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MALDITA TECNOLOGÍA

Elon Musk y la libertad de expresión: polémicas en Tesla, ataques contra periodistas y otras ocasiones en las que el empresario cargó contra lo que ahora reivindica en Twitter

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Claves
  • El dueño de la red social tiene una polémica relación con la libertad de expresión, de la que ha asegurado ser un “absolutista”
  • El magnate despidió a trabajadores de Tesla por mostrar fallos en sus vehículos y también ha señalado a periodistas en sus redes sociales por exponer errores de la compañía
  • Musk amenazó de forma ilegal a sus propios empleados si llegaban a sindicalizarse y llamó pedófilo a un submarinista por criticar uno de sus diseños
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¡OJO! Originalmente este artículo formaba parte de una pieza que ha sido dividida en dos. Su versión anterior (que se puede consultar aquí) incluía situaciones relacionadas con la libertad de expresión en Twitter, que ahora se pueden leer actualizadas aquí.

El 23 de julio de 2023 Elon Musk dio el paso para convertir Twitter en X, en su camino hacia la creación de una superapp que ofrezca diferentes servicios en una misma plataforma. Un movimiento que lleva anunciando desde que hizo pública su intención de comprar Twitter en abril de 2022, algo que finalmente llevó a cabo en octubre de aquel mismo año. En todo este tiempo Musk no ha dejado de asegurar que quiere llevar a la red social su idea de libertad de expresión (limitándose únicamente a lo que dicte la ley), de la que asegura que es un auténtico “absolutista”.

Pero la relación del empresario con este derecho es, cuanto menos, polémica. Lo hemos visto en Twitter. Fuera de la red social, el magnate también ha protagonizado diferentes controversias al tomar acciones contra personas que han criticado su trabajo, como trabajadores, periodistas, e incluso un submarinista al que acusó de ser un pedófilo.

A un clic, ¿de qué hablamos en este tema? Pincha para ampliar

Despedido tras mostrar fallos en los coches de Tesla

Sin duda alguna, una de las mayores polémicas que arrastra el magnate tiene que ver con la forma con la que maneja uno de sus principales negocios, la compañía automovilística Tesla. Uno de los casos más sonados fue el del despido de John Bernal, empleado de la compañía y dueño del canal de YouTube AI Addict, especializado en análisis de coches eléctricos. En concreto, del sistema autónomo de su vehículo personal, un Tesla Model 3.

Mientras que sus vídeos suelen mostrar la características a rasgos generales de las capacidades del vehículo, también habla sobre sus fallos y defectos, como son trayectorias erróneas o incluso colisiones provocadas por el sistema de asistencia a la conducción, como muestra este vídeo publicado el 7 de febrero de 2021.

Pero al poco tiempo de mostrar este accidente, Bernal fue despedido de la empresa sin que esta diera de forma oficial motivo alguno, según incidió el empleado. Además, el acceso a este sistema de ayuda a la conducción le fue denegado desde el accidente, pese a que el exempleado aseguró que no cumple ninguno de los motivos que justificarían ser expulsado del sistema, como usar la tecnología de forma incorrecta o irresponsable .

Persecución a un trabajador de la fábrica que desveló fallos en las baterías de Tesla

Después de que un artículo publicado en 2018 por Business Insider mostrara la ineficiencia de las fábricas de baterías de Tesla y la increíble cantidad de residuos y materias primas que desechaba, la empresa llevó a cabo una investigación para descubrir quién había filtrado estas informaciones internas. Sus averiguaciones les llevaron hasta Martin Tripp, trabajador de la fábrica, y que él mismo admitió posteriormente que fue quien facilitó la información a la prensa.

Es en este momento en el que el empleado se convierte en el enemigo público número uno de la compañía, según relata un artículo publicado por Bloomberg. El 20 de junio de 2018 Tesla no solo puso una denuncia 167 millones de dólares contra Tripp, sino que llegó a llamar a la policía aquel mismo día, alertando de que el trabajador era peligroso y que estaría planeando llevar a cabo un tiroteo contra la fábrica.

Pero después de que la policía contactara con Tripp, el empleado relató un escenario de acoso y derribo, con difamaciones y acusaciones por parte de la empresa tanto en documentos internos como en el propio Twitter de Elon Musk, y llegando a asegurar que Tesla le había sido espiado y que sus comunicaciones habían sido intervenidas en tiempo real.

El propio jefe de seguridad de la fábrica admitió que las sospechas del trabajador eran ciertas y que el propio director de la compañía, aún sabiendo que Tripp no había saboteado a la empresa, intentó dañar su reputación.

Ataques contra periodistas por señalar a su empresa

Siguiendo con este caso, Elon Musk llegó a señalar en su cuenta de Twitter públicamente a la periodista Linette Lopez, responsable de la pieza publicada en Business Insider que desató el incidente.

El magnate no sólo argumentó que la periodista había publicado varios artículos “falsos”, que “no son periodismo”, o sugirió que sobornó a Tripp para que le diera información sobre la compañía, si no que la llegó a acusar de compartir material confidencial con inversores de riesgo, entre otras acusaciones. Unas afirmaciones sin pruebas que han llevado a los seguidores del magnate a increpar a la periodista.

Despidos y amenazas contra sindicalistas

El 25 marzo de 2021 la Junta Nacional de Relaciones Laborales de Estados Unidos ratificó una denuncia contra Tesla después de que no solo despidiera a uno de sus trabajadores por su acción sindical, si no porque el propio Elon Musk amenazó de forma ilegal a través de la red social a sus propios empleados si se sindicalizaban, según la agencia federal.

El juzgado dictaminó en 2019 que la empresa había despedido de forma ilegal a un empleado por su actividad sindical dentro de Tesla, obligando a la compañía a volver a contratarle. Del mismo modo, la sentencia incide en una publicación del empresario, en la que cuestionaba el movimiento sindicalista. En ella aseguraba:“¿Por qué pagar las cuotas sindicales y renunciar a las opciones sobre acciones a cambio de nada?”.

Con este tuit, la Junta Nacional de Relaciones Laborales entiende que “Musk amenazó ilegalmente a los empleados de la demandada de una manera visible para el público sin ninguna limitación”. Entre su resolución, la agencia federal ordenó a la empresa a que Elon Musk borrara su tuit, y que hiciera lo posible para “asegurar que Musk cumple con esta directiva”. La publicación aún no ha sido eliminada a 7 de agosto de 2023.

Llamar a un submarinista “pedófilo” por criticar un submarino que había diseñado para un rescate en Tailandia

Uno de los casos más controvertidos del magnate tuvo lugar en 2018. Ante la noticia de que un grupo de chicos y su entrenador de fútbol habían quedado atrapados en la cueva Tham Luang, en Tailandia, el empresario se intentó sumar a los esfuerzos del rescate, diseñando un prototipo de mini submarino individual para que los niños pudieran ser extraídos de las cuevas inundadas.

Sin embargo, la propuesta de Musk no gustó al submarinista británico Vernon Unsworth, cuya participación fue clave para el rescate de los niños. El experto aseguró que el proyecto del empresario era solo una pantomima de cara a la galería, y que no tenía “ninguna oportunidad de funcionar”, por lo que se podía “meter su submarino por donde duele”. 

La crítica provocó la ira de Musk, que no tardó en plasmar en Twitter, cuestionando a Unsworth y llamándole “pedófilo”. “Conseguiremos que uno de los mini submarinos llegué hasta el final de la cueva sin problema. Lo siento pedófilo, tú te lo has buscado”, tuiteó Musk. 

A los pocos días, el propio Musk pidió perdón en la misma red social, argumentando que las acciones del submarinista contra él “no justifican” su reacción.  “Me disculpo ante Unsworth y las compañías que represento. La culpa es únicamente mía”, dijo. 

Pero esta disculpa duró poco. A las pocas semanas, Elon Musk volvió a incidir en la idea, sin ningún argumento, de que el submarinista era un pedófilo, asegurando que, si las acusaciones no eran ciertas, era extraño que no hubiera recibido ninguna denuncia, e increpando el hecho de que no había sido investigado. 

Cuando fue contactado por Buzzfeed al respecto, Elon Musk escaló sus ataques tanto al submarinista como a la prensa, incidiendo una vez más en sus acusaciones sin ninguna prueba. “Espero que llames a quien conozcas en Tailandia, averigües qué es lo que está pasando, y dejes de defender a violadores de niños, puto gilipollas (sic)”, contestó al medio en un correo electrónico que calificó de forma unilateral, sin pactarlo con el periodista, como declaraciones “off the record”.

Finalmente, la vía legal iniciada por Unsworth llevó a Elon Musk ante los tribunales de Los Ángeles por difamación, y donde la defensa del submarinista llegó a pedir 190 millones de dólares por los daños causados. Sin embargo, el jurado dictaminó que no se había producido un delito de difamación.

Musk asegura que violaron su libertad de expresión tras una sentencia por sus tuits sobre las acciones de Tesla

Por último, hablemos de ocasiones en las que él ha dicho ser víctima de ataques contra la libertad de expresión. Otros incidentes de este tipo, junto a otras publicaciones del magnate relacionadas con el valor de la empresa, llevaron a la propia Comisión de Valores de Estados Unidos a presionar a la empresa a alcanzar un acuerdo en 2018 para supervisar los tuits de Musk que estuvieran relacionados con Tesla.

El acuerdo, que también supuso una suspensión de tres años como presidente de la compañía y una multa de 20 millones de dólares por lo que la comisión entiende como fraude de valores,  fue ratificado el 15 de mayo de 2023 pese a los intentos del empresario de revocar la decisión.

El pasado 27 de abril de 2022, un juez federal de Nueva York rechazó las alegaciones de Musk para acabar con estas restricciones, que el empresario entiende como una violación a su libertad de expresión.

El magnate llegó a asegurar de forma repentina en un tuit de 2018 que estaba valorando que la empresa dejara de cotizar en bolsa para ser una empresa privada comprando a 420 dólares la acción, “financiamiento asegurado”.

Unas declaraciones sin argumento y una oferta de compra por encima del valor de la empresa en aquel momento, que dispararon las acciones de la compañía aquel día, y que fueron las que llevaron a la Comisión de Valores a intervenir en sus comunicaciones en la red social.

Finalmente y tras las demandas de diferentes inversores, un jurado de San Francisco sentenció el 3 de febrero de 2023 que el CEO de Tesla no engañó a los inversionistas tras la publicación de estos dos tuits. Según recoge The Guardian, el dueño de Twitter aseguró al jurado que “el hecho de que tuitee algo no significa que la gente lo crea o actúe en consecuencia”. Algunos inversores también se habían molestado por la referencia a la cifra 420, número que suele asociarse a la marihuana; Musk argumentó que esa referencia “no era una broma” y que su relación con la marihuana era una coincidencia.

“Gracias a Dios, ¡la sabiduría del pueblo ha prevalecido! Agradezco profundamente que el jurado me haya declarado unánimemente inocente en el caso”, aseguró el magnate en un tuit.

Nicholas Porritt, abogado en representación de los intereses de los inversores de Tesla, ha asegurado que estaba decepcionado por la decisión del jurado, recoge NPR: “No creo que este sea el tipo de conducta que esperamos de una gran empresa pública”. Algunos miembros del jurado habrían justificado a Porrit que el testimonio de Musk, en el que aseguró que creía que tenía los fondos necesarios para hacer el movimiento, era creíble, y ponían en duda que los tuits del empresario fuera la única razón del cambio en los precios de las acciones de Tesla.

Este artículo se irá actualizando en función de que vayamos conociendo nuevas acciones por parte de Elon Musk relacionadas con la libertad de expresión. En cada añadido que modifique la pieza, se añadirá la fecha correspondiente en la que se ha actualizado.

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