Nos habéis preguntado por este vídeo que, a través de varios "experimentos" caseros, cuestiona la calidad de algunos alimentos como el queso, el arroz, la carne o los helados, entre otros. De hecho, la descripción de este hace que quien tope con él se plantee desde el primer momento si la comida (la que tenemos en casa, sin ir más lejos) es real o falsa y propone trucos para comprobarlo. Vamos por partes.
Es cierto que muchos resultados de estos "experimentos" son reales, es decir, que si sometes a determinados alimentos a condiciones específicas, sucede lo que se puede apreciar en las imágenes. Por ejemplo, si acercas una llama distintos tipos de "queso" (entrecomillado que entenderás a continuación), uno se derrite y otro se quema. Ojo, esto no quiere decir que estés comiendo un alimento falso.
Para aclarar varios de los bulos alimenticios que se han creado a raíz del vídeo, Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos, publicó este hilo de Twitter explicando varias secuencias del famoso vídeo.
Queso que se funde vs. queso que "se quema"
Por lo que más nos habéis preguntado es justo por eso, el queso: os negáis a creer que este manjar pueda, no solo ser perjudicial en algunos casos, sino tratarse incluso de plástico. No lo es.
La clave está en la denominación del producto que escogemos en el supermercado, es decir, el nombre que leemos en el paquete: no es lo mismo que ponga "queso", que "queso fundido" o "sucedáneo de queso", aunque sean similares a simple vista; ni tampoco las propiedades de cada uno de ellos.
"Lo que ocurre es que al aplicar calor al queso normal, la grasa se funde y se separa de las proteínas", explica Lurueña en su Twitter. Sin embargo, los emulsionantes utilizados en el queso fundido mantienen unidas la grasa y la proteína. "Así, para fundir este tipo de queso es necesario aplicar calor menos intenso que el de una llama directa y durante más tiempo que el mostrado en los vídeos", concluye Lurueña. Es por esto por lo que el queso "procesado" se quema y no se derrite en el vídeo.
El arroz no se mezcla con granos de plástico
De hecho, este bulo ya fue desmentido por Snopes en 2016. Su origen se remonta a 2011, cuando algunos medios asiáticos alertaron sobre la presencia de plástico en el arroz: por lo visto, para disminuir los costes de producción, "los granos de este cereal se mezclaban con otros hechos a partir de patata y resinas sintéticas" y "comer tres porciones de este falso arroz sería equivalente a ingerir una bolsa de plástico".
Este mito ha ido resurgiendo de manera intermitente durante los últimos años, utilizando para ello distintos testimonios personales y rumores. Sin embargo, ningún estudio o análisis ha encontrado trazas de plástico en él. "Obviamente, una práctica como esa está prohibida y no hay pruebas de que se haga o se haya hecho alguna vez. Vamos, que es una chorrada como un piano", opina en su Twitter Lurueña.
Si quieres saber más sobre este y otros bulos relacionados con supuestos alimentos falsos, puedes echar un ojo a este artículo que ya publicamos en Maldita Ciencia.
Separar con un imán el calcio de algunos productos infantiles
Otra de las secuencias del vídeo muestra cómo separar lo que, en teoría, es calcio de productos infantiles utilizando un imán. Según Lurueña, es cierto que se puede hacer este experimento en algunos alimentos si disponemos de un imán potente (de neodimio). "Ahora bien, lo que se separa no es calcio, sino hierro", apunta en el hilo de Twitter. "Hierro que se añade para enriquecer algunos productos. Nada que temer. Ya sabéis que necesitamos hierro para que nuestro organismo funcione". Aquí tienes otro posible experimento, esta vez con cereales, para ver con tus propios ojos el curioso fenómeno.
El pegamento para las manualidades, no para la carne
Es cierto que comercializar las piezas de carne reconstituida a partir de trozos de la misma es posible en la Unión Europea, es decir, estas existen. El 'pero' está en lo obvio: la manera en como se consigue la unión de estas piezas. En otra secuencia del famoso vídeo se lee que la sustancia blanquecina con la que en ocasiones damos en un filete no es grasa, sino pegamento. Esto no es cierto, no se utiliza pegamento para recomponer un filete o una pieza mayor de carne.
Lurueña explica que para "pegar" esos trozos de carne se pueden utilizar diferentes aditivos o enzimas, sobre todo transglutaminasa (y estas no dejan restos). "Esto puede sonar un poco extraño y causar rechazo, pero es tan sencillo como lo que hacemos para elaborar albóndigas o hamburguesas, cuando añadimos sal, pan rallado y huevo para ligar la carne", ejemplifica Lurueña. Si aún así no te quedas tranquilo, la legislación obliga a especificar si un producto de estas características está elaborado a partir de piezas de carne.
Suplementos alimenticios naturales o sintéticos
Terminamos con otro de los bulos que ha generado este vídeo: los suplementos alimenticios. En teoría, en esta secuencia se queman solo los sintéticos, mientras que los naturales mantienen su forma original lo que Lurueña opina que es una "chorrada like a piano".
"Que se derritan o no depende de la composición del suplemento. Por ejemplo, podemos encontrarlos en forma de cápsulas (protegidos por una cubierta que generalmente es de gelatina), en forma de comprimidos (la típica pastilla, que se forma con la ayuda de un agente de carga para darle cuerpo y aplicando presión para comprimir y dar forma)...", explica Lurueña a Maldita Ciencia. "Dependiendo del formato y de los materiales/sustancias que se utilicen, se derretirán con el calor o no". Es decir, es una consecuencia independiente al cómo está compuesta la pastilla.
El "humor" sin contexto también desinforma
Las imágenes pertenecen a una de las marcas de la empresa First Media, Blossom, famosa por sus propuestas DIY (Do It Yourself, hazlo tú mismo). El vídeo ha causado revuelo ya que, a pesar de que Blossom suele publicar contenido cómico y en tono desenfadado, esto no se especifica directamente en sus publicaciones, por lo que dar con él fuera de contexto puede causar malentendidos y alarmar a aquellos que desconozcan su origen.
Primera fecha de publicación de este artículo: 03/06/2019