¡Hola, malditas y malditos! Ya sabéis que todo el equipo de Maldita.es seguimos desmintiendo los bulos y contestando a las preguntas que nos mandáis en sobre este coronavirus, la enfermedad COVID-19, el estado de alarma y las recomendaciones de organismos oficiales. Por segunda semana, os traemos el Consultorio Especial Coronavirus, esperando que resuelva muchas de vuestras dudas.
Si tienes más preguntas, enviánoslas a nuestro WhatsApp (655198538), a nuestro e-mail ([email protected]) o a nuestras redes sociales (bien Twitter, o bien Facebook). ¡Al lío!
¿Hay que lavarse las manos también en casa?
Sabemos de sobra que, ahora más que nunca, tenemos que mantener nuestras manos lo más limpias posibles. Así, minimizamos el riesgo de contagio, no solo de COVID-19, sino de otras muchas enfermedades. Nos habéis preguntado si también es necesario hacerlo cuando estamos en casa, ya que no entramos en contacto con superficies u objetos que hayan podido tocar terceras personas, a parte de aquellas con las que convivimos. La respuesta es sí.
Según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, los momentos cruciales para frotar las manos con agua y jabón son antes de comer, antes y después de ir al baño y, por supuesto, después de sonarse, toser o estornudar. ¿Cómo hacerlo? Con ganas y, al menos, durante 40 segundos, como ya te explicamos aquí.
Si has tenido que salir de casa, por ejemplo, para ir a la compra, además de tener en cuenta las medidas de prevención que recomiendan las autoridades sanitarias y sobre las que te hablábamos aquí, recuerda que es imprescindible lavarte bien las manos al regresar.
En general, hazlo siempre que hayas estado en lugares públicos, sobre todo si has tocado alguna superficie y si vas a trabajar y has estado en contacto con objetos que han tocado otras personas. Esta es una de las formas más eficaces de evitar que los microorganismos causantes de gran cantidad de enfermedades puedan contagiarnos.
¿Pueden las frutas y verduras crudas contagiar el coronavirus?
Otra de las preguntas que nos habéis planteado a lo largo de la semana es si las frutas y verduras crudas podrían ser un factor importante en el contagio de COVID-19. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), actualmente no hay evidencia de que los alimentos sean una fuente o vía de transmisión del coronavirus.
"Las experiencias de anteriores brotes de coronavirus afines, como el coronavirus causante del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV) o el del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV), indican que no se produjo transmisión a través del consumo de alimentos", recuerda Marga Hugas, científica jefe de la EFSA. "Actualmente no hay pruebas que sugieran que este coronavirus sea diferente en ese sentido", añade.
Como ya explicamos en otras ocasiones en Maldita.es, la evidencias científicas muestran que el virus se propaga al inhalar las gotitas presentes en el aire cuando una persona infectada tose o estornuda. Según informa el Instituto Federal de la Evaluación de Riesgos de Alemania (BfR, por sus siglas en alemán) en su página web, actualmente no hay casos que hayan mostrado evidencia alguna de que las personas puedan ser infectadas por el nuevo coronavirus por otro método, como el consumo de comida o el contacto con artículos contaminados.
Como recuerda a Maldita Ciencia Gemma del Caño, experta en industria alimentaria, el SARS-CoV-2 "es un virus respiratorio y no estomacal, lo que significa que no se va a transmitir por comer alimentos". "Pero este se transmite por contacto, así que sí hay que tener precaución con la manipulación de estos: si cogemos un envase o producto fresco al que ha llegado el virus, al acercarnos la mano a la cara, podríamos favorecer la entrada por nuestras mucosas", añade.
Además, debemos asegurarnos de no ser nosotros mismo quienes favorezcan la transmisión. ¿Cómo? Usando guantes al seleccionar y comprar productos frescos como frutas y verduras. Según del Caño, aunque ya llevemos puestos unos propios desde casa, lo recomendable es sustituirlos por los que proporciona el supermercado. Para evitar la contaminación cruzada, nunca deben tocarse ni con nuestros guantes ni con nuestras manos al descubierto.
Una vez llegamos a casa, hay que prestar especial atención a no tocarnos la cara y comprobar que las superficies están limpias, lavarnos las manos, abrir las bolsas, sacar los productos y volver a lavarlas después. "Por suerte, este virus se inactiva con el jabón, así que el lavado de manos será primordial", recuerda la experta. De ahí la importancia de no llevarnos las manos a la cara hasta que no hayamos pasado por la pila o el lavabo.
En palabras de del Caño, la contaminación por envases es remota, porque no deberíamos hablar ni toser sobre ellos; pero si queremos limpiarlos, podemos hacerlo con un paño y lejía diluida (dos cucharadas soperas por litro).
"En el caso de fruta y verdura también tenemos que lavarla, bajo un chorro de agua fría frotando bien. Si queremos dejarla en remojo con líquido desinfectante, debemos asegurarnos de que este sea de uso alimentario y de aclararlo bien después, para eliminar los restos que pudieran quedar", indica la experta en industria alimentaria. Y concluye recordando que, al acabar, debemos lavarnos las manos de nuevo.
¿Podemos utilizar pañuelos como mascarilla?
Esta consulta nos ha llegado varias veces a través de las redes sociales: nos preguntáis si podemos utilizar un simple pañuelo a modo de mascarilla para evitar el contagio por coronavirus. Es cierto que todas las trabas y barreras físicas que interpongamos entre el virus y nuestras vías respiratorias (nariz y boca), podrían reducir el riesgo de contagio. Sin embargo, como ya te contamos aquí, estas no son una medida suficiente para garantizar que el virus no llegue a nuestro organismo (mucho menos si las hemos hecho en casa).
Ya hemos comentado en otras ocasiones que el SARS-CoV-2 se propaga a través de pequeñas gotas de saliva, por lo que parte del mismo podría quedar retenido por el material de la mascarilla improvisada (que cuantas más capas tenga, mejor) si respiramos a través de ella. Estas podrían funcionar como una protección extra que podemos emplear además de no salir de casa y de mantener la distancia de seguridad, entre otras medidas.
Como adelantábamos en este artículo, según cuenta Beatriz Novoa, jefa del grupo de Inmunología y Genómica del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en este vídeo, en el que enseña cómo hacer una mascarilla casera de papel (o de tela) estas "no protegen completamente contra el coronavirus", ya que este "tiene solamente 120 nanómetros de diámetro" y, por lo tanto. se colaría entre los poros del material.
"Pero sí es una manera de ponérselo un poco más difícil (que el virus llegue a infectar) y dejar las mascarillas que sí protegen para el personal sanitario, para no desabastecerles a ellos", explica Novoa en el vídeo, en el que también aclara que es científica, pero no es experta en mascarillas.
¿Debemos ponernos la mascarilla de forma diferentes en función de si estamos infectados o no?
Por último, y también en relación a las mascarillas, nos habéis preguntado por una imagen que circula por redes sociales y que proporciona las supuestas instrucciones necesarias para hacer un uso eficaz de las mismas. Según esta, una persona infectada debería colocarla con la parte azul hacia fuera, para evitar contaminar a los demás y una persona sana, al revés, con la parte blanca, para protegerse a sí mismo de partículas en el ambiente.
En ocasiones, la imagen se mueve acompañada del siguiente texto:
Según el Sistema Español de Notificación en Seguridad en Anestesia y Reanimación (SENSAR), esto es falso. "Puestos en contacto con el Profesor Andrés Santiago, Presidente de la Unidad Funcional de Gestión de Riesgos Sanitarios En Hospital Clinico San Carlos, ha desmentido que dicha información provenga de dicho centro", indican en su página web.
A continuación, explican la estructura interna de las mascarillas quirúrgicas, compuesta por tres capas: la externa, generalmente de color azul o verde, y que es impermeable; la intermedia, con filtro antibacteriano y la interna, que absorbe la humedad. "Por lo tanto: la parte coloreada (impermeable) debe mantenerse como cara externa", indica SENSAR, y añade que se deben seguir las instrucciones del fabricante en todo momento.
Seto Wing Hong, codirector del Centro de Colaboración para enfermedades infecciosas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y profesor en la Universidad de Hong Kong explica en este vídeo cómo debe colocarse la mascarilla: con la parte coloreada hacia fuera, ya que es la impermeable y la blanca hacia dentro, pues es la absorbente. Es decir, el uso es el mismo independientemente de si una persona está infectada o no.
Y para terminar...
Os recordamos que para diagnósticos concretos y dudas médicas, la mejor opción sera recurrir a un profesional sanitario que estudie el caso y os recomiende la solución o tratamiento más adecuado. En esta época de confinamiento, muchos sanitarios están atendiendo a pacientes por vía telefónica, email o vídeollamadas. Para todo lo demás, ¡podéis contar con Maldita Ciencia! Estaremos encantados de dar respuestas a vuestra preguntas.