Últimamente habéis oído que una persona con COVID-19 puede tener un mejor o peor pronóstico en función de su grupo sanguíneo y nos habéis preguntado si esto es realmente así. La información procede de un nuevo estudio internacional con participación española que se publicó en la revista New England Journal of Medicine.
La investigación ha analizado las características genéticas que pueden influir en la gravedad del desarrollo de una infección por SARS-CoV-2. En concreto, el riesgo que tienen estos pacientes de sufrir un fallo respiratorio.
Lo que muestran los resultados del estudio es que existen dos regiones del genoma humano (la secuencia de ADN contenida en 23 pares de cromosomas en el núcleo de las células) que pueden influir en la evolución de la COVID-19: una de ellas se localiza en el cromosoma 3 y estaría relacionada con la facilidad tanto de la entrada del virus como de que nuestro cuerpo genere la famosa tormenta de citoquinas (de la que ya hablamos aquí). La otra, corresponde al cromosoma 9, concretamente al gen que determina nuestro grupo sanguíneo del sistema AB0.
"En este sentido, los datos mostraron que el grupo sanguíneo A se asocia con un 50% más de riesgo de necesitar soporte ventilatorio en caso de infección por el coronavirus, mientras que el grupo 0 confiere un efecto protector con un 35% menos de riesgo de insuficiencia respiratoria", explica esta nota de prensa del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Aunque investigaciones anteriores ya habían señalado que existen factores que aumentan la posibilidad de desarrollar casos graves de la enfermedad, como la edad o determinadas patologías previas (diabetes, hipertensión u obesidad, por ejemplo), este estudio sugiere que se puede identificar a personas más vulnerables según sus características genéticas. Esto permitiría conocer grupos de riesgo que necesiten especial protección, así como diseñar tratamientos personalizados, según los investigadores.
Puedes leer más sobre el tema en este artículo de la Agencia SINC.