Nos habéis preguntado por el Protocolo Wahls, una dieta desarrollada por la doctora Terry Wahls que en teoría permite controlar los síntomas de la esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa autoinmune que, a día de hoy, no tiene cura. Basada en su propia experiencia como paciente, la doctora Wahls asegura que consumiendo los nutrientes necesarios logró revertir los síntomas y pasar de moverse en silla de ruedas a ir en bici a trabajar.
Empezamos por lo básico: no hay a día de hoy evidencias para asegurar que el Protocolo Wahls tenga el efecto que su creadora asegura. Al ser la esclerosis múltiple una enfermedad en la que intervienen factores genéticos pero también ambientales, se está estudiando el efecto que tiene la alimentación sobre su desarrollo y sus síntomas, y si podría ser una parte del tratamiento (desgraciadamente, no de la cura) que mejore la calidad de vida de los pacientes, pero aun no hay evidencias sólidas que apoyen esa idea, se sabe poco sobre el tema y es muy osado prometer que alguien vaya a recuperar la movilidad por hacer una dieta u otra.
El Protocolo Wahls es una versión ligeramente modificada de la llamada dieta paleo, una dieta basada en la idea de que es más saludable basar nuestra alimentación en productos parecidos a los que consumían nuestros antepasados: frutas y verduras, carnes y pescados, frutos secos y grasas de origen vegetal. Como parte de esa dieta no estarían incluidos cereales, legumbres o lácteos además de productos procesados o con azúcares añadidos. En el caso del protocolo Wahls, se pone más énfasis en las bayas, los vegetales de hoja verde y algunas verduras ricas en azufre, como los espárragos o los champiñones.
Ni la dieta paleo ni el Protocolo Wahls, son, en principio, dietas insanas. La recomendación de reducir y prescindir dentro de lo posible de alimentos procesados y con azúcares refinados es una buena idea no solo para los pacientes con esclerosis múltiple sino también para cualquiera que desee llevar una dieta más saludable. Sin embargo, otros alimentos restringidos como los cereales si son integrales o las legumbres no tienen una justificación saludable para la mayoría de la población y optar por tomarlas o no es más una cuestión de preferencias y no de sus efectos nocivos para la salud, porque no los tienen.
Teniendo todo esto en cuenta, la conclusión es que el Protocolo Wahls es un enfoque dietético del tratamiento de la esclerosis que no está basado en evidencias científicas a día de hoy, más allá del testimonio de su creadora, que si bien ha publicado la puesta en marcha de ensayos clínicos para demostrar su hipótesis, no ha ofrecido todavía resultados de esos ensayos.
El modelo alimenticio que propone no es en sí mismo perjudicial y tiene algunas recomendaciones razonables (reforzar el consumo de productos frescos y reducir los procesados y los azúcares añadidos), pero otras no están justificadas por su efecto sobre la salud y no hay motivo para seguirlas más allá de las preferencias personales (eliminar cereales integrales o legumbres).