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Si uso gafas para corregir la miopía, la hipermetropía o cualquier otro problema de la vista, ¿puedo colocarme encima unas gafas de realidad virtual o mixta? ¿O qué puedo hacer para usar esta tecnología? Dispositivos como las Vision Pro de Apple o las Meta Quest 3 de Meta incorporan una serie de pantallas a poco centímetros de nuestros ojos para darnos una sensación de inmersión total.
Si para ver esas pantallas nos ponemos lentillas, no habrá mayor problema, pero si no podemos o tenemos otras afecciones en la visión nuestra experiencia puede verse afectada. Hay soluciones: algunos de estos dispositivos están diseñados para poder usar gafas, otras compañías venden adaptadores para usar cristales graduados y también podemos configurar opciones de accesibilidad para adaptar estos aparatos a nuestras necesidades.
En las gafas de realidad virtual o mixta nuestros ojos tienen que poder enfocar las pantallas que incorporan estos dispositivos
Para entender si ser miope o hipermétrope dificulta usar este tipo de dispositivos, primero hay que comprender cómo funcionan. Con las gafas de realidad mixta podemos ver imágenes de nuestro entorno e interactuar sobre ellas con elementos digitales. Pero no a través de un cristal (como con unas gafas convencionales), sino que las vemos en sus pantallas. Es parecido a lo que pasa en las cámaras de fotos o de vídeo, hay un juego de lentes y no vemos directamente la realidad.
En el caso de este tipo de gafas, con ellas recibimos una señal de vídeo en directo. Para conseguir el efecto de inmersión, estos dispositivos incorporan un juego de cristales y pequeños monitores situados a pocos centímetros de nuestros ojos que engañan a nuestro cerebro para hacerle creer que está enfocando la vista a unos metros de distancia. Por eso, si tenemos miopía, hipermetropía, astigmatismo u otro problema de vista, puede que no veamos correctamente con estas gafas. Aquí puedes encontrar más información sobre este efecto.
Con este sistema vemos lo mismo que ven estas cámaras, por lo que los objetos nos aparecerán siempre definidos al igual que podemos verlos detalladamente en un vídeo grabado con la cámara del móvil en nuestra pantalla. Por eso, el reto de visión para nuestros ojos ahora no está en observar el exterior (de lo que se encargan las cámaras), sino en que podamos enfocar nuestra vista en estos monitores, ya que sin ellos no podremos ver nuestro alrededor.
Lo mismo pasa con las gafas de realidad virtual, que nos permiten ver escenarios digitales; si no podemos ver estas pantallas tendremos dificultades para ver esos escenarios y elementos.
Podemos ajustar el tamaño del dispositivo para meter las gafas o hacernos con adaptadores para usar cristales graduados
Si tenemos problemas de visión y queremos usar estos dispositivos de realidad virtual o mixta podemos usar lentillas. Esta es la solución menos invasiva y simple para usar estos dispositivos, ya que no tendremos que hacer ajustes o modificaciones extra. Pero hay casos en los que las lentes de contacto puede interferir en la experiencia de usuario (como es el seguimiento de ojos de las Vision Pro de Apple) o puede que, directamente, no podamos usarlas en nuestro día a día o no solucionen nuestra afección.
Si tenemos que usar gafas sí o sí, algunos de estos dispositivos son compatibles con el uso de gafas graduadas. Es el caso de las Meta Quest 2, que incluyen un separador que nos permite crear más espacio dentro del aparato y así poder llevarlas sin problemas. Las HTC Vive Pro 2 también nos permiten ampliar el espacio dentro del dispositivo y dar hueco a unas gafas graduadas.
Hay otros casos en los que por la montura de las gafas o la graduación no es posible usarlas a la vez que un dispositivo de realidad virtual o mixta. Tampoco es la opción más cómoda y corremos el peligro de arañar el dispositivo o nuestra propia lente. En esta situación podemos hacernos con un adaptador de cristales graduados, que nos permitirá insertar correctores de visión dentro del propio aparato. En el caso de las Vision Pro nos podemos hacer con los ZEISS Optical Inserts, mientras que para las Meta Quest 3 podemos usar las Zenni VR. También podemos encontrar diferentes adaptadores para las HTC Vive Pro o las PlayStation VR 2.
Para que estos accesorios se ajusten a nuestras necesidades tendremos que rellenar un formulario que nos preguntará por nuestra situación particular y qué tipo de cristales usamos. Si tenemos pocas dioptrías podemos comprar lentes que ya vengan calibradas, pero también podemos enviar la graduación de nuestra óptica para recibir cristales hechos a nuestra medida.
También hay disponibles opciones de accesibilidad para el estrabismo o las dificultades de parpadeo
Otros problemas en la visión, como pueden ser las dificultades motoras en el párpado, el estrabismo o el ojo vago también pueden afectar a nuestra experiencia con este tipo de gafas de realidad virtual o mixta. Apple advierte de que este tipo de condiciones pueden hacer que el sistema de seguimiento del ojo no funcione correctamente, limitando las funciones de las Vision Pro.
Dependiendo de nuestra situación podemos configurar distintas opciones de accesibilidad para que este tipo de gafas se ajusten a nuestras necesidades. En el caso de las Vision Pro podemos elegir con qué ojo controlar el sistema o desactivar los controles mediante la vista para navegar usando nuestras manos o la voz. Las Meta Quest 3 y las PlayStation VR2 también cuentan con varias opciones de accesibilidad para atender a problemas de visión y podemos ajustar el contraste, el tamaño del texto o los colores que se muestran en las pantallas.
TRANSPARENCIA: Maldita.es participa desde 2019 en el programa de verificación de datos externo de Meta.
