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MALDITA CIENCIA

Picante y hemorroides, posos de café como fertilizantes y ácido lipoico: llega el Consultorio XLIX a Maldita Ciencia

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¡Bienvenidos un viernes más, malditas y malditos, al Consultorio Científico de Maldita! Como cada semana, hemos investigado sobre algunas de las dudas que nos habéis enviado a través de nuestro e-mail ([email protected]), WhatsApp (655 198 538), Twitter y Facebook y aquí tenéis las respuestas, calentitas y listas para saciar pequeñas pero importantes inquietudes. ¡A por ello!

¿Puede la comida picante causar hemorroides?

Si eres cliente asiduo de restaurantes mexicanos y tailandeses o si la base tus condimentos culinarios son la pimienta o el tabasco y te ha asaltado esta preocupación alguna vez al sentarte después en el trono, puedes estar tranquilo: si no tienes hemorroides, estas no aparecerán por preferir menús más o menos picantes.

Ahora bien, sí es cierto que, aunque este no sea su origen, el picante puede empeorar el diagnóstico en caso de que alguien ya sufra de estas incómodas hinchazones.

"Los alimentos picantes pueden empeorar las hemorroides, como sustancias irritantes que son, igual que el café y el alcohol. Pero no son la causa", explica a Maldita Ciencia Juan José de la Fuente, médico de urgencias en el Área Sanitaria Norte de Córdoba.

Las hemorroides o almorranas son una inflamación de las venas del recto y el ano. Pueden ser consecuencia del esfuerzo al ir al baño, del embarazo, del estreñimiento crónico, de la diarrea o del envejecimiento, entre otras; y su síntoma característico es el intenso dolor en la zona y el rastro de sangre que deja en las heces.

"Estas dilataciones venosas están cubiertas de mucosa intestinal, que se inflama en menor o mayor medida al comer picante", explica Gonzalo Guerra, médico especialista en digestivo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED). "Tanto el prurito como el dolor que desencadena son un calvario importante, y lo saben todos y todas aquellas que han sufrido de hemorroides tanto internas como externas. ¡Cuidadín con los picantes!", advierte.

¿Hay a cambio algún alimento que ayude a lidiar con las hemorroides? Según de la Fuente sí: "Los recomendados en estos casos son los ricos en fibra, como la fruta (manzanas o ciruelas, por ejemplo), verduras (como espinacas, zanahoria y brócoli), frutos secos (nueces) o cereales integrales y legumbres". Mantener el cuerpo hidratado también ayudará a lidiar con las hemorroides. El objetivo final es evitar tanto el estreñimiento como la diarrea, que podrían irritar aún más la zona.

¿Son los posos de café buenos fertilizantes?

La semana pasada explicamos por qué los posos de café no eran la mejor opción para tratar de desatascar una tubería. A raíz de este artículo, muchos de vosotros nos habéis comentado que no es la única utilidad casera que habéis escuchado en relación con los restos de este combustible mañanero. Entre los que más se han repetido es el de que, supuestamente, el café es un buen fertilizante para suelos y jardines. Eliminemos el "supuestamente" de la frase anterior, porque esto es cierto: utilizar los posos del café para abonar el suelo es eficaz.

La química de los posos del café es lo que hace de estos nuestros potenciales aliados en el cuidado de nuestro jardín. Según explica este informe de la Universidad de Washington escrito por la investigadora en horticultura urbana y arboricultura Linda Chalker-Scott, los granos de café contienen muchas más sustancias que las que acaban en nuestra taza (dado que no son solubles).

Una vez que los posos entran en contacto con el suelo y con el transcurso del tiempo, las bacterias y los hongos los descomponen para obtener sus correspondientes beneficios. También las lombrices de tierra colaboran en este proceso, ya que utilizan los posos como fuente de alimento, arrastrándolos más profundamente en el suelo.

Según Chalker-Scott, cuando estos se degradan, colaboran en la producción de las sustancias húmicas, las que forman la materia orgánica del suelo. Las proporciones de carbono y nitrógeno en el suelo disminuyen, consiguiendo ajustarse a las que se consideran más apropiadas para suelos y plantas. Utilizarlos como abono también modera la temperatura del suelo y aumentan la del agua, al igual que cualquier otro producto específico de jardinería. Además, hay estudios que muestran que los granos de gafé, al unirse con los residuos de pesticidas y metales pesados tóxicos (como el cadmio), evitan que estos se filtren hacia el interior del suelo y contaminen el ambiente que les rodea.

Según el informe, para disfrutar de todos los beneficios anteriores hay ciertas pautas que tener en cuenta. Por ejemplo, que los restos del café supongan, como mucho, el 20% de abono que utilizamos (así se garantiza la diversidad de microorganismos) o dejar que estos se enfríen antes de utilizarlos, para que el calor no acabe con los microbios beneficiosos.

¿Es bueno utilizar agua oxigenada para curar una herida?

En Maldita Ciencia ya hablamos sobre cómo actuar en casos de cortes más o menos profundos. Esta vez, nos habéis preguntado por heridas, en general, y cuál sería el método más recomendable para curarlas. En concreto, os ha llamado la atención este artículo que explica que el agua oxigenada, aunque sea un remedio muy recurrente, no es la mejor opción en estos casos. Aunque es un tema sobre el que existe debate, es cierto que el agua oxigenada desinfecta pero puede empeorar la cicatrización.

Según Juanjo de la Fuente, médico de urgencias en el Área Sanitaria Norte de Córdoba, "el agua oxigenada destruye el tejido de granulacion parcialmente y retrasa la cicatrización de las heridas leves". Con respecto a heridas difíciles y según explica a Maldita Ciencia Jaime Ribas Escalera, enfermero de urgencias, "el agua oxigenada no se utiliza, porque no es lo suficientemente potente".

Este estudio, publicado en la revista de la Academia Americana de Dermatología, explica que, en concentraciones bajas, el agua oxigenada podría llegar a causar tan solo síntomas transitorios, como blanqueamiento o ampollas. Sin embargo, las de concentración más alta (de entre el 9 y el 45%), podría originar daños más graves en la piel.

Por norma general, al hacerse una herida, lo recomendable es limpiar su superficie con agua y jabón líquido, con toques suaves y sin frotar. Para ello, hay que asegurarse de que las manos estén limpias y retirar de la zona ropa y accesorios. Después de lavar la lesión, secarla con gasas estériles. Estas son las instrucciones que proporciona la Asociación Española de Pediatría (AEPED), el Instituto Nacional de Salud (NHI, por sus siglas en inglés), esta guía del portal Salud Madrid y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Según esta guía de primeros auxilios de SAMUR y Protección Civil, también podría utilizarse alguna sustancia antiséptica que no tiña, comprobando antes que la víctima no sea alérgica a sus componentes. Entre aquellos actos que habría que evitar, incluye teñir la herida que vaya a suturarse con productos antisépticos que contengan yodo o mercurocromo, aplicar pomadas sin prescripción médica o utilizarse algodón o alcohol.

De hecho, el NHI especifica que "no deben usarse limpiadores cutáneos, alcohol, peróxido, yodo ni jabones con químicos antibacterianos, ya que pueden dañar el tejido de la herida y demorar su cicatrización".

El vinagre, aunque sea un remedio popular, tampoco es la solución. Según explica Ribas, "este es un ácido con una ligera función desinfectante, pero de curar una herida olvídate porque no tiene las cualidades necesarias". En esto coincide Sara Gómez Armayones, dermatóloga en el hospital Clinic, en Barcelona: "En principio, el vinagre no está indicado para curar una herida".

Gómez indica que, en caso de hacerse una herida, solo habría que acudir al médico en caso de que esta se complique (que se haga más grande, que el dolor vaya a má y se inflame más de lo esperado) y, sobre todo, si esta supura líquido verdoso o con mal olor. "Cuando hay dudas sí que habría que acudir al médico, porque a veces no es tan fácil interpretar una herida, pero la gran parte de las lesiones se curan lavando bien con agua y jabón y poniendo desinfectante".

¿Qué sabemos sobre el ácido lipoico, el quemagrasas que supuestamente ha causado la muerte de una mujer en Badajoz?

Tras la muerte de una joven en Badajoz debido a una posible intoxicación por la ingesta excesiva de ácido lipoico, un complemento alimenticio al que se le atribuyen propiedades quemagrasa, en Maldita Ciencia os contamos lo que sabemos sobre este compuesto.

Lo primero es que el término quemagrasas no es un término científico ni legal, como explica Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y nutricionista, en este hilo de Twitter, sino un concepto coloquial que permite a los consumidores identificar algunos de sus efectos. Por otro lado, como es un suplemento alimenticio y no un medicamento, se vende sin receta, aun cuando su ingesta en grandes cantidades puede suponer graves problemas para la salud.

El ácido lipoico, que ingerimos de manera natural a través de alimentos como el brócoli, las espinacas o la carne roja (aunque el cuerpo también es capaz de "fabricarlo" por sí solo), es un cofactor enzimático. "Esto quiere decir que es necesario para que algunas enzimas deshidrogenasas [que participan entre otros procesos en el metabolismo energético de las células] realicen su acción", explica Robles y añade que tiene función antioxidante.

https://twitter.com/beatrizcalidad/status/1154017556547723265

Además se le han atribuido efectos positivos sobre la diabetes, el cáncer, desórdenes psiquiátricos y otros problemas de salud.

Según Robles, algunas de estas acciones positivas que se le atribuyen sí tienen evidencia y están aprobadas en algunos países. Por ejemplo, en Japón y Alemania, el ácido lipoico se usa como fármaco en dosis de 600 mg/día en neuropatía diabética (daños en los nervios a raíz de la diabes).

También existen dos metaanálisis (este y este) que han evaluado su efecto en relación a la pérdida de peso, y ambos concluyen que, aunque sí que esta es una de las consecuencias de su ingesta, la diferencia de peso es mínima (entre 0,69 y 1,29 kg) y solo a corto plazo.

El problema es que, por otro lado, también se le conocen algunos efectos adversos, especialmente en mujeres embarazadas, lactantes, niños, personas con diabetes, problemas renales o hepáticos o personas con deficiencia de vitamina B1.

Por ese motivo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) desaconseja su uso en personas con esas características y sitúa en 0,6 mg/kg al día la Ingesta Diaria Admisible (IDA) de ácido lipoico para los demás (una persona de 70 kg podría interior hasta 42 mg diarios sin presentar efectos adversos). En 2015 emitió una opinión científica en la que exponía que la dosis más elevada que no muestra efectos adversos es de 60mg/kg al día (cantidad 100 veces superior a la IDA).

En cualquier caso, el consejo de Robles, es que cuando vayamos a consumir un complemento alimenticio tengramos en cuenta varias cosas. En primer lugar que natural e inocuo no son equivalentes, ya que el primer adjetivo puede abarcar componentes con principios activos de acción farmacológica. Por otro lado, que los complementos alimenticios no pasan los mismos controles que los medicamentos y que pueden tener interacciones con los que ya estemos tomando, por lo que es recomendable consultar la posibilidad de tomarlos con un profesional de la salud.

Además, recuerda que si sigues una dieta saludable y completa no necesitas tomar suplementos de ningún tipo para estar saludable o para adelgazar. Por eso, en caso de optar por su consumo, asegúrate de que son completamente seguros.

Para terminar...

Una semana más, queremos agradeceros todos esos mensajes, tuits y correos. ¡Nos encanta saber que contáis con nosotros para resolver preguntas varias! Daremos respuesta a todo aquello que esté en nuestra mano, pero recuerda: no somos especialistas médicos. Para diagnósticos y dudas sobre casos particulares, mejor acude a un profesional.

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