¡Buen viernes, malditas y malditos! Una nueva entrega de Consultorio Científico acaba de salir del horno y os espera bien tierno a que le hinquéis el diente, como ya es costumbre antes de arrancar el fin de semana. ¿Que leer sobre lo que explicamos te genera alguna duda relacionada o tienes otras a las que quieras dar respuesta? Fácil: puedes preguntarnos todo lo que quieras en nuestro número de WhatsApp (655 198 538), correo electrónico ([email protected]) o redes sociales. ¡Esperamos vuestras preguntas con los brazos abiertos!
¿Es lo mismo un cáncer de piel que un melanoma?
Verano es sinónimo de calor y, con ello, de mayor exposición a la radiación solar. En esta época del año escuchamos y/o leemos continuamente lo importante que es resguardarse de los rayos del sol y utilizar cremas con un factor de protección adecuado a nuestro tipo de piel para evitar sus posibles nocivas repercusiones, entre ellas, el melanoma y/o el cáncer de piel.
Nos habéis preguntado si estas consecuencias de una exposición excesiva (y, a veces, irresponsable) al sol son iguales y, en caso de no serlo, qué diferencias existen entre ambas. Pues bien, el melanoma es un tipo de cáncer de piel, pero no todos los tipos de cáncer de piel son melanomas.
La piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo y la primera barrera frente a agentes externos, está compuesta por tres capas: la epidermis, la dermis y la hipodermis, de menor a mayor profundidad. En la epidermis, la más externa, se encuentran las células basales, las células escamosas (queratinocitos), y los melanocitos. Estos últimos son los responsables de que nos pongamos morenos ya que forman la melanina, el pigmento que da color a la piel.
He aquí la diferencia por la que nos habéis preguntado: en función de qué tipo de células sean las que se reproduzcan descontroladamente, hablaremos de un tipo u otro de cáncer de piel y, con ello, de sus diferentes características. "Aunque hay alguno más, los tipos de cáncer de piel más habituales son el carciroma basocelular, el carciroma escamoso y el melanoma", explica a Maldita Ciencia Sara Gómez Armayones, dermatóloga en el Hospital Clinic de Barcelona. El motivo principal por el que este último, el melanoma, es el más conocido, según Gómez, es que "si no se diagnostica y se trata a tiempo es, con diferencia, el más mortal y agresivo".
Cada verano, médicos y especialistas dermatólogos protagonizan campañas de prevención en las que se explica a la población cómo detectar un melanoma y no confundirlo con un simple lunar. Para ello, entre otras fórmulas, se utiliza la del ABCDE (Asimetría, Borde, Color, Diámetro y Evolución).
"Es recomendable consultar a un especialista si se tiene una peca con esas características para descartar la posibilidad de que se trate de un melanoma", indica Gómez. "Aún así, hasta que no se biopsia la mancha, no se puede emitir un diagnóstico final", añade.
Proteger la piel de la radiación solar es impresdincible para no aumentar el riesgo de sufrir melanoma u otros tipos de cáncer de piel ya que, según Gómez, esta es su causa principal. Su recomendación es evitar las quemaduras solares y la exposición solar directa, sobre todo en los niños menores de un año pero, en general, durante toda la infancia. "Antes de los 18-20 años cada quemadura multiplica el riesgo de melanoma en la edad adulta", apunta.
"También hay casos de melanomas en la mucosa genital, dentro de la boca, o en las palmas y las plantas de los pies. Estos son distintos, ya que no están relacionados con el sol y son muy agresivos porque se suelen diagnosticar muy tarde", explica Gómez. "Pero representan un porcentaje mínimo".
Aunque nos repitamos hasta la saciedad, recuerda que tomar el sol sin protección es una irresponsabilidad y sus consecuencias pueden ser muy graves. En Maldita Ciencia ya explicamos por qué no debe hacerse ni siquiera en casos de déficit de vitamina D.
¿Es el desayuno la comida más importante del día?
Hasta el mismísimo refranero español tiene parte de culpa de la propagación de algunos mitos y bulos sobre nutrición, ¿o no has escuchado nunca ese que dice que "hay que desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo"? Pues haz clic en el botón derecho de tu ratón mental y selecciona "Eliminar", porque no: el desayuno, por más que se empeñe la sabiduría popular, no es la comida más importante del día ni a la que más atención hay que prestar.
"Es una afirmación absolutamente gratuita", explica a Maldita Ciencia Juan Revenga, dietista-nutricionista. Su origen, según explica aquí Revenga, se remonta a 1917, cuando una dietista de gran prestigio en EE UU, Lenna Frances Cooper, cofundadora de la Academia Americana de Dietética y Nutrición, publicó en la revista Good Health que, al ser la primera comida del día, esta era la más importante.
"Ojo a ese argumento porque, si nos atenemos a la lógica, la primera comida del día la podemos hacer a las tres de la tarde, ¿no?", añade Revenga. "De hecho, lo que indica la palabra desayuno (tanto es castellano como en inglés), es exactamente eso: romper un periodo de ayuno más o menos largo en las 24 horas diarias. Des-ayuno. Lo que no quiere decir que no podamos hacerlo a las tres de la tarde, a las dos, a las seis o a las ocho".
Aún así, relacionamos el desayuno con horas (relativamente) tempranas y, lo que es peor, con alimentos determinados: que si un vasito de leche con tostadas, un café con bollería, chocolate con churros, cereales, zumos..., ¿por qué? "Porque tenemos televisión, internet, radio, etc. Punto y pelota. Utilizándolos, quienes diseñan estos productos nos hacen creer que son los adecuados y los que debemos incorporar nada más levantarnos", explica Revenga. Es decir, "imitamos" los desayunos "ideales" que vemos en publicidad, series, películas... (que de ideales, muchas veces, tienen poco).
Revenga añade que, si preguntásemos a nuestros bisabuelos o tatarabuelos, que no estaban expuestos a estos medios, su respuesta sería diferente. "Es más, en otras culturas actuales el desayuno no contiene alimentos especiales de desayuno. Esa es una característica de nuestro entorno: hay alimentos de desayuno, pero no hay alimentos de comida ni hay alimentos de cena. ¿Qué pasa? ¿Que no puedes desayunar una tortilla de patata, o un filete de ternera con pimientos verdes?".
Si no hay un menú ideal con el que romper el ayuno; si un buen pedazo de empanada de pulpo y melocotón, como el de la imagen, tiene la misma cabida que una tostada y un café y si no hay diferencia entre los nutrientes que necesitamos a primera o a última hora del día, no hay bases que sostengan que el desayuno sea la comida más importante. "Las ingestas del día son como los hijos: no puedes decir que uno sea más importante que otro", bromea Revenga.
Para saber más sobre otros mitos relacionados con el desayuno, puedes echar un vistazo a lo que Juan Revenga explica aquí o aquí.
¿La pubertad precoz de las niñas se debe a los microplásticos y a las supuestas hormonas de la carne?
Nos habéis preguntado si el inicio de la pubertad en niñas se ha ido adelantando en los últimos años y si factores como la supuesta ingesta de hormonas a través de la carne (bulo que ya desmentimos aquí) o los microplásticos, en general, pueden influir en que ocurra.
No hemos encontrado evidencias que demuestren que estas, concretamente, sean la causa directa de la pubertad precoz. Ahora bien, es cierto que el conjunto de cambios físicos ocurre cada vez antes "en parte debido a contaminantes ambientales de acción estrogénica", según este informe de la Asociación Española de Pediatría (AEPED). Además, según este estudio, publicado en el British Medical Journal, otros factores como la nutrición y los disruptores endocrinos, sobre los que ahora hablaremos, también podrían estar implicados en el adelanto o retraso de la pubertad.
La pubertad es el periodo de transición entre la infancia y la edad adulta en el que los caracteres sexuales secundarios comienzan a desarrollarse, la velocidad de crecimiento aumenta hasta obtenerse la talla final y se logra la capacidad de fertilidad y reproducción. En general, según este informe de la Sociedad Española de Endocrinología Pedriátrica (SEEP), se considera precoz la aparición de la pubertad en niñas si se da antes de los 8 años (9, en caso de los niños).
Según explica a Maldita Ciencia Cristina Ros, ginecóloga en el Hospital Clinic, en Barcelona, hay muchas causas por las que la pubertad en las niñas puede adelantarse y todavía se sigue estudiando sobre ellas. "Por ejemplo: es muy frecuente que esto suceda en niñas adoptadas asiáticas, que cambian mucho el tipo de alimentación", explica.
Ente otros factores (como el sobrepeso y el sedentarismo), algunos contaminantes ambientales, naturales o de síntesis, denominados disruptores endocrinos, pueden tener efectos negativos sobre este sistema, según explican Jesús Pozo y María Teresa Muñoz, médicos adjuntos del Servicio de Endocrinología en Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, en Madrid, en este artículo de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP).
"Respecto a la relación de los disruptores endocrinos con la aparición de la pubertad, hay una revisión reciente en niños y niñas que concluye que su efecto depende del tipo de compuesto y del tiempo de exposición", explica a Maldita Ciencia Victoria Cano, profesora de Farmacología en la Universidad CEU San Pablo.
"El bisfenol A (sustancia orgánica muy utilizada en plásticos), por ejemplo, actúa como agonista estrogénico y parece que puede acelerar la aparición de la pubertad. Sin embargo, los estudios epidemiológicos en humanos no son concluyentes dado lo difícil de evaluar su efecto en la población", explica Cano. "Es necesaria más investigación para entender su implicación".
Ros explica que la pubertad algo adelantada requiere tratamiento cuando el cierre del cartílago de crecimiento (zonas de hueso nuevo en los niños y adolescentes) es muy importante y se pronostique que la niña quede con una talla muy baja: el desarrollo puberal precoz acelera el ritmo de crecimiento, pero también la maduración ósea, de forma que el cierre de los cartílagos de crecimiento y la finalización del crecimiento sucede a una edad temprana. "Entonces, lo que se hace es bloquear con fármacos el inicio de la señal del cerebro al ovario para empezar los ciclos, para que la niña crezca un poquito más. Esto se contempla cuando el desarrollo del botón mamario comienza antes de los 8 años", añade.
Según Ros, en estos casos habría que consultar y valorar el caso con un pediatra. A través de una radiografía, este analiza el estado del hueso, de tal manera que pueda valorar el desarrollo de la niña, su talla y si valdrá la pena frenar o no el inicio adelantado de la pubertad. "En caso de decidir que sí, este se frena durante un par de años y luego se sigue la marcha", explica.
¿Es cierto que a las abejas reinas se les cortan las alas?
La última de vuestras preguntas seleccionadas para formar parte del Consultorio Científico de esta semana es si es cierto que, por un motivo u otro, se cortan las alas a las abejas reina. Aunque actualmente no es una práctica habitual, sí que se hacía hace años: o bien se cortaba una o ambas alas por completo, para evitar que esta saliera de la colmena y enjambre; o bien se les cortaba la punta de una de ellas, para identificarla entre el resto de abejas más fácilmente.
En primavera, el momento en el que un enjambre tiene más actividad, las abejas se multiplican. Como consecuencia, la falta de espacio en la colmena y el aumento de su temperatura se hace evidente. En estos casos, y de manera excepcional, la reina de la colmena permite la cría de posibles sucesoras y abandona "su hogar" seguida de medio enjambre, formando una nueva comunidad de insectos en otro lugar. Es decir, enjambran.
"Esto ocurre si un apicultor tiene una colmena muy poblada y fuerte y la descuida (no proporcionándole el espacio suficiente, por ejemplo). Así, un enjambre que era muy potente se reduce a la mitad y su producción puede llegar a disminuir hasta en un 50 o 60% durante una temporada", explica a Maldita Ciencia Jesús Llorente, ingeniero técnico agrícola, veterinario y vicepresidente de la Fundación Amigos de las Abejas. "Antiguamente, los apicultores cortaban las alas a la reina para evitar que esta saliese de la colmena, para evitar que enjambrase. Pero esto ya no se hace, prácticamente: es una barbaridad", indica Llorente.
Pero este no es el único motivo relacionado con el corte de las alas de una abeja reina: algunos apicultores recortaban un cuarto de una de ellas con el objetivo de identificar a este imprescindible miembro fácilmente. Esta tampoco es una práctica habitual. "Localizar a la abeja reina al comenzar la primavera es más sencillo, pero en verano, cuando hay 40.000 o 50.000 abejas en una colmena, haber cortado un pedazo de ala no serviría de nada".
Existe un método más eficaz para poder distinguir a la reina fácil y rápidamente: rotuladores (o pegatinas) especiales de marcado. En función del color utilizado, el apicultor también sabrá en qué año nació esa reina (se utiliza el blanco si el año termina en 1 o 6; amarillo si lo hace en 2 o 7; el rojo en caso 3 u 8; verde si es en 4 o 9 y azul si este termina en 5 o 0). "Para el apicultor este método es muy útil ya que, además de saber su edad, sabe cuando hay que ser especialmente delicado al sacar un cuadro para no dañar a la reina, ya que la localiza rápidamente", explica Llorente. "Hay solo una y hay que cuidarla".
Y como siempre...
... os recordamos que para diagnósticos concretos y dudas médicas, la mejor opción sera recurrir a un profesional sanitario que estudie el caso y os recomiende la solución o tratamiento más adecuado. Para todo lo demás, ¡podéis contar con Maldita Ciencia! Estaremos encantados de dar respuestas a vuestra preguntas.