En Maldita Ciencia ya os hemos hablado sobre la relación entre el mercurio y el pescado que puede llegar a nuestro plato: desde cuáles son los más propensos a presentar esta sustancia y por qué, hasta cuántas porciones es recomendable y seguro consumir a la semana. Os recordamos que los beneficios que supone el pesado para la salud de la población en general son mayores a los riesgos que implica esta sustancia (en la cantidad en la que la podemos hallar en la pescadería).
Esta semana nos habéis vuelto a preguntar por la pareja pescado - mercurio. En concreto, cuáles han sido las actualizaciones que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha hecho en las recomendaciones respecto a su consumo.
Lo primero de todo, hay que dejar claro que la AESAN no ha informado sobre una nueva alerta alimentaria. Lo que hizo el pasado mes de octubre es corregir las recomendaciones de consumo de 2011 vigentes hasta ese momento, haciéndolas algo más restrictivas en los menores de 10 años.
Las novedades las resume en este hilo de Twitter Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos*: las embarazadas y los niños de hasta 10 años deben evitar el consumo de las especies de alto contenido en mercurio (pez espada, atún rojo, tiburón y lucio) y, los niños de entre 10 y 14, limitarlo a un máximo de 120 gramos al mes.
Como explica en este vídeo Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos, la mayor restricción en las recomendaciones para estos grupos (mujeres embarazadas, en periodo de lactancia o que planeen quedarse embarazadas y niños menores de 10 años) se debe a que el mercurio en su forma orgánica (metilmercurio) puede atravesar la placenta, llegar al feto y atravesar la barrera hematoencefálica. "Esto puede producir alteraciones en el sistema nervioso central", añade Robles.
Pero, exceptuando los casos mencionados, para la población en general no hay problema en relación al consumo de hasta 3-4 raciones de pescado semanales, sea la especie que sea. Según la AESAN, en todos los casos se recomienda variar las especies entre pescados blancos y pescados azules.
"La conclusión: limitar el consumo de esas especies (las clasificadas por el informe de la AESAN como 'especies con alto contenido en mercurio') es la forma más eficaz de obtener los beneficios para la salud del consumo de pescado (omega-3, proteínas, vitaminas, minerales), mientras se minimiza el riesgo", remata Lurueña.
*Hemos corregido el cargo de Miguel Ángel Lurueña.