se encargará de tomar imágenes del impacto de DART y de cómo se verá Dimorphos tras el contacto; o NEXT-C, un motor de propulsión que funciona con electricidad y propelente (combustible para cohetes) de gas xenon.
Los equipos de la NASA y la Universidad Johns Hopkins afirman que este sistema binario de asteroides es “el candidato ideal” para un ensayo de defensa planetaria, a pesar de que no supone una amenaza para el planeta, puesto que su trayectoria no coincide en ningún punto con la de la Tierra. Con los resultados de esta prueba, se podrán diseñar estrategias de defensa planetaria en el caso de que se encuentre un objeto que sí sea un peligro. A todo esto, la NASA deja claro que no se conocen asteroides de más de 140 metros (tamaño de Dimorphos) con una posibilidad significativa de chocar contra la Tierra en los próximos 100 años.
Qué quiere comprobarse con el impacto de DART
Un buen resumen de la misión DART sería “vamos a dar una patada a un asteroide grandote, a ver qué pasa”. Pero no es una síntesis precisa en cuanto a los planes que la NASA y la Universidad Johns Hopkins han diseñado para ver si realmente DART ha sido efectivo.
Lo que intentaría conseguir la misión es ver si puede cambiar la trayectoria de un asteroide. En el sistema binario Didymos, el asteroide más pequeño, Dimorphos, completa una órbita al cuerpo más grande cada 11 horas y 55 minutos, contra el que se pretende impactar. Con la colisión de DART, lo que se busca es acortar este tiempo de órbita en varios minutos, aunque el equipo científico que ha diseñado la misión la considerará un éxito si se logra reducir esta órbita en 73 segundos. En este vídeo del APL se ilustra cómo quedaría el sistema después del contacto.