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"Me acaban de comentar que se ha puesto de moda entre los padres dar aspirina a sus hijos con COVID. Pensé que nunca tendría que decir esto pero no se da aspirina a los niños. No. Nunca. En ningún caso por vuestra cuenta". Con este mensaje advertía un usuario de Twitter sobre el uso de este medicamento en menores.
La aspirina, cuyo principio activo es el ácido acetilsalicílico, se utiliza para reducir el dolor y la fiebre. Sin embargo, este fármaco no está recomendado para niños y adolescentes menores de 16 años porque su uso se ha relacionado con el síndrome de Reye, una enfermedad poco frecuente pero grave que produce daños cerebrales y hepáticos y que afecta generalmente a los niños y adolescentes.
Por lo tanto, en el caso de que un niño con COVID-19 padezca síntomas como fiebre, lo más recomendable es que tome un medicamento antitérmico como el parecetamol o el ibropufeno, según los expertos consultados por Maldita.es.
La aspirina no está recomendada para niños y adolescentes menores de 16 años
La aspirina es un medicamento autorizado en mayores de 16 años como "analgésico, antitérmico y antiagregante plaquetario", según indica a Maldita.es Roi Piñeiro Pérez, miembro del Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Pero, como podemos leer en el prospecto del fármaco, la aspirina está contraindicada para menores de 16 años ya que el uso de ácido acetilsalicílico se ha relacionado con el síndrome de Reye. Es una enfermedad poco frecuente pero grave que afecta a órganos como el hígado y el cerebro "y presenta una elevada morbimortalidad", según Piñeiro. De hecho, la aspirina infantil no se comercializa desde 2003 por su vínculo con este síndrome, como podemos leer en este comunicado de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
"No se conoce la causa exacta del síndrome de Reye, ni tampoco por qué afecta más a los niños. Se ha asociado a la toma de ácido acetilsalicílico durante una enfermedad vírica (generalmente varicela o gripe) o un proceso febril (...) También se ha postulado que el origen del síndrome de Reye pueda ser una respuesta anormal del organismo a una infección vírica", explica Piñeiro.
Guadalupe Fontán, enfermera del Instituto de Investigación del Consejo General de Enfermería, añade que esta enfermedad afecta fundamentamente a niños de entre 2 y 12 años.
Piñeiro apunta que se permite el uso "excepcional" de este medicamento en menores de 16 años en situaciones en las que no se dispone de una alternativa terapéutica autorizada para un determinado paciente. Es el caso de niños con artritis idiopática juvenil o con la Enfermedad de Kawasaki. Pero señala que "el tratamiento de la COVID-19 no es una de esas situaciones".
Se recomienda el paracetamol o el ibuprofeno para tratar los síntomas de la COVID-19 en niños
Como ya os explicamos en Maldita.es, los niños enferman de COVID-19 con menor gravedad que los adultos. "Lo habitual es que los niños pasen la infección de forma leve o asintomática y son pocos los casos que necesitan hospitalización o una unidad de cuidados intensivos pediátricos, por eso la gran mayoría de los niños pasan la enfermedad en casa con sus padres o cuidadores", expone Fontán.
Según recogen los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU, los síntomas más comunes de la COVID-19 en niños son fiebre, tos, congestión nasal, pérdida del olfato o el gusto, dolor de garganta, dificultad para respirar, diarrea, náuseas o vómitos, dolores estomacales, cansancio, dolor de cabeza, dolores musculares y falta de apetito o mala alimentación.
Para aliviar estos síntomas habituales, la enfermera indica que se pueden utilizar medicamentos antitérmicos como el paracetamol "cada 6-8 horas con la dosis habitual por peso del niño/niña, incluso se puede dar cada 4 horas en caso de fiebre persistente".
En esta misma línea, Piñeiro afirma que para el tratamiento sintomático de la COVID-19 en pediatría existen medicamentos con un perfil de seguridad "mejor" que la aspirina, como el paracetamol o el ibuprofeno.
Además, Fontán aconseja vigilar el estado general del niño. Y recomienda que nos pongamos en contacto telefónico con un profesional sanitario (pediatra o enfermera pediátrica) para identificar los signos de alarma y evitar hospitalizaciones, tales como dificultad para respirar, mal control de la fiebre, deshidratación, irritabilidad inconsolable, diarrea intensa o que vomiten todo lo que comen o beben.
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