Nos habéis preguntado por un post de Facebook que hace una serie de afirmaciones sobre la pandemia, el virus SARS-CoV-2, la COVID-19 y otras cosas relacionadas con la crisis sanitaria actual. Os contamos lo que sabemos sobre ellas.
Los test PCR sí detectan específicamente el SARS-CoV-2 y, con ello, la COVID-19
La imagen afirma que "los test PCR no detectan COVID-19" y que estos "detectan 200 nucleótidos de los 30.000 que tendría el virus". Sin embargo, en Maldita Ciencia ya hemos explicado cómo funciona una prueba PCR y por qué las que se utilizan actualmente sí son específicas para detectar el SARS-CoV-2.
Como ya explicó José Manuel Bautista, catedrático de Biología Molecular que coordinó el laboratorio de detección COVID-19 de la Universidad Complutense de Madrid, "no es cierto que la PCR que se está utilizando ahora sea inespecífica”. “Los cebadores para amplificar (sustancias necesarias en la reacción en que se basa las PCR) son específicos para SARS-CoV-2 (el coronavirus que causa la enfermedad) y no para otros virus. Está demostrado en muchas publicaciones. Hay otros PCR generalistas para detectar más coronavirus, pero los que se usan ahora son altamente específicos", indicaba Bautista a Maldita Ciencia.
Además, afirmaba que una PCR positiva no garantiza la viabilidad del virus, "sino la presencia de su material genético", pero que "eso no quiere decir que sea inespecífica”. “De hecho es tan específica que detecta cantidades residuales de ARN del virus", continúa el experto.
Los pacientes asintomáticos, hablar, las superficies, el aire acondicionado y los aerosoles sí desempeñan un papel en la transmisión del virus
En tercer lugar, el post de Facebook hace referencia a los asintomáticos, diciendo que "no contagian" y que "son personas sanas". Sin embargo, esto no es cierto: a pesar de que las personas asintomáticas contagiadas de COVID-19 no tosan ni estornuden con frecuencia, hay indicios de que mantener una conversación con ellas podría producir suficientes partículas en el aire como para transmitir la infección, aunque carezcan de síntomas, según un estudio de la Universidad de California (Davis, Estados Unidos), publicado en la revista científica Aerosol Science and Technology. ¿Cómo? A través de los aerosoles: partículas lo suficientemente pequeñas como para viajar por el aire.
Esto también sirve para explicar por qué no es cierta otra de las afirmaciones que se hace como explicación al tema de los pacientes asintomáticos que dice que "el virus no se puede transmitir a través de los objetos, ni al hablar, ni por aire acondicionado, ni por agua", sino que solo "por tos y estornudos de las personas con síntomas".
Vayamos por partes: si las gotículas expulsadas por una persona infectada caen sobre una superficie (u objeto) que después tocamos con las manos, si estas después entran en contacto con nuestras vías respiratorias, sí podríamos contagiarnos.
Al hablar también se expulsan gotículas y aerosoles que, en caso de que el emisor se tratarse de una persona infectada y estas llegasen a las vías respiratorias de su interlocutor, sí podrían contagiarle. De ahí la importancia de mantener los dos metros de seguridad. Además, cuanto mayor sea el volumen o si gritamos, por ejemplo, más cantidad de aire se emite y a mayor velocidad, por lo que podrá alcanzar mayores distancias.
Con respecto al aire acondicionado, si el virus puede permanecer suspendido un tiempo determinado, puede llegar a más gente al recibir una corriente procedente de un aparato de aire acondicionado (que lo desplazaría a una distancia mayor o haría que llegase antes a las superficies) o si el aire se reutiliza, haciendo que estas pequeñas gotas volvieran a circular. Sí aún tienes dudas sobre las gotículas, los aerosoles y la transmisión del SARS-CoV-2, aquí respondemos a cinco preguntas sobre ello.
Por último, y en relación a la transmisión por agua, a día de hoy no hay evidencias científicas que muestren con certeza cuánto tiempo puede permanecer el SARS-CoV-2 en el agua (playas, ríos, piscinas...). “Los estudios de laboratorio de otros coronavirus que tienen lugar en ambientes bien controlados indican que el virus puede permanecer infeccioso en agua contaminada fecalmente desde días hasta semanas”, explica la Organización Mundial de la Salud.
Sí ha habido autopsias a fallecidos por COVID-19
La siguiente afirmación que hace la imagen es sobre las autopsias, diciendo que no ha habido. Es cierto que, en un primer momento, las autoridades sanitarias de todo el mundo recomendaban no hacer este tipo de pruebas salvo que las instalaciones donde se realizasen tuviesen determinadas medidas de seguridad que evitasen la propagación del SARS-CoV-2.
Sin embargo, los hospitales que sí disponían de las características necesarias para las intervenciones sí han realizado autopsias. De hecho, en abril ya hablamos sobre un preprint italiano sobre el estudio de 38 autopsias en pacientes positivos en COVID-19
Los resultados apoyaban las hipótesis propuestas por el resto de estudios clínicos del momento: que la COVID-19 estaba relacionada con la coagulopatía y la trombosis y que los valores de Dímero D altos estaban asociados con un pronóstico más grave de la enfermedad. “Por ello, se ha propuesto el uso de anticoagulantes por ser potencialmente beneficiosos para los casos más complicados de esta enfermedad, aunque su eficacia y seguridad no han sido demostradas”, señalaban los investigadores.
De hecho, incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) proporciona las medidas técnicas y ambientales de control necesarias para estos análisis post mortem en este documento sobre la prevención y control de infecciones para la gestión segura de cadáveres en el contexto de la COVID-19. Es decir, no solo no las prohíbe, sino que facilita los detalles para poder llevarlas a cabo.
Sí, hay pacientes de riesgo, pero la COVID-19 no solo les afecta a ellos
En el post también se afirma que "los fallecidos [por COVID-19] tenían patologías previas y un sistema inmune deprimido". Es cierto que hay grupos de riesgo y condiciones que pueden agravar el desarrollo de la infección por SARS-CoV-2, como personas mayores de 60 años, diagnosticadas de hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares o pulmonares crónicas, cáncer, inmunodeficiencias y embarazadas (por precaución), según el Ministerio de Sanidad.
Sin embargo, el virus no solo es mortal para este tipo de pacientes. De hecho, la OMS ya avisó de que este también mata a jóvenes sin enfermedades previas conocidas. Por ejemplo, ya en marzo en Corea del Sur casi el 20% de muerto con coronavirus eran personas con menos de 60 años. Lo advertía el 18 de marzo el director ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Michael J. Ryan: "Esta no es una sola enfermedad de las personas mayores. No hay duda de que las personas jóvenes, sanas, experimentan de media una enfermedad mucho menos severa pero un número significativo de adultos sanos pueden desarrollar una forma más severa de enfermedad".
El confinamiento y la distancia social no solo no matan, sino que reducen el riesgo de contagio
De nuevo, como muchos otros vídeos e imágenes por los que nos habéis preguntado desde el inicio de la pandemia, este post viral trata de convencer de que "el confinamiento y la distancia social matan".
El distanciamiento social, en general, son las medidas tomadas para detener o frenar la propagación de una enfermedad contagiosa. En el caso de un individuo, se refiere a mantener una distancia suficiente entre él y otra persona para reducir el riesgo de inhalar las gotas que se producen cuando una persona infectada tose o estornuda. De esta manera, será más complicado que lleguen a las vías respiratorias de las personas de nuestro alrededor. En una comunidad, las medidas de distanciamiento social pueden incluir la limitación o cancelación de grandes reuniones de personas, explica la Escuela de Medicina de Harvard.
Con respecto al confinamiento, este reduce el abanico de personas con las que podemos tener contacto, por lo que también incide en el riesgo de contagiar o que nos contagiemos. Además de no salir de nuestro municipio (si este es nuestro caso), el hecho de quedarnos en casa, a pesar de que limite el contacto con micoorganismos patógenos, no disminuye la fortaleza y eficacia de nuestro sistema inmune.
Usar mascarilla no es perjudicial para nuestra salud
Por último, la imagen hace mención a las mascarillas, diciendo que su uso "es perjudicial para la salud" y que solo se recomienda su uso "para médicos, enfermeros y cuidadores, en entornos de más contagiosidad, como los hospitales".
Las mascarillas no causan escasez de oxígeno ni en nuestra sangre ni en el cerebro; tampoco son la causa de que en ellos haya un exceso de dióxido de carbono. No es el origen de neumonías, no incuban el cáncer ni provocan otras enfermedades, no hacen que inhalemos nuestros propios desechos y no debilitan nuestro sistema inmunitario. En Maldita Ciencia hemos explicado todos estos bulos y muchos otros.
Primera fecha de publicación de este artículo: 02/10/2020.
Primera fecha de publicación de este artículo: 02/10/2020