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Especialmente desde el inicio de la pandemia, en Maldita.es hemos hablado largo y tendido sobre sueño, pesadillas, hormonas involucradas en el descanso y las medidas que favorecen que este sea de calidad. Esta semana añadimos a la lista otra duda acerca del tema: ¿por qué a las personas mayores les cuesta más dormir durante la noche? Según explican los expertos consultados por Maldita.es, esta reducción puede estar relacionada con varios factores: cambios fisiológicos habituales con el paso de los años, modificaciones en las rutinas y patologías o trastornos del sueño más propios de esa edad.
Lo que seguro has comprobado en primera persona es que el sueño va cambiando a lo largo de la vida. Y, si no, piensa en los bebés, que duermen entre 14 y 17 horas diarias. “Las horas de sueño varían durante la infancia y la madurez. En las personas más mayores también es diferente debido, en gran parte, a la reducción progresiva de la hormona que favorece el sueño, la melatonina”, explica a Maldita.es Olga Mediano, neumóloga y coordinadora del área de sueño de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). La reducción en la síntesis de melatonina implica la alteración de nuestro reloj interno, que marca cuándo dormimos y cuándo estamos despiertos.
Mediano añade que, por norma general, las personas más mayores suelen salir menos de casa y la producción de melatonina está estrechamente ligada a la exposición a la luz solar. Por eso es importante, incluso aunque no pueda pasear por posibles dificultades físicas, que salgan: la luz inhibirá la melatonina durante el día, haciendo que la persona esté más activa, y hará que se sintetice por la noche, con la correspondiente presión de sueño.
Por otro lado, con la disminución de melatonina, la arquitectura del sueño cambia: “Se produce un predominio del sueño superficial, un mayor número de despertares durante la noche y un descenso del sueño profundo, el encargado de que descansemos más”, detalla Mediano. Además, ya no todas las horas de sueño se acumulan a lo largo de la noche, sino que se reparten a lo largo del día.
La disminución de actividad también hace que aumente el tiempo disponible para dormir y que haya menos cansancio por la noche, dificultando conciliar el sueño.
Otro de los factores que puede intervenir en el sueño de las personas mayores es la presencia de patologías más comunes en esa edad. Mediano menciona la ansiedad y la depresión, que influyen directamente en cómo duerme una persona: “La reducción de horas de sueño también se asocia a la presencia de dolor por patologías crónicas o condiciones asociadas a la edad: por ejemplo, hipertrofia de próstata en hombres, que hace que se levantan más veces a orinar durante la noche; o la menopausia y sus correspondientes sofocos en mujeres, que hacen que descansen peor”.
Aparte de los factores fisiológicos y las posibles patologías, existen trastornos del sueño más comunes según cumplimos años. Es el caso del insomnio patológico o la apnea obstructiva del sueño, caracterizada por paradas respiratorias debidas a la progresiva debilidad de la vía aérea superior y que interrumpen el sueño. “Si es el caso, debemos tratarlos, pues repercutirá directamente en la calidad de vida de la persona”, recuerda la experta.
Para tratar de mantener la mejor calidad y cantidad de sueño posible, su recomendación es instar a las personas más mayores a que continúen con las medidas higiénico-dietéticas de sueño, de las que ya hablamos en Maldita.es: exposición solar, práctica de ejercicio, mantenimiento de los horarios de sueño… Y, si se consumen fármacos para dormir, que sea siempre bajo prescripción médica.
Primera fecha de publicación de este artículo: 21/09/2021
