La entrada de Elon Musk a Twitter en octubre de 2022 provocó un terremoto en las oficinas de la red social: desde los cambios constantes en la plataforma a fallos en el sistema. Una incertidumbre que ha llevado a varios anunciantes a distanciarse de la red social y a muchos de sus usuarios a replantearse migrar hacia plataformas alternativas en el fediverso, como Mastodon. Pero las idas y venidas que está viviendo Twitter desde que asumiera la dirección no son la única desventura que ha vivido Musk a lo largo de su carrera. De hecho, el multimillonario empresario se caracteriza por haber hecho una serie de promesas sobre desarrollos tecnológicos que no ha conseguido cumplir y que han generado polémicas.
Polémicas por los ensayos en su empresa de chips: provocó la muerte de varios monos y está bajo investigación en EEUU
En julio de 2016, Elon Musk fundó Neuralink, una empresa de neurotecnología, con la promesa de conseguir una “simbiosis” entre el cerebro humano y la inteligencia artificial a través de dispositivos que permitan conectar este órgano con otros dispositivos. Una especie de “FitBit en tu cráneo”, según las palabras del multimillonario (FitBit es una compañía que comercializa relojes inteligentes y otros dispositivos que miden parámetros de salud). Así, su objetivo último es que las personas podamos controlar cosas externas con nuestra mente y curar ciertas condiciones físicas, como la ceguera o la parálisis corporal.
La compañía ha estado rodeada de polémica desde el principio, sobre todo después de que Musk admitiera que habían muerto al menos ocho monos durante varios experimentos y otra quincena habría sido sacrificada, según Fortune y, en varias ocasiones, ha suscitado las dudas de varios expertos acerca de que fuese un proyecto que realmente pudiese llegar a funcionar.
Una denuncia presentada en febrero de 2022 por el Comité de Médicos para la Medicina Responsable (PCRM, por sus siglas en inglés) asegura que los 23 monos que participaron en las pruebas fueron sometidos a un “sufrimiento extremo” y a la “negligencia del personal”, entre otras acusaciones, como la de haber producido la muerte de varios monos.
La propia Neuralink reconoció en una publicación que tuvieron que eutanasiar a ocho animales durante unas pruebas en la Universidad de California. Dos habrían sido eutanasiados de forma planificada para recabar información sobre esta tecnología, y seis de ellos lo fueron a petición del personal veterinario de la universidad, incluyendo distintas razones como fallos e infecciones asociadas a los dispositivos o complicaciones quirúrgicas.
Desde PCRM aseguran que en algunos casos “los animales sufrieron durante meses” antes de realizar la eutanasia, y que a los monos “se les quitaron partes de sus cráneos y se les atornillaron dispositivos”.
Hasta ese momento, las pruebas se habían realizado en animales, con las consecuencias letales que ha tenido en varios de ellos. Con todo, el 30 de noviembre de 2022, Musk dirigió un nuevo evento sobre Neuralink, en el que anunció que en los siguientes seis meses (es decir, para mayo de 2023), estos chips cerebrales se probarían en humanos. Poco después, el 6 de diciembre de 2022, la agencia Reuters publicó que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha abierto una investigación federal a la empresa por el trato que le estarían dando a los animales durante los ensayos y pruebas. Reuters asegura que muchos empleados han denunciado estas prácticas después de que Musk hubiese "presionado" para que los avances y experimentos fuesen más rápido, y que la compañía "ha matado alrededor de 1.500 animales" desde 2018, incluyendo ovejas, cerdos y monos.
Finalmente, en mayo de 2023 y después de varios rechazos consiguió el permiso de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (más conocida como FDA, por sus siglas en inglés), el organismo supervisor de exámenes relacionados con la salud, para probar sus implantes cerebrales en humanos. En ese momento dijeron que aún no estaban listos para un ensayo clínico; en septiembre abrieron el reclutamiento para personas con tetraplejia por lesión de la médula espinal cervical o esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Cuatro meses después, en enero de 2024 (nueve meses después de lo prometido) Musk ha anunciado el primer implante de Neuralink en un ser humano, pero no se acompaña de más información: no se ha publicado en ninguna revista científica y no se ha registrado el supuesto logro (que en realidad no es un hito para esta disciplina).
Los robotaxis y coches (completamente) autónomos de Tesla que nunca llegan a ser seguros
“Un millón de robotaxis para finales de 2020”. Esa fue la promesa realizada por el dueño de Tesla durante un evento en 2019, junto a otras afirmaciones como que “todos los Tesla que se están fabricando tienen todo el hardware necesario para una conducción autónoma completa”. La conducción autónoma completa es el último nivel en el que se clasifican los vehículos que realizan acciones solos, y requieren de programas basados en inteligencia artificial para funcionar. A estos coches se les conoce como ‘robotaxis’.
Pero, a punto de finalizar 2022, esa promesa no se ha cumplido. El discurso de Musk ha ido rebajando sus expectativas con el tiempo, y frente a la meta de tener coches totalmente autónomos, Tesla apuesta ahora por un millón de usuarios para fin de año en la versión beta del sistema de conducción autónoma que está desarrollando la compañía, el Full Self-Driving, junto a la promesa de que para el final de 2022 estarían disponibles coches completamente autónomos en Estados Unidos y Europa.
Finalmente, en octubre, el propio Elon Musk reconoció que su sistema de conducción totalmente autónoma no sería aprobado en 2022, como había prometido, mientras que los reguladores han mostrado preocupación por los “vídeos mostrando un uso peligroso de esa tecnología”. Por ejemplo, el 15 de noviembre de 2022, un Tesla protagonizó un accidente múltiple en China al no detener la marcha, devolviendo el debate sobre la seguridad de los vehículos autónomos de Musk.
Esto sumado a que las preocupaciones sobre la seguridad de este sistema aumentan la complicación de que se cumplan estos pronósticos. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carretera de Estados Unidos ordenó en junio de 2021 a las empresas que notificaran los accidentes que tuvieran relación con sistemas de conducción asistida. Del total de 605 accidentes registrados en sistemas de nivel 2 hasta el 15 de octubre de 2022, 474 corresponden a vehículos de Tesla, si bien la agencia señala que estos datos “no se pueden utilizar para comparar la seguridad de los fabricantes entre sí”.
El viaje a la Luna fechado para 2018 que aún no ha llegado
En marzo de 2017, Musk aseguró que SpaceX planeaba realizar dos viajes turísticos alrededor de la Luna durante el 2018. Esto es, que alguien pudiese pagar una especie de billete, como quien coge un avión. Un objetivo ambicioso del que varios expertos ya advirtieron en su momento que sería una meta muy difícil de alcanzar. Tuvieron razón, y la compañía anunció en 2018 que se veía obligada a retrasar este proyecto.
Pese a ello, Musk llegó a asegurar durante una entrevista en Time, en 2019, que podría “aterrizar en la Luna en menos de dos años”. “Tal vez dentro de un año o dos, podríamos enviar tripulación. Diría cuatro años como máximo”, incidió el millonario, que detalló que podría ser “más fácil simplemente aterrizar Starship (una de las naves de SpaceX) en la Luna que tratar de convencer a la NASA de que podemos hacerlo”.
En un vídeo publicado en marzo de 2021, Musk dio detalles del proyecto dearMoon, la “primera misión orbital lunar civil”, que cuenta con el apoyo de Yusaku Maezawa, un empresario japonés que también ha impulsado el desarrollo de la nave Starship. El viaje está previsto para 2023 y no aterrizaría en la Luna, sino que orbitaría alrededor de ella.
En abril de 2022, la NASA seleccionó a SpaceX para desarrollar un módulo de aterrizaje dentro del proyecto Artemis, que tiene como último fin llevar de nuevo a un grupo de astronautas a la superficie lunar. Mientras que la NASA acaba de cumplir el lanzamiento de Artemis I, después de haber tenido que retrasarlo en varias ocasiones, la misión para la que se ha contado con la empresa espacial de Musk, que no es Artemis I sino Artemis III, tendrá lugar como mínimo en 2025, lejos de la predicción de Musk. Esta fase del programa es la que busca llevar a una nueva tripulación a la Luna, incluida a la primera mujer.
'Hyperloop' o túneles para coches sin usar
Musk es también propietario de una empresa de excavación de túneles llamada The Boring Company. Es una compañía que fundó en 2017 porque, según dijo entonces en su cuenta de Twitter, “el tráfico le volvía loco”. Su idea con este proyecto era construir una serie de túneles subterráneos que permitiesen a sus Tesla y otros vehículos ir a gran velocidad y sin obstáculos de un punto a otro de ciudades como Los Ángeles (EEUU).
Muy bien, ¿y qué tiene que ver esto con el ‘hyperloop’, del que hemos hablado a fondo en Maldita.es? Recordamos que este concepto hace referencia a un proyecto tecnológico que busca conseguir que un vehículo parecido a un tren formado por cápsulas pueda hacer un trayecto al triple de velocidad de lo que lo haría un AVE, pero usando un túnel que lo suspendiese en el aire. ¿Cómo? En teoría, aprovechando el vacío que se crearía en él. Algo así como ese tubito vertical que se usaba para enviar billetes en algunos supermercados. Por el momento, esta tecnología no está lista para cumplir con su cometido, ya que presenta varias limitaciones físicas.
El ‘hyperloop’ se ha asociado con Musk porque hace casi una década publicó un white paper -algo así como una guía de documentación técnica- explicando la tecnología detrás y cómo se podría aplicar tanto a las cápsulas como a los tubos por donde se transportan. Pese a que este proyecto buscaba utilizarse con vehículos más parecidos a un tren de alta velocidad, Musk consideraba que podrían aprovecharse de él coches eléctricos para viajar a 240 kilómetros por hora. De modo que construyó uno de esos túneles en Las Vegas, en Estados Unidos, e hizo una presentación pública.
Sin embargo, y a pesar de haber promocionado la tecnología, no llegó a desarrollarla al nivel que había asegurado, sino que se limitó a construir una red de túneles subterráneos en la ciudad estadounidense que, a día de hoy, no están operativos a diario, sino sólo los días en los que se celebran grandes convenciones. Además, los coches no van a esos 240 kilómetros por hora prometidos. Ya en 2018, Musk tuvo que retrasar los plazos que había dado en un inicio y tampoco se pudo testar el que un vehículo pudiese ir a tal velocidad por estos túneles.
Entrada en el Libro Guinness de los Récords por la mayor pérdida de fortuna personal de la historia
Los movimientos y fracasos de Elon Musk, sobre todo los derivados de la caída de Tesla, han reportado a Musk grandes pérdidas económicas. Según estimaciones de Forbes, el empresario habría perdido unos 182.000 millones de dólares (173.000 millones de euros) desde noviembre de 2021 a enero de 2023; de estos, 115.000 en 2022.
Esto ha hecho que el 6 de enero de 2023, el Libro Guinness de los Récords haya anunciado que Musk ha batido oficialmente el récord mundial de la mayor pérdida de fortuna personal de la historia, entrando así a formar parte de su listado de récords.
Según han reportado desde la web del Libro Guinness, “las pérdidas totales de Musk superan con creces el récord anterior de 58.600 millones de dólares, establecido por el inversor tecnológico japonés Masayoshi Son en 2000”. Hay que señalar que, incluso pese a esto, Musk sigue siendo la segunda persona más rica del mundo.
De ser multado por exagerar la autonomía de sus coches a crear un equipo para desviar las quejas de los consumidores
El 23 de enero de 2023 la Comisión de Comercio Justo de Corea del Sur impuso a Tesla una multa de 2.850 millones de wones (aproximadamente dos millones de euros) por exagerar la capacidad de autonomía de sus vehículos. En concreto, el regulador coreano señaló que la compañía de Elon Musk no advirtió a los conductores de cómo las bajas temperaturas podrían reducir la capacidad de las baterías hasta en un 50%, según recoge Business Insider.
No es la única vez que Tesla ha recibido quejas por ser demasiado optimista con la autonomía de sus coches. Según una investigación de Reuters, otros expertos y entidades como la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) o Recurrent, empresa estadounidense de análisis de vehículos eléctricos, también han señalado que la compañía no aporta datos correctos sobre la autonomía de sus vehículos.
De acuerdo a Reuters, la compañía de Elon Musk creó un equipo dedicado a desviar las consultas de los clientes sobre la autonomía de sus coches eléctricos. La publicación asegura que Tesla incorporó esta división debido a la avalancha de citas de clientes con quejas sobre la duración de las baterías, y que su objetivo era cancelarlas incluso sin hacer un análisis de los vehículos. Como detalle, la investigación cuenta que algunos de los empleados de Tesla celebraban cada anulación haciendo sonar un metalófono que se encontraba en las oficinas.
Hemos actualizado este artículo para incluir información sobre la investigación abierta a Neuralink publicada por Reuters y sobre el supuesto primer implante de Neuralink en humanos; para añadir información sobre los túneles subterráneos e incluir la entrada de Musk en el Libro Guinness de los Récords; y para incluir información sobre la investigación de las baterías de los vehículos de Tesla publicada por Reuters.
Primera fecha de publicación de este artículo: 02/12/2022