Cada cierto tiempo se comparten contenidos afirmando que los cambios de hora que se hacen en marzo y en octubre se van a acabar. Existen propuestas normativas para terminarlo, pero a fecha de octubre de 2025 ninguna de ellas es definitiva. Te contamos lo que se sabe.
Una directiva europea de 2001 regula los cambios de hora en los países de la UE
Desde enero de 2001, es una directiva europea la que rige los cambios de hora que hacen todos los países de la UE dos veces al año. Una directiva es un tipo de norma a nivel de la Unión que establece ciertas condiciones y objetivos a cumplir, dejando a los países que hagan sus leyes para aplicar estas normas.
Así, esta directiva establece que cada país debe publicar cada cinco años el calendario de cambios de hora para los cinco años siguientes. En España, una orden ministerial de marzo de 2022 recoge las fechas oficiales hasta el año 2026.
Cualquier modificación de las normas sobre el cambio de hora a nivel de la UE debe hacerse a través de esta directiva de 2001.
Primera petición de 2018 sobre los cambios de hora
En febrero de 2018, el Parlamento Europeo pidió a la Comisión Europea que terminase con los cambios de hora en la Unión Europea. La Eurocámara justificaba esta decisión en las iniciativas que habían surgido para detener estos cambios horarios (en 2017, Finlandia y Lituania lo pidieron desde sus parlamentos) y en los estudios científicos que señalan los efectos negativos para la salud, la agricultura y la seguridad vial de estas modificaciones.
Con esta petición, la Comisión abrió una consulta ciudadana preguntando por estas dos opciones: mantener o eliminar el cambio horario. El 84% de los consultados querían terminar este cambio bianual, con lo que el Ejecutivo europeo redactó una propuesta de directiva en septiembre de 2018 para revertir esta modificación horaria y que en 2019 fuese la última ocasión en la que se cambiaban los relojes.
Esta propuesta tenía dos claves: terminar con el cambio de hora bianual en todos los países de la UE, y un sistema para que cualquier país pudiese cambiar su hora estándar si así lo desea.
Posición del Parlamento Europeo en 2019 y sin avances en el Consejo
En marzo de 2019, el Parlamento Europeo mantuvo un debate en el que la mayoría de esta cámara aceptó terminar con estos cambios de hora (410 votos a favor, 192 en contra y 51 abstenciones), retrasando a marzo de 2021 esta modificación en lugar de en 2019, como se había planteado originalmente.
Para que este cambio se convierta en norma, el Parlamento Europeo debe ponerse de acuerdo con el Consejo, compuesto por los Gobiernos de los Estados de la UE. Este órgano mantuvo al menos dos encuentros en 2019 sobre este asunto, pero en diciembre de ese año no se había alcanzado una posición común, por lo que la norma para terminar el cambio de hora quedó bloqueada.
Así, en 2021, varios eurodiputados implicados en esta legislación pidieron a los Estados de la UE que aceleraran su trabajo y llegaran a un acuerdo en el Consejo, destacando que una mayoría de ciudadanos quería acabar con el cambio de hora bianual. Desde entonces no ha habido avances oficiales a nivel europeo en esta cuestión.
Petición de España en 2025 para acabar con el cambio de hora
En octubre de 2025, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo en sus redes sociales que España había llevado al Consejo de la Unión Europea del día 20 la propuesta de retomar el debate sobre el cambio de hora, defendiendo la misma postura que el Parlamento Europeo aprobó en 2019: terminarlo.
Aunque este asunto no estaba en la agenda del Consejo, el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, ha explicado que considera importante retomar la cuestión para “encontrar una solución que funcione lo mejor posible”. No obstante, el representante español en esta reunión de la UE no ha señalado cuál sería la solución para España, si quedarse con el horario de invierno o el de verano.
Una comisión de expertos en 2019 para la reforma de la hora oficial de España acabó sin una postura unánime sobre esta cuestión, más allá de "no producir ningún cambio precipitado [...] mientras no existiera un consenso”. En los escenarios que se manejaban, el de UTC+1 (horario de invierno para todo el año) era el más favorable para muchas de las expertas de esta comisión, pero sin acuerdo definitivo.